De 14 a 16 de octubre en Brasilia 10ª Asamblea Nacional de los Organismos del Pueblo de Dios en Brasil: expresión de sinodalidad

10ª Asamblea de los Organismos del Pueblo de Dios en Brasil
10ª Asamblea de los Organismos del Pueblo de Dios en Brasil

Lo que se busca con la Asamblea Nacional de los Organismos del Pueblo de Dios es fortalecer la unidad eclesial en la diversidad de carismas y vocaciones, en un clima de fraternidad y alegría ante la misión común a todos

"Son muy importantes y necesarios porque, además de ser integrales, abren caminos de experiencias muy ricas e importantes a segmentos del Pueblo de Dios necesarios y fundamentales para este nuevo camino, especialmente en la evangelización, dentro y fuera de la Iglesia. Por lo tanto, es un gran regalo"

"Hacer efectivo el proceso de participación, de los diversos sujetos eclesiales, contribuyendo a la toma de conciencia y al testimonio de comunión como Iglesia"

"Comunión y Misión: un camino para la Iglesia en Brasil", es el tema de la 10ª Asamblea Nacional de los Organismos del Pueblo de Dios que se celebra este fin de semana, de 14 a 16 de octubre, en Brasilia. Un encuentro organizado por los seis organismos de comunión de la Iglesia en Brasil, que pretende continuar avanzando en el camino sinodal propuesto por el Papa Francisco como modo de ser Iglesia.

Asamblea del Pueblo de Dios en Brasil

200 delegados de 6 organismos diferentes

Se espera la participación de unos 200 delegados de los organismos que reúnen a obispos (Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil - CNBB), sacerdotes (Consejo Nacional de Presbíteros - CNP), diáconos (Consejo Nacional de Diáconos - CND), religiosos y religiosas (Conferencia de Religiosos de Brasil - CRB), consagrados seculares (Conferencia Nacional de los Institutos Seculares de Brasil - CNISB) y cristianos laicos (Comisión Nacional del Laicado Brasileño - CNLB).

Lo que se busca con la Asamblea Nacional de los Organismos del Pueblo de Dios es fortalecer la unidad eclesial en la diversidad de carismas y vocaciones, en un clima de fraternidad y alegría ante la misión común a todos. Dentro del actual contexto social, político y eclesial que vive Brasil, marcado por la cada vez mayor polarización, el encuentro, en el que se profundiza en diferentes temas, es una oportunidad para mostrar una toma de postura ante las situaciones por las que pasa el país, algo que se espera sea recogido en el "Mensaje Final".

Un gran regalo

El presidente del episcopado brasileño considera un don de Dios a los organismos del Pueblo de Dios. Según Mons. Walmor Oliveira de Azevedo, como recoge la propia CNBB: "Son muy importantes y necesarios porque, además de ser integrales, abren caminos de experiencias muy ricas e importantes a segmentos del Pueblo de Dios necesarios y fundamentales para este nuevo camino, especialmente en la evangelización, dentro y fuera de la Iglesia. Por lo tanto, es un gran regalo".

Estas asambleas comenzaron a ser celebradas en 1991, teniendo su inspiración en el Concilio Ecuménico Vaticano II, que cumplió 60 años de la abertura de sus trabajos este 11 de octubre, más concretamente en la nueva configuración eclesial propuesta por Lumen Gentium, una de las constituciones dogmáticas más importantes del último concilio. Al mismo tiempo, las Asambleas Nacionales de los Organismos del Pueblo de Dios cumplen lo aprobado por los Obispos de Brasil en el Documento 105 - "Los cristianos laicos en la Iglesia y en la sociedad - 'Sal de la tierra y luz del mundo' (Mt 5, 13-14)".

9ª Asamblea del Pueblo de Dios en Brasil

Proceso de participación efectivo

Un documento en el que se afirma el objetivo de "hacer efectivo el proceso de participación, de los diversos sujetos eclesiales, contribuyendo a la toma de conciencia y al testimonio de comunión como Iglesia, haciendo regulares las Asambleas Nacionales de los Organismos del Pueblo de Dios".

Todo ello en busca de una mayor y mejor reflexión que ayude a concretar en las bases, en la vida de todos los bautizados, en el Pueblo de Dios, una Iglesia más participativa y corresponsable, donde la vocación de cada uno, las diferencias, sea motivo de enriquecimiento mutuo y de un mejor camino en común.

Volver arriba