Fellicísimo Martínez Díez, en San Pablo La salvación

La salvación
La salvación

¿Quién se salva? ¿Cuándo y cuantos nos salvamos? ¿La salvación llega exclusivamente después de la muerte? ¿Nos juzgará un Dios  severo, o uno misericordioso?

En los alrededores del término  y del concepto de la “salvación” retozan y triscan  multitud de “salvadores” , a la vez que multitud de preguntas, algunas  de ellas  sin respuestas mínimamente satisfactorias. Resultaría ociosa destacar la diversificación de los ámbitos en los que se dan cita tales  preguntas, pertenecientes a esferas de tipo y carácter religioso, político, social y convivencial en las que, día a día,“somos” y “vivimos” como seres humanos.

La salvación integral es ministerio y tarea de los ejercientes de todas las profesiones, cargos y oficios. Salvar y salvarse es fundamental en esta vida, así como en la otra. Para sí y para los demás, comenzando por los más próximos, que en la actualidad, y por aquello  de la globalización,  son –somos-  todos, sin distinción   de ninguna clase.

Y como noble, seria y documentada aportación  a tema de tan transcendental y relevante importancia  como el de la salvación, la editorial “San Pablo”,  salvadoramente acaba de poner en nuestras manos  uno de sus últimos libros , titulado precisamente “La salvación”.

Consta de 344 páginas  y su autor es Felicísimo Martínez Díez,  padre dominico y profesor  de Teología Pastoral  en el Instituto Superior  de la Universidad Pontificia de Salamanca  en Madrid,  y de Teología  Dogmática en el Seminario Interdiocesano  “Santa Rosa de Lima”  de Caracas, además  de autor de libros, como “Fe para personas inquietas”, “La moral cristiana, ¿opresora o liberadora?”, y “Palabra y silencio  de Dios y sobre Dios”.

De la síntesis  ofrecida en la contraportada  del libro que comento, firmo y confirmo el siguiente párrafo:” ¿Quién se salva? ¿Cuándo y cuantos nos salvamos? ¿La salvación llega exclusivamente después de la muerte? ¿Nos juzgará un Dios  severo, o uno misericordioso? ¿Es todo tan sencillo como nos enseñaron en la catequesis o necesitamos dar una vuelta al tema de la salvación?  Sin dogmatismos y  en diálogo  con la sociedad actual, el autor del texto  ahonda en el tema, cuya lectura no será de utilidad  solo para los creyentes  sino también para aquellos  que se hacen las mismas preguntas  desde los márgenes de la fe”.

Del denso y  bien documentado índice destaco estos capítulos: Salvación:¿De qué?, ¿Para qué  y para quien?”,  “Salvar la salud física;  salvar la salud psíquica; salvar la salud espiritual;  la culpa, el perdón y la salvación; ¿nos salvaremos de la muerte?.

El capítulo dedicado a  la resurrección (pp. 264 y ss.) es salvador y evangelizador  por antonomasia. También lo es el texto completo  del poema  de santa Teresa de Jesús, por su valor estético  y por su hondura existencial, que nos ofrece en las páginas  235 y ss., y que se inicia con tan soberana estrofa: “Vivo ya fuera de mí/, después que muerto de amor/;  porque vivo en el Señor,/ que me quiso para sí;/,  cuando el corazón le dí/ puso en él este letrero:/ que muero porque no muero”. 

Fuera de los pobres no hay salvación
Fuera de los pobres no hay salvación

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