Conferencia de apertura del I Congreso Brasileño de Teología Pastoral Agenor Brighenti: "El lugar de la teología no es la academia, son los espacios, los procesos eclesiales”

Agenor Brighenti
Agenor Brighenti

"Necesitamos reflexiones lúcidas, indicaciones asertivas, respuestas configuradoras para el camino misionero de nuestra Iglesia”

"La teología es un servicio a la Iglesia y la Iglesia existe para evangelizar"

La crisis es una oportunidad que abre "a un horizonte mayor y mejor", que "impone la urgencia de arriesgar y el valor de apostar por lo nuevo"

La propuesta, surgida del pensamiento del Papa Francisco, sería una pastoral de conversión misionera, con una perspectiva transformadora y liberadora de nuestra fe

El Sínodo para la Amazonía, "ha sido muy inspirador para la Iglesia en América Latina y esto se está encarnando en diferentes innovaciones"

Congreso de Teología Pastoral

Un congreso de gran importancia en el camino misionero de nuestra Iglesia. Así definió Mons. Walmor Oliveira de Azevedo, en sus palabras de apertura, el I Congreso Brasileño de Teología que está siendo celebrado virtualmente del 3 al 6 de mayo de 2021, organizado por la Facultad Jesuita de Filosofía y Teología - FAJE, la Pontificia Universidad Católica de Minas Gerais - PUC Minas, el Instituto Santo Tomás de Aquino - ISTA, la Archidiócesis de Belo Horizonte y el Centro Loyola de Fe y Cultura. El tema del Congreso es “Discernir el trabajo pastoral en tiempos de crisis: realidad, desafíos, tareas”.

El presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) subrayó "la alegría esperanzadora de un Congreso como éste, teniendo en cuenta los tiempos que estamos viviendo, un tiempo de muchas oscuridades, de muchos fundamentalismos, de muchas cosas que van a contracorriente dentro de nuestra propia Iglesia, por no hablar del corazón de la sociedad". El arzobispo de Belo Horizonte dijo que "necesitamos reflexiones lúcidas, indicaciones asertivas, respuestas configuradoras para el camino misionero de nuestra Iglesia”.

Destacó "la importancia del cristianismo para un mundo que necesita recomponerse y para una sociedad brasileña que necesita reconstruirse ante tantos desmantelamientos en el mundo de la política, de la economía, con la gravísima crisis sanitaria del Covid-19 y otros muchos desmoronamientos". Ante esta realidad, el Congreso debe ser una oportunidad para retomar la lucidez y ser en el corazón del mundo una Iglesia más misionera y en diálogo con la sociedad plural, insistió Mons. Walmor. El presidente de la CNBB ve el Congreso como un signo de gran esperanza para la Iglesia de Brasil, pidiendo que "se abran nuestros corazones al diálogo, que es la tarea de la teología pastoral".

Congreso

El rector de la PUC de Minas, Mons. Joaquim Mol, hizo un llamamiento a profundizar en la teología que ilumina el trabajo pastoral. "Toda acción de la Iglesia tiene que ser una acción pastoral, es decir, a la manera del Buen Pastor, Jesús", afirmó el obispo auxiliar de Belo Horizonte. En un ir y venir que hace fecunda la acción de la Iglesia en el mundo, destacó la necesidad de que la teología sea más pastoral.

"La pastoral está en el corazón de la Iglesia, la pastoral siempre está ocurriendo", según el rector de la FAJE. Estamos ante un "Congreso que nos ayuda a reflexionar, a pensar y a soñar", afirmó el padre Elton Ribeiro, quien se refirió al discernimiento, idea presente en el tema del Congreso. Vivimos un tiempo de discernimiento, que es "siempre un juego entre nuestra responsabilidad y la voluntad de Dios", según el jesuita.

En un tiempo en que no han faltado las crisis, según fray João Junior, y que ha afectado a la práctica pastoral, es necesario que "no nos falte discernimiento". El rector del ISTA definió el discernimiento como "ese delicado arte de encontrar en medio de la encrucijada de la realidad dónde nos inspira, dónde nos señala". A partir de la visión de San Francisco, relacionó discernimiento, fraternidad y eclesialidad.

"La teología es un servicio a la Iglesia y la Iglesia existe para evangelizar", según Agenor Brighenti, lo que le lleva a afirmar que "la teología tiene que ser una teología pastoral". Según él, "el lugar de la teología no es la academia, el lugar de la teología son los espacios, los procesos eclesiales", advirtiendo sobre el riesgo de "una teología sin base eclesial", que en el pontificado de Francisco ha asumido el reto de ser una base en las periferias.

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Agenor Brighenti abordó su reflexión a partir de tres cuestiones: ¿Qué es esta crisis que estamos viviendo?  En este contexto de crisis, ¿cómo está la pastoral? Elementos para el tipo de pastoral que debemos asumir y que puede contribuir a esta crisis que estamos viviendo.

La crisis actual, marcada por la pandemia, forma parte de una crisis estructural previa, según el que es considerado uno de los pastoralistas más destacados de Brasil. Reflexionó sobre algunos elementos presentes en esta crisis, como el negacionismo, la presencia del capital en la crisis, el retorno del hambre, el alto desempleo, la crisis política, la vacunación, la necropolítica, la instrumentalización de la religión, el proyecto civilizatorio moderno, la cosificación del ser humano y la depredación de la naturaleza, la crisis de las religiones y las democracias representativas.

Ante la crisis hay diferentes reacciones, según Brighenti, una de ellas es el miedo, que "no es una buena reacción porque el miedo exagera el peligro, el miedo paraliza", además genera perplejidad, angustia. Pero la crisis es una oportunidad, según el teólogo, que abre "a un horizonte mayor y mejor", que "impone la urgencia de arriesgar y el valor de apostar por lo nuevo", despierta la creatividad y desafía a soñar. Hay quienes miran el contexto de la crisis con una visión retrospectiva de la realidad, buscando prolongar el pasado en el presente, buscando seguridad, pero esto provoca fanatismos que generan salidas violentas.

Agenor Brighenti

También hay quienes lo miran con una visión catastrófica de la realidad, resignados al pragmatismo de la vida cotidiana, dejándose llevar por las sensaciones, apostando por el sentimentalismo, el fundamentalismo y el tradicionalismo como seguridad. Por último, los que miran con visión prospectiva, miran al futuro, buscando un futuro mejor. Incluso con los límites que esxisten, no podemos pretender volver al pasado como forma de salir de nuestro momento presente, insistió Agenor Brighenti.

"La crisis actual está teniendo un gran impacto en la Iglesia, en la pastoral", según el teólogo. No podemos olvidar que después del Vaticano II, la Iglesia es "una Iglesia que peregrina con la humanidad". Las diferentes visiones de la realidad generan diferentes visiones pastorales, que se manifiestan en una pastoral de conservación, centrada en el sacerdote y la parroquia, sacramentalizante, devocional, providencialista y milagrera, que recurre a soluciones milagrosas, predomina la sacramentalización sobre la evangelización, con fieles apologistas, con guardianes de la ortodoxia, de la moral católica, de la Sagrada Tradición, que acaba creando su propio mundo, combatiendo a los diferentes, una fe ideologizada.

La posición de los que tienen una visión catastrófica de la realidad es una pastoral secularista, restringida al aquí y al ahora, una religión del cuerpo que busca la prosperidad material, la salud física y la realización afectiva, una religión consumista, entre la magia y el esoterismo, con gente que busca la autoayuda, con un desplazamiento de lo profético a lo terapéutico, de lo ético a lo estético, una religión a la carta que se apoya en la contribución de los medios de comunicación a la banalización de la religión.

Vaticano II

Pero también están los que tienen una visión prospectiva, "los que hicieron del Vaticano II, más que un punto de llegada, un punto de partida", según Brighenti. Hoy son segmentos que han decaído, aunque últimamente se han aireado, que están presentes "en las pequeñas comunidades insertas proféticamente en la sociedad, más allá del parroquialismo y del universalismo de los movimientos", así como "la Iglesia de la opción por los pobres, que los hace sujetos de una sociedad inclusiva", Es la Iglesia de la Campaña de la Fraternidad, de las Pastorales Sociales, de una espiritualidad liberadora, sinodal, de la pastoral orgánica de conjunto, que busca superar la postura autorreferencial, ecuménica e interreligiosa, ministerial, más allá del binomio clero y laicos.

Agenor Brighenti hizo un llamamiento a integrar la gratuidad en nuestros espacios, en nuestras prácticas pastorales, a combinar la utopía del futuro con el presente, la objetividad y la subjetividad, a asumir lo local sin convertirlo en una isla, a combinar autoridad y consenso.

Las perspectivas pastorales para nuestro tiempo deben nacer de una segunda recepción del Vaticano II, de Medellín, en el caso de América Latina, para dar pasos adelante. La propuesta, surgida del pensamiento del Papa Francisco, sería una pastoral de conversión misionera, con una perspectiva transformadora y liberadora de nuestra fe. Una Iglesia en salida que rompe con una Iglesia autorreferencial y sale a las periferias. "La salida de nuestra crisis no está en el centro", insistió Brighenti, que vio la necesidad de una descolonización de la pastoral. Finalmente, dio algunas indicaciones en este momento de crisis.

El teólogo destacó que el Sínodo para la Amazonía, del que fue perito, "ha sido muy inspirador para la Iglesia en América Latina y esto se está encarnando en diferentes innovaciones", como la Conferencia Eclesial de la Región Amazónica - CEAMA, en la que participa el pueblo de Dios. Ahora estamos viviendo la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, en la que no sólo participarán los obispos, que recuerda a las Asambleas del Pueblo de Dios vividas en Brasil. Desde ahí, desafió a la CNBB a convertirse en una Conferencia Eclesial en Brasil. 

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