Seminario en Manaos reúne a 70 representantes de los estado de Amazonas y Roraima Adolfo Zon: “las Pastorales Sociales son mediaciones concretas para hacer visible y eficaz el amor de Dios”

"Tenemos que retomar los espacios eclesiales que se han vuelto bastante cerrados en la perspectiva de un compromiso mayor de la propia Iglesia en el área de la transformación social"

Los gobiernos tienen “miedo de gente organizada, porque la gente organizada transforma la sociedad”

“Las Pastorales Sociales son la manera concreta de nuestra Iglesia de practicar la caridad, que es el mandamiento más grande que Jesús nos dejó"

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El momento actual por el que Brasil pasa, reclama una actitud profética de la Iglesia. Siendo ésta una misión propia de todos los bautizados, las Pastorales Sociales tienen esta dimensión como objetivo fundamental. Con ese propósito se reunían en Manaos de 13 a 16 de junio, unos 70 representantes de las nueve circunscripciones eclesiásticas que componen el Regional Norte 1 de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil – CNBB.

El seminario se celebraba coincidiendo con la huelga general convocada el 14 de junio contra la Reforma de la Previdencia, que sacó a la calle a millones de personas que protestaban contra las políticas del actual gobierno, que pretende llevar a cabo una reforma que satisfaga los intereses de los bancos y de los dueños del capital. Los participantes del encuentro se hicieron presentes en la paseata en el centro de Manaos, a la que diversas organizaciones de la Iglesia, entre ellas la Cáritas Brasileña, se habían adherido. No podemos olvidar que los propios obispos ya manifestaron su oposición a la reforma en la nota lanzada en su última asamblea general celebrada el pasado mes de mayo.

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Hablando sobre la importancia de las Pastorales Sociales en la vida del Regional y en la vida de la Iglesia, Mons. Adolfo Zon, que coordina esta dimensión en el Regional Norte 1 de la CNBB, reconoce que “son fundamentales porque son mediaciones concretas para hacer visible y sobre todo eficaz el amor de Dios a todas las personas, sobre todo de aquellos que pasan más necesidad". El obispo de Alto Solimões recuerda lo que dice la encíclica Caritas in Veritate, "cada bautizado, cada discípulo misionero de Jesucristo, es un canal de la gracia de Dios".

El encuentro partía de un análisis de la actual coyuntura social, política y económica por la que Brasil pasa, una situación cada vez más preocupante para buena parte de la población, que desaprueba la gestión del gobierno Bolsonaro, cuya popularidad y aceptación social es la más baja entre los últimos gobiernos en los primeros meses de su gestión. Dentro de esa panorámica, las Pastorales Sociales abordan una serie de desafíos que han sido analizados desde diferentes perspectivas: seguridad ciudadana, educación, sanidad, pueblos indígenas y medio ambiente.

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Daniel Seidel reconoce que “la Iglesia de Brasil está enfrentando un momento de rearticulación, debido a toda una implicación que ocurrió en los gobiernos anteriores de líderes de las pastorales sociales en políticas públicas, y que ahora, desgraciadamente, están siendo cada vez más desmontadas”. El asesor de la REPAM-Brasil y miembro de la Comisión Brasileña de Justicia y Paz de la CNBB, afirma que "por eso, entonces, tenemos que retomar los espacios eclesiales que se han vuelto bastante cerrados en la perspectiva de un compromiso mayor de la propia Iglesia en el área de la transformación social".

Los participantes del encuentro han abordado aspectos concretos que forman parte de la vida de las Pastorales Sociales, como es el Grito de los Excluidos, que cada 7 de septiembre desde 1995 reúne a movimientos eclesiales y sociales en torno a un tema concreto. Este año de 2019, será “¡Este Sistema no Vale!”, con una clara referencia al crimen de Brumadinho, donde la empresa minera Vale provocó la muerte de 240 personas y 32 desaparecidos, a lo que se une un desastre ambiental de consecuencias desastrosas, que se prolongarán en el tiempo durante decenas de años.

Otro tema que también ha sido abordado es la 6ª Semana Social Brasileña, aprobada en la última asamblea general de la CNBB y sobre la cual se están realizando consultas por todo el país en busca del tema y la organización concreta. La 1ª Semana Social brasileña fue realizada en 1991 y siempre ha sido un momento de reflexión en torno a temas actuales. Según Jardel Neves, Presidente de la Pastoral Obrera a nivel nacional, la celebración de esta semana es “de gran importancia para el momento actual”. De hecho, los gobiernos tienen “miedo de gente organizada, porque la gente organizada transforma la sociedad”. En ese sentido, él recordaba que “la Iglesia no puede descuidar el servicio de la caridad, como no puede omitir los Sacramento y la Palabra”, como recordaba Benedicto XVI en su encíclica Deus Caritas Est.

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En ese mismo sentido, Mons. José Ionilton Lisboa de Oliveira, reconoce que “las Pastorales Sociales son la manera concreta de nuestra Iglesia de practicar la caridad, que es el mandamiento más grande que Jesús nos dejó". El obispo de la Prelatura de Itacoatiara, destaca la importancia del encuentro como “momento para pensar juntos, evaluar y hacer nuestra previsión de acción de aquí en adelante para fortalecer aún más la presencia de la Iglesia junto a aquellas personas que más necesitan de nuestro amor solidario”.

El Sínodo para la Amazonía, que este lunes, 17 de junio, presenta su Instrumentum Laboris, también ha estado presente en el encuentro, siendo recordado el proceso llevado a cabo hasta ahora desde que el 15 de octubre de 2017 era convocado por el Papa Francisco. Por encima de todo se ha destacado la importancia del proceso de escucha, del cual han participado las Pastorales Sociales, siempre preocupadas por muchos de los aspectos que están siendo reflexionados dentro del proceso sinodal.

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