Liturgia de NAVIDAD 2025 (A)
Comentario Inicial:
¿Sabemos lo que es la Navidad? Muchísimos católicos y ultra católicos nos repetirán que celebramos la venida del Salvador, que nos redime del pecado y de la muerte, con su futura "expiación" en una cruz. Y su rutinaria certeza se basa en lo que "otros humanos" (más o menos encumbrados y autoritarios) les han contado.
¿Has intentado leer en tu interior, sumergirte en tu conciencia profunda, utilizar los dones de inteligencia y libertad con que te crearon?
Los buitres y los quebranta huesos se alimentan de "muerte" y "despojos". Los Cristianos, formados por judíos como Pablo, nos seguimos alimentando de "expiaciones", "pecados" y "cruces redentoras". Hoy nos vuelve a decir: "Y, habiendo realizado la purificación de los pecados…".
Pero el problema no es Pablo y sus visiones erradas, sino los que se empeñan en que sigamos viviendo sobre el "osario judío" de las culpas, pecados y espera de un mesías terrenal y redentor.
Me repatean esas imágenes, supuestamente religiosas, que nos presentan al Niño sobre una cruz o trabajando en construirla. Sin percatarse de que ese "deus horribilis" del "redentor por la sangre" es una aberración ciega, incoherente y contraria a la esencia del Padre.
Jesús no vino a redimirnos en una cruz, vino a iluminar nuestras limitaciones y nuestras desviaciones. Vino a ser LUZ para iluminar el "Camino de Humanidad", tantas veces rechazado y olvidado, antes y después.
Lo dice claramente Juan, el dulce evangelista, cuando nos repite: "La Palabra, era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo". "A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer". "En la Palabra estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió". Y tantas citas más.
Dios Padre no nos salva de nada. Lo tiene TODO perdonado, concedido y salvado. El Creador no crea chapuzas, sino seres a su imagen y semejanza que, por sus limitaciones, son capaces de errar. Dios es Acto Puro que lo tiene todo hecho y bien hecho desde su Eternidad.
Jesús, sin embargo, actúa desde nuestro tiempo y espacio, porque es uno de nosotros. Su misión es ser LUZ de nuestra endeble naturaleza para superar nuestra animalidad y conseguir la madurez de nuestra parte angelical, que podemos resumir en los valores, predicados y demostrados por Jesús: PAZ, AMOR, BONDAD y FRATERNIDAD. Reflejo del Abba, que nos mostró con toda claridad.
Solo desde esa interpretación podemos llamarle Salvador. Salvador de nuestras propias cegueras y oscuras opciones con su inmensa LUZ.
Y empezamos:
El amor permanente y entrañable de Dios Padre, que nos habita y sostiene, la presencia luminosa de Jesús Resucitado, su Luz y el impulso de su Espíritu están con todos vosotros.
MONICIÓN DE ENTRADA
Estos días tan próximos a la Navidad, revivimos momentos muy especiales de nuestra fe y cultura cristiana. Tratemos de quedarnos con todo lo positivo de nuestras tradiciones y limpiemos esos añadidos que traicionan el genuino mensaje del nacimiento de Jesús.
¿Tiene algo que ver la humildad de Belén con el despilfarro y el consumismo? El mundo no necesita adornos espectaculares, montañas de regalos y todo tipo de lujos. La ternura del “recién nacido” desmonte nuestra coraza y nos traiga empatía y compasión.
Desearos una muy Feliz Navidad llena de esperanza y confianza en la humanidad.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo….
Tú que quitas el pecado del mundo, Tú tienes piedad de nosotros...
Tú que quitas el pecado del mundo, Tú atiendes nuestras súplicas
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, Tú tienes piedad de nosotros…
ORACIÓN COLECTA
Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Son palabras enormes, que a menudo contrastan con mi día a día, con la realidad que parece ajena a ti, Señor.
Deseo con todo mi corazón descubrir la profundidad que encierran estas palabras. ¿De verdad creo que viniste al mundo y sigues viniendo hoy? ¿De verdad creo que eres el Salvador?
Señor, también veo que tu venida no es la que todos esperaban. La señal que das a los pastores es un niño frágil y necesitado, envuelto en pañales. A mí también me cuesta reconocerte así, tan débil. Enséñame a reconocerte y aceptar como eres.
Pero es así como te vuelves buena noticia para todo el mundo. Sólo así eres la gran alegría para todo el pueblo. Porque descubro tus modos, porque te reconozco en lo pequeño y frágil, porque te dejo a ti ser Dios.
Señor, quiero reconocerte en esta historia tantas veces oída. Quiero dejarme sorprender por tu venida, tan esperada y tan humilde a la vez. Quiero desearte y a dejarte nacer también en mi vida. Amen
Lectura del libro de Isaías (52,7-10):
¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que proclama la paz, que anuncia la buena noticia, que pregona la justicia, que dice a Sión: «¡Tu Dios reina!». Escucha: tus vigías gritan, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sión.
Romped a cantar a coro, ruinas de Jerusalén, porque el Señor ha consolado a su pueblo, ha rescatado a Jerusalén. Ha descubierto el Señor su santo brazo a los ojos de todas las naciones, y verán los confines de la tierra la salvación de nuestro Dios.
Palabra de Dios
Sal 97
R/. Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios.
V/. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.
V/. El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.
V/. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.
V/. Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R/.
Lectura de la carta a los Hebreos (1,1-6):
En muchas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a los padres por los profetas.
En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha realizado los siglos.
Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de la Majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre los ángeles, cuanto más sublime es el nombre que ha heredado.
Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy»; y en otro lugar: «Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo»?
Asimismo, cuando introduce en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles de Dios».
Palabra de Dios
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,1-18):
R/Gloria a ti, Señor.
En el principio existía la Palabra, y la Palabra, estaba junto a Dios, y la Palabra, era Dios. Ella estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de ella se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En la Palabra estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
La Palabra, era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no lo conoció
Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y la Palabra, se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
«Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
Palabra del Señor
R/Gloria a tí Señor Jesús
HOMILÍA
Navidad es la historia de un gran amor. ¿Qué es el amor? Los niños lo saben mejor que los mayores.
Erase una familia que se había reunido para celebrar la Navidad sin pensar para nada en su significado. Tres generaciones reunidas en una casa. La hija y el padre se llevaban muy mal, pero se juntaban por Navidad para que el padre pudiera ver a su nieta. La nietecita Carlota que había crecido en una casa donde Dios no se mencionaba, estaba cenando y de repente cogió el tenedor, lo puso delante de la boca del abuelo como si fuera un micrófono y le preguntó: «¿Abuelo, por qué se llama este día Navidad?
La pregunta cayó como un jarro de agua fría. Ni idea tenía el abuelo.
¿Sabía la niña lo que estaba preguntando? Después de un largo silencio que se hizo una eternidad el abuelo dijo: «Tal vez tu madre pueda responder a tu pregunta mejor que yo».
La madre frunció el ceño y respondió a su hija. «Hoy se llama Navidad, Carlota, porque es el cumpleaños de Jesús».
Y continuó con una breve explicación. Algo muy especial sucedió mientras le contaba a su hija la historia de la Navidad. La madre de Carlota hablaba como si estuviera ella misma descubriendo en ese momento el origen de la Navidad, como si en ese mismo momento estuviera recibiendo una revelación. Y habló de amor, de paz, de fraternidad y familia.
Fue un momento mágico. La madre de Carlota miró a su padre. Las lágrimas llenaban los ojos de su padre. Alargó la mano y cogió la mano de su hija. La nietecita Carlota preguntó: ¿Abuelo estás llorando? «Sí, lloro porque soy muy feliz», contestó.
El rostro de Carlota se iluminó como el de un ángel. No se habló más de Jesús aquella noche. Y sin embargo, fue como si el Señor mismo, como un orfebre, hubiera creado esa situación para que su nombre brillara como una joya muy especial, como un diamante en su estuche de terciopelo.
Muchas familias se reunirán en torno a una mesa este día de Navidad. ¿En cuántas casas se hará esta pregunta, ¿Por qué nos hemos reunido? ¿Qué celebramos?
Habrá un belén y un arbolito y unos regalos. Un exterior muy hermoso y brillante. ¿Pero qué hacer para que ese ambiente externo penetre en el interior de cada uno de los reunidos?
Alguien tiene que suscitar la pregunta e invitarnos a recordar aquella noche de Luz. Alguien tiene que contar a los hijos esa historia. El Señor hará el resto. Dejará de ser un recuerdo para hacerse relato presente y salvador.
Un año más el Hijo de la Navidad vendrá a nuestro mundo y a nuestras vidas ajetreadas y disipadas. Nosotros, a pesar de todos los ruidos y bailoteos, y desde nuestras limitaciones, estamos llamados a vivir con más autenticidad el milagro de la LUZ, de la PAZ, del AMOR y la BONDAD, de la Vida Nueva que nos visita.
La Navidad no es un paisaje maravilloso y lejano a contemplar desde una ventana. Solo tiene sentido si lo convertimos en paisaje interno, en el que corretee nuestro corazón.
CREDO
Sacerdote.- ¿Creéis en Dios, que es nuestro Padre, que ha hecho todas las cosas y nos cuida con amor?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en Jesucristo, que ha puesto su Morada entre nosotros, para hacernos conocer a Dios?
Todos.- Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en el Espíritu Santo que vive entre nosotros, y anima a la Iglesia para hacer un mundo mejor?
Todos. Sí, Creemos.
Sacerdote.- ¿Creéis en la resurrección y la vida eterna, que ya comenzamos a disfrutar aquí, y que disfrutaremos plenamente al final de nuestro camino por la vida?
Todos. Sí, Creemos.
ORACIÓN UNIVERSAL
Hermanos, la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros; ojalá nosotros también seamos hoy palabra que alumbra, que proclama el Reino, que encarna a Jesús de Nazaret. Oremos.
Somos encarnación de Dios.
• Anhelamos que la Iglesia sea la tienda de Dios entre los hombres de este mundo, que sea palabra que siempre ponga luz en nuestras vidas y Buena Noticia hoy.
Somos encarnación de Dios.
• Anhelamos que nuestra vida y palabra sea siempre fuente de bien, apuesta por el Reino, huella de Jesús, invitación al respeto en la diversidad, propuesta de justicia y paz.
Somos encarnación de Dios.
Padre bueno, también nosotros queremos poner nuestra tienda entre los que nos necesitan, donde no brilla la luz, donde están los invisibles de este mundo. Te damos gracias porque siempre eres Buena Noticia en nuestras vidas. Amén
En el momento de presentar la OFRENDA de toda la Iglesia oremos a Dios Padre Misericordioso
El Señor reciba de tus manos esta OFRENDA…
ORACIÓN OFRENDAS
Junto con el Pan y el Vino recibe la ofrenda de esta Comunidad, de niños, jóvenes y personas mayores que hoy celebramos tu Cumpleaños. Queremos descubrirte en la sonrisa de los niños, en el amor de los jóvenes, y en el cariño y la entrega de los mayores. Todo ello te lo ofrecemos por Jesucristo Nuestro Señor. Amen
PREFACIO
El Señor está con vosotros
Y con tu Espíritu
Levantemos el corazón
Lo tenemos levantado hacia el Señor
Damos gracias al Señor nuestro Dios
Es justo y necesario
Verdaderamente es digno y justo que nosotros,
convocados por tu palabra,
te honremos y demos gracias
usando precisamente el don de palabra que nos diste.
Te reconocemos ante el mundo como nuestro Padre,
el progenitor de la humanidad y de toda la creación.
Mediante tu palabra existió todo
y sin tu palabra no existió cosa alguna.
Tu palabra contenía la vida
y al hacernos partícipes de tu palabra,
nos comunicaste vida y luz,
una luz que brilla siempre, aun en la tiniebla.
Te bendecimos, Padre,
porque has querido habitar en lo hondo de nuestro ser
y nos hablas y quieres que nos comuniquemos contigo
y también entre nosotros.
Por todo ello, nos unimos a los profetas
y a cuantos dieron testimonio de Ti en este canto de alabanza.
SANTO, SANTO, SANTO…
CONSAGRACIÓN Y PLEGARIA
Bendito sea Jesús, tu enviado
el amigo de los niños y de los sencillos.
Él vino para enseñarnos
cómo debemos amarte a Ti
y amarnos los unos a los otros.
Él vino para arrancar de nuestros corazones
el mal que nos impide ser amigos
y el odio que no nos deja ser felices.
Él ha prometido que su Espíritu Santo
estará siempre con nosotros
para que vivamos
como verdaderos hijos tuyos.
Recibimos tu Espíritu con alegría
para que santifique este pan y este vino y
se conviertan para nosotros
en el sacramento del Cuerpo y + la Sangre de Jesús, en la Persona y la Vida de Jesús, aquí significadas.
El mismo Jesús,
poco antes de morir,
nos dio la prueba de tu Amor.
Cuando estaba sentado a la mesa con sus discípulos, tomó el pan,
dijo una oración para bendecirte y darte gracias,
lo partió y lo dio a sus discípulos, diciéndoles:
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, tomó el cáliz lleno de vino,
te dio gracias con la plegaria de bendición
y lo pasó a sus amigos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él,
porque éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para iluminar vuestras vidas.
Haced esto en conmemoración mía.
Éste es el Sacramento de nuestra fe.
Por eso, Padre bueno, recordamos ahora
la resurrección de Jesús, el Salvador del
mundo, y renovamos nuestra fraternidad.
Él se ha puesto en nuestras manos
para que te lo ofrezcamos como ofrenda nuestra
y junto con él nos ofrezcamos a ti.
Tú nos escuchas, Señor Dios nuestro;
y nos das tu Espíritu de amor
a los que participamos en esta comida,
para que vivamos cada día
más unidos en la Iglesia,
con el santo Padre, el Papa León,
con nuestro Obispo N…,
los demás obispos,
y todos los que trabajan por tu pueblo.
No nos olvidamos de las personas que amamos
ni de aquellas a las que debiéramos querer más.
Te damos gracias porque nuestros
hermanos difuntos… familiares
amigos y miembros de nuestra Comunidad
están ya contigo en Tu casa del Cielo.
Y un día, nos reuniremos contigo,
con María, la Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra, su esposo San José, los santos
y todas las personas de bien
para celebrar la gran fiesta del cielo.
Entonces, todos los amigos de Jesús, nuestro Señor, podremos cantarte sin fin.
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén
PADRENUESTRO
PADRE Y MADRE NUESTRA
EN QUIEN SOMOS Y VIVIMOS.
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
TÚ NOS DAS HOY
NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
TÚ PERDONAS NUESTROS PECADOS
Y NOSOTROS QUEREMOS PERDONAR
A LOS QUE NOS OFENDEN.
No nos dejes caer en la tentación.
Y líbranos del mal. Amen
Señor nos ayudas a librarnos de nuestros males
tú que dijiste a tus apóstoles: “la paz os dejo, la paz
os doy”, no tienes en cuenta nuestros pecados sino
la fe de tu Iglesia y conforme a tu palabra nos concedes la paz y la unidad. Tú que vives por los siglos de los siglos. Amén.
CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ TIENES piedad de nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, TÚ NOS DAS la paz
Jesús nos invita a ser pan partido y repartido para los demás.
ORACIÓN FINAL
Señor Jesús, hoy te contemplo
como uno de esos niños pequeños,
recién nacidos, con sus ojos cerrados
y un poquito de pelo en la cabeza,
con muy poco peso,
envuelto en unas telas blancas
que abultan más que todo tu cuerpo,
acunado en brazos de tu Madre, María.
A ella la veo contenta,
satisfecha teniendo entre sus manos
ese gran tesoro que eres Tú.
A ella la veo que está enseñándonos,
ofreciéndonos a su Hijo que eres Tú, Jesús.
Ella nos lo muestra y nos lo da.
No se lo guarda sino que lo comparte.
Gracias María por tu disponibilidad.
Viniste al mundo, Señor Jesús,
y lo hiciste desde el principio hasta el fin
como uno más de nosotros.
No tomaste tu venida
como un juego, como un espectáculo
sino que te hiciste totalmente como nosotros
menos en el pecado.
Tú el Salvador, el Mesías, el Señor…
tomas el camino estrecho de la humildad
y del servicio.
¡Qué lección más grande para todos nosotros!
¡Cuánto, Señor Jesús,
nos cuesta entrar por tus caminos!
Y en lo pequeño, en ese niño recién nacido
está el futuro de la humanidad,
la salvación del género humano,
la gran Buena Noticia.
Yo quedo prendado de tanto misterio
y te doy gracias por hacer las cosas a tu manera.
Que nosotros sepamos hacer nuestras cosas
a tu manera, a la manera de hacer de Dios.
Señor Jesús,
ya desde el principio te escoge Dios Padre
los que serán tus compañeros,
tus predilectos:
los pequeños, los marginados…
representados en aquellos pastores.
Una vez más he de decirte, Señor Jesús,
que no dejas de desconcertarnos.
Cada paso que das
es un interrogante para nosotros.
Y para postre cuando Dios nos dice
cuál es el signo de su presencia entre nosotros
una vez más nos desconciertas.
Nosotros, seguramente, lo hubiéramos puesto
en algo deslumbrante, luminoso, rico…
y Tú, Padre bueno,
por medio de los ángeles,
les dices a los pastores que el signo de Dios es
la debilidad “envuelto en unos pañales…
recostado en un pesebre”.
O sea que a lo mejor, Señor Jesús,
nos estás diciendo
que también ahora tu presencia entre nosotros
continúa estando en la debilidad.
La debilidad es el señorío de Dios
en este mundo.
¡Qué difícil nos resulta a todos:
seglares, presbíteros, religiosos, obispos,
asumir y vivir en carne propia
todas estas cosas, toda esta manera de hacer
que es tan diferente a lo que solemos ver!
El pesebre y las luces
no deberían ser sólo unos objetos
que situamos en unos lugares
y que tienen su encanto,
sino que deberían ser los signos
de todo un estilo de vida
de los seguidores de Jesús
y de sus comunidades
Gracias, muchas gracias, Señor Jesús
por haber nacido,
por la manera como lo hiciste
y por el fin al que viniste.
Gracias, Señor Jesús.
BENDICIÓN
El Señor os bendice, os guarda
y en sus palmas os lleva tatuados.
Os acompaña en todos los caminos.
Y hace prósperas las obras de vuestras manos.
Sentíos siempre abrazados y bendecidos por este Dios enamorado,
Padre, Hijo y Espíritu Santo. AMÉN.
FELIZ Y SENCILLA NAVIDAD HERMANOS