Uno de los santos con más devotos en Argentina Argentina celebra la fiesta del Santo Cura Brochero, misionero a lomos de una mula, ejemplo de Iglesia en salida

Francisco con la imagen de Santo Cura Brochero
Francisco con la imagen de Santo Cura Brochero

Ordenado sacerdote el 4 de noviembre de 1866, el cura Brochero puede ser considerado como ejemplo de misionero en medio de sus paisanos, como alguien que hacía realidad la Iglesia en salida que hoy promueve aquel que le canonizó, el 16 de octubre de 2016, el Papa Francisco

En el Cura Brochero se hace presente, “un hombre común a la gente, sencillo y todo un padre. Fue sacerdote, pero también un serrano más”

“Parecía que me hablaban de un cura que estaba vivo, que era un sacerdote que los esperaba a todos para escucharlos y rezar con ellos”

“Que tengamos esa fuerza pastoral de Brochero que golpeaba casa por casa, rancho por rancho, para que los hombres y mujeres de su tiempo se encuentren con Jesús”

Santo Cura Brochero

San José Gabriel del Rosario Brochero, o simplemente el Cura Brochero, como es conocido en Argentina. Esa es la fiesta que hoy es celebrada en la tierra que vio nacer el 16 de marzo de 1840, en las sierras cordobesas, a aquel que popularmente es conocido como el cura gaucho.

Ordenado sacerdote el 4 de noviembre de 1866, el cura Brochero puede ser considerado como ejemplo de misionero en medio de sus paisanos, como alguien que hacía realidad la Iglesia en salida que hoy promueve aquel que le canonizó, el 16 de octubre de 2016, el Papa Francisco, argentino como él y admirador de la figura de alguien que no dudaba en ir al encuentro de la gente a lomos de una mula, para escuchar, para compartir el mate y con él las alegrías y tristezas del día a día.

Aquel que es patrono del clero argentino siempre quiso ser uno más en su comunidad, incluso en su vestimenta, siempre cubierto por el poncho típico de los gauchos. Estar entre sus paisanos era una forma de llevar la buena noticia a todos, también a aquellos que estaban distantes, física y espiritualmente, a aquellos que formaba parte de las periferias.

Seminaristas argentinos

Con motivo de la fiesta del Santo Cura Brochero, seminaristas nacidos en la región en la que tanto anduvo el ahora santo, relataban a AICA lo que su figura representa en su vida de fe y en su vocación.  “Desde niño, siempre estuve acostumbrado a ver a este hombre en las estampas. Nunca me animé a preguntar quién era, pero siempre me llamaba la atención verlo en esa imagen que está en el lomo de la mula, y también cómo mucha gente lo quería y hablaban de él”, afirma Luciano Montoya, que recuerda el momento de la beatificación del Cura Brochero como “una celebración inolvidable”.

Poco a poco, según el seminarista de 20 años, ha ido descubriendo en Brochero “un gran ejemplo en mi vida”, llegando a considerarle como “un gran amigo en mi camino”, alguien en quien descubre la presencia de alguien que tiene “un corazón de buen pastor”. En el Cura Brochero se hace presente, “un hombre común a la gente, sencillo y todo un padre. Fue sacerdote, pero también un serrano más”, afirma Luciano Montoya.

Para Agustín Sánchez, Brochero es alguien que fundamentó su sacerdocio en la cercanía con la gente, “en contacto con la vida de la gente de Traslasierra”. En ese sentido, el seminarista de la diócesis de Cruz del Eje, recuerda los testimonios comunes en la región, que “cuentan de él que siempre se acordaba los nombres, las historias, se preocupaba por ellos cuando invitaba a los ejercicios”, calificando su pastoral como de “cuerpo a cuerpo”.

Cura Brochero

En la vida de Pablo Lasala, que dice querer ser sacerdote desde niño, la vida y testimonio del cura Brochero siempre fue una fuerte motivación. Nacido en la Villa Cura Brochero, su figura siempre estuvo presente en su día a día, siendo tenido como santo por la gente, alguien a quien los niños veían como “un amigo en el Cielo que nos hacía el favor de escuchar la peticiones y contárselas a Dios”.

El testimonio de los peregrinos es visto por el seminarista de 28 años como algo que marcó su vocación, “parecía que me hablaban de un cura que estaba vivo, que era un sacerdote que los esperaba a todos para escucharlos y rezar con ellos”. De hecho, hoy considera que Brochero es “un modelo a seguir por cualquier sacerdote”.

También monseñor Santiago Olivera, obispo castrense, ha recordado ha recordado la importancia del Cura Brochero en una carta a los capellanes castrenses, destacando la importancia de asumir su ardor misionero, pidiendo que “interceda para que sea también el deseo de cada uno de nosotros imitar su celo misionero, su predicación evangélica y una vida pobre y entregada”. El obispo ha pedido en su carta “que tengamos esa fuerza pastoral de Brochero que golpeaba casa por casa, rancho por rancho, para que los hombres y mujeres de su tiempo se encuentren con Jesús”. Esa actitud debe suponer, un ir “en salida para tocar el corazón de cada fiel para que se encuentre más con Jesús”, invitando a poner en juego la creatividad e imaginación para poder evangelizar en este tiempo de pandemia.

Mons. Santiago Olivera

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