Asamblea Sinodal del Cono Sur Asamblea Eclesial y Sínodo 2021-2024: “Verdaderos Pentecostés para la Iglesia”

Asamblea Sinodal del Cono Sur
Asamblea Sinodal del Cono Sur

El Sínodo 2021-2024 y la Primera Asamblea Eclesial están “estrechamente vinculados en el tiempo, en sus objetivos y en el formato del evento

“Verdaderos desbordes del Espíritu, que abrieron nuevos caminos para la Iglesia y que continúan inspirando nuevas respuestas frente a los desafíos de la evangelización en nuestro contexto

La Conversación Espiritual es una metodología sencilla, basada en un diálogo entre Dios y su criatura, que acontece en el corazón humano a través de las mociones y que tiene como fundamento “la convicción de que existe un influjo del Espíritu Santo en los corazones de todos los cristianos y cristianas”

La conversación espiritual es una metodología para animar el discernimiento comunitario, un intercambio centrado en la calidad de la escucha, que atiende las mociones del corazón propio y de las otras personas

La Iglesia de América Latina y el Caribe puede ser considerada como aquella que fue cultivando con mayor cuidado la semilla de la sinodalidad plantada en el Concilio Vaticano II. A lo largo de las últimas décadas ha ido dando pasos que pueden ser considerados muestras de eso, el último y puede decirse que más decisivo fue la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, realizada en noviembre de 2021, con la presencia de los diversos estamentos del Pueblo de Dios.

Agenor

Procesos vinculados

El Sínodo 2021-2024 y la Primera Asamblea Eclesial están “estrechamente vinculados en el tiempo, en sus objetivos y en el formato del evento”, según Agenor Brighenti, como hizo ver a los participantes de la Asamblea Sinodal del Cono Sur, que está siendo realizada en Brasilia de 6 a 10 de marzo. Dos eventos relacionados con lo vivido por la Iglesia del continente en las últimas décadas, que define como eventos kairológicos, “verdaderos Pentecostés para la Iglesia”.

El teólogo brasileño los define como verdaderos desbordes del Espíritu, que abrieron nuevos caminos para la Iglesia y que continúan inspirando nuevas respuestas frente a los desafíos de la evangelización en nuestro contexto”. Desde ahí destacó la importancia del Sínodo para la Amazonía, la Primera Asamblea Eclesial y el Sínodo 2021-2024, que circunscribe a la Conferencia de Aparecida en 2007 y la elección del Papa Francisco en 2013, acontecimientos que relanzaron el Concilio Vaticano II, y en caso de América Latina y el Caribe la Conferencia de Medellín.

Una novedad en formato y agenda

La Primera Asamblea Eclesial es considerada por Agenor Brighenti como una novedad, por su formato, y una marca, por su agenda que reavivó Aparecida. Una asamblea de la que surgió un texto final siguiendo el método ver, juzgar, actuar, que es una síntesis y sistematización del contenido de los cuatro documentos generados en el proceso de preparación y realización de la Asamblea: Documento para el Camino, Síntesis Narrativa, Documento para el Discernimiento y Conclusiones de la Asamblea.

Como mostró Brighenti, el texto recoge los aspectos significativos de los pueblos del continente en lo social, grandes iniquidades, fragilidad de las democracias, la casa común en peligro, la cultura del descarte, las nuevas religiosidades y rostros protagónicos, y lo eclesial, clericalismo, protagonismo del laicado, jóvenes, mujeres, pueblos originarios y afrodescendientes, formación en los seminarios, abusos y ser una Iglesia en salida.

De ahí surgen nuevos caminos a recorrer, con 32 propuestas pastorales con las correspondientes líneas de acción, distribuidas en 6 dimensiones, sistematizadas a partir de los 231 desafíos, 42 propuestas pastorales y 12 prioridades elaboradas por la Asamblea. Desde ahí la Asamblea propuso 3 horizontes: una Iglesia sinodal, comunión y participación, que analiza lo que es la sinodalidad y cómo se concreta la comunión, a partir de la participación y el discernimiento entre todos; una Iglesia misionera, compañera de camino, que busca que todos lleguen a la meta; y una Iglesia samaritana al servicio de la vida en plenitud, que sirve, escucha el clamor de los pobres y camina junto a otros actores sociales.

Conversación espiritual

Conversación espiritual como metodología

Los cuatro encuentros en que la Iglesia de América Latina y el Caribe ha realizado la Etapa Continental del Sínodo 2021-2024 tienen como metodología la conversación espiritual, un método dado a conocer por el jesuita Óscar Martín. En la tradición espiritual de la Iglesia se ha dado un cambio, “de experimentar a Dios vía mediaciones a experimentar al Señor por la comunicación existencial con Él”, siendo la clave que “Dios puede y quiere comunicarse directamente con su criatura”.

La Conversación Espiritual es una metodología sencilla, basada en un diálogo entre Dios y su criatura, que acontece en el corazón humano a través de las mociones y que tiene como fundamento “la convicción de que existe un influjo del Espíritu Santo en los corazones de todos los cristianos y cristianas”. Estas mociones, que el discernimiento nos ayuda a descubrir para dónde van, son expresión del buen y mal espíritu.

Discernimiento como proceso espiritual que busca

Desde ahí, el discernimiento debe ser entendido como proceso espiritual que busca, que hace percibir, distinguir las mociones del Espíritu en nuestro corazón y en las realidades humanas que apelan nuestra libertad a una decisión o acción. Para discernir hay que “tener ojos para ver y oídos para oír lo que Dios quiere”, para buscar y hallar la voluntad de Dios. Un discernimiento que se lleva a cabo en tres ámbitos: personal, comunitario y apostólico.

Por eso se puede decir que la conversación espiritual es una metodología para animar el discernimiento comunitario, un intercambio centrado en la calidad de la escucha, que atiende las mociones del corazón propio y de las otras personas. El objetivo de la conversación espiritual es detectar las mociones espirituales y su fruto es el discernimiento, buscando luces para seguir avanzando en el camino sinodal.

Eso se lleva a cabo en tres rondas, que se inicia con el compartir de los frutos de la lectura orante y la escucha activa, reflejar lo que más ha impresionado a cada uno, buscando preocupaciones comunes y generando armonía, y en tercer lugar sentir y expresar lo que el Espíritu nos está diciendo, buscando descubrir por dónde el Espíritu está moviendo a la comunidad. Una metodología que va a guiar a los participantes de esta Asamblea Sinodal del Cono Sur, buscando así aportar elementos que ayuden a concretar en nuevos caminos aquello que la Iglesia sinodal quiere hacer realidad.

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