"Todos somos discípulos misioneros en salida" será el tema de la conferencia Nace la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, “una reunión del Pueblo de Dios”, en palabras del Papa

Papa Francisco interviene en la presentación de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe
Papa Francisco interviene en la presentación de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe

“Que esta asamblea eclesial no sea una élite, separada del santo pueblo fiel de Dios”, pues “todos somos parte del Pueblo de Dios”

Una Asamblea que aspira “a tener una plena y amplia participación de todo el Pueblo de Dios peregrino en América Latina y el Caribe”, que quiere dar relevancia “a nuestro ser y estar en medio de los gritos de los empobrecidos y de la hermana madre tierra en este tiempo de pandemia”

“Ser la presencia de Jesús en la vida cotidiana de la gente”, como modo de anunciar el Evangelio, de ser Iglesia en salida

“Vemos en esta iniciativa un signo profético para el futuro de la Iglesia, porque no solamente los obispos se reúnen sino también con todos los participantes del pueblo de Dios”

Es un encuentro de todas las vocaciones, pues “desde el momento del Bautismo formamos parte de la vida de la comunidad cristiana”

Presentación Asamblea

Una reunión del Pueblo de Dios”, así ha definido el Papa Francisco la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, en su intervención por vídeo en la presentación de esta novedad, como él mismo enfatizaba, que se ha iniciado este 24 de enero y va a tener su punto fuerte del 21 al 28 de noviembre en Ciudad de México, allí donde está la Patrona de Nuestra Señora de Guadalupe, desde cuya Basílica se ha llevado a cabo la presentación.

Se quiere hacer memoria de Aparecida, la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, “de la cual todavía tenemos que aprender mucho”, en palabras del Santo Padre, que sigue presentando desafíos. Uno de ellos es asumir definitivamente las reflexiones del Concilio Vaticano II, que quiso hacer realidad una Iglesia de la que forma parte “todo el Pueblo de Dios que va caminando”, según el Papa Francisco, donde “se reza, se habla, se piensa, se discute, se busca la voluntad de Dios”. Él advertía de la necesidad de “que esta asamblea eclesial no sea una élite, separada del santo pueblo fiel de Dios”, pues “todos somos parte del Pueblo de Dios”, y de la oración, “que el Señor se haga sentir desde ahí nuestro pedido para que esté con nosotros”.

Son muchas las instituciones de la Iglesia en América Latina y el Caribe, como fue dado a conocer en la presentación de la Asamblea, a través del testimonio de obispos, religiosos, religiosas, sacerdotes, diáconos, laicos y laicas. Aparecida afirma que “todos somos discípulos Misioneros”, en palabras del presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM, una Iglesia Pueblo de Dios, en la que “cada bautizado es convocado a ser un protagonista en la misión”, según Monseñor Miguel Cabrejos. En sus palabras afirmaba que esta inédita Asamblea Eclesial se encuentra en a perspectiva de la sinodalidad, recogiendo el Magisterio Pontificio del Papa Francisco, desde Evangelii Gaudium a Fratelli Tutti, y sus llamados a la conversión.

Monseñor Miguel Cabrejos

Estamos ante una Asamblea “que pretende acompañar el profundo y urgente proceso de renovación y reestructuración del CELAM, inspirado en los 4 sueños del Papa en Querida Amazonía”, según su presidente. Una Asamblea que aspira “a tener una plena y amplia participación de todo el Pueblo de Dios peregrino en América Latina y el Caribe”, que quiere dar relevancia “a nuestro ser y estar en medio de los gritos de los empobrecidos y de la hermana madre tierra en este tiempo de pandemia”. Monseñor Cabrejos ha animado a la participación en el proceso de escucha, en perspectiva sinodal, que se desarrollará desde el segundo trimestre de este año, a “todos los hombres y mujeres que constituyen la Iglesia de Cristo en América Latina y el Caribe”.

El tema de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, "Todos somos discípulos misioneros en salida", es “un fuerte llamado para quienes profesan la fe cristiana católica”, en palabras de Monseñor Walmor Oliveira de Azevedo. Él llamaba a ser “más misioneros, cultivando la cercanía que este tiempo exige, siendo una presencia transformadora en la vida de las personas”. El presidente del episcopado brasileño ha destacado la necesidad de la corresponsabilidad por el prójimo, de “ser la presencia de Jesús en la vida cotidiana de la gente”, como modo de anunciar el Evangelio, de ser Iglesia en salida.

Al hacer memoria agradecida de Aparecida, el cardenal Rodríguez Maradiaga, ve la asamblea como “una propuesta restauradora y regeneradora”, que supera en clave sinodal lo solo episcopal, “con una metodología representativa, incluyente y participativa, como lo fue el Sínodo de la Amazonía”, en la que el cardenal hondureño fue uno de los padres sinodales. En esa memoria de Aparecida, el cardenal Brenes recordaba que allí el Espíritu Santo marcó unas pautas, las pautas de la conversión pastoral y de la misión continental”. Ese mismo Espíritu nos debe impulsar a “hacer de nuestras Iglesias una Iglesia en salida, una Iglesia misionera”, insistía el Segundo Vicepresidente del CELAM.

Dom Walmor Oliveira de Azevedo

No podemos olvidar que Aparecida “elaboró un documento extraordinario, de gran riqueza, con un llamado a renovar la vida de la Iglesia en nuestro continente, como discípulos misioneros”, según el cardenal Odilo Scherer, que ve la asamblea como “un recordatorio de los puntos principales de la Conferencia de Aparecida, que tal vez aún deban ser subrayados y retomados”.

Estamos ante una asamblea que “el Santo Padre sigue de cerca y con mucho interés”, según el cardenal Marc Ouellet, algo que también es asumido por él y la Comisión para América Latina, que él preside. El purpurado canadiense señala que “vemos en esta iniciativa un signo profético para el futuro de la Iglesia, porque no solamente los obispos se reúnen sino también con todos los participantes del pueblo de Dios”. En sus palabras invitaba “a pensar en la cultura vocacional en América Latina”, que toque todas las vocaciones.

El presidente del episcopado mexicano hacía el convite a participar de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. Según Monseñor Rogelio Cabrera, “queremos hacer memoria, pero también queremos trazar caminos nuevos”, ser una Iglesia de discípulos misioneros, alcanzar “el sueño de la fraternidad universal y de la amistad social”. No podemos olvidar que estamos ante la oportunidad de “discernir los nuevos desafíos, a la luz de las riquezas que nos aporta el Documento de Aparecida”, en palabras de Monseñor Jorge Eduardo Lozano. Es un encuentro de todas las vocaciones, pues “desde el momento del Bautismo formamos parte de la vida de la comunidad cristiana”, según Monseñor Lozano.

Monseñor Rogelio Cabrera

En el logotipo se recoge el mundo, en el que va navegando la Barca de Pedro, donde estamos todos, la gran biodiversidad latinoamericana, y la presencia y la compañía de la Virgen María simbolizada en esta estrella, según el Secretario General del CELAM. Él definía la preparación de la Asamblea a partir de tres instancias: la espiritual, la de la escucha y la del encuentro.

Al hablar de la forma de llevar a cabo la Asamblea, Monseñor Alfonso G. Miranda Guardiola, partía de la idea de que “la pandemia ha detonado la creatividad de la Iglesia”. Esta asamblea, en palabras del secretario del episcopado mexicano “se llevará a cabo de manera híbrida, o mixta”, con personas que estarán presencialmente en la Ciudad de Méjico, y otras en sedes alternas en cada uno de los países que conforman el CELAM, pretendiendo “involucrar a toda la Iglesia de América Latina y el Caribe, para que puedan participar de manera virtual”.

Es una Asamblea en una sede mariana, la Basílica de Guadalupe, Patrona de América Latina y el Caribe, que recoge el legado de una Conferencia del Episcopado llevada a cabo a los pies de la Patrona de Brasil, Nuestra Señora de Aparecida, a quien han sido confiados los trabajos de esta novedad eclesial, que puede convertirse en camino de futuro no solo para América Latina y el Caribe como para todo el mundo. Quedémonos con las palabras del Papa Francisco al final de su intervención: “¡Adelante, con coraje!”. Esa es la forma de hacer realidad esta novedad que la Iglesia Latinoamericana y Caribeña está proponiendo.  

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