Mensaje de Clausura del Congreso virtual continental La CLAR hace 10 opciones para “abrir horizontes de nueva relacionalidad”

Presidencia de la CLAR
Presidencia de la CLAR

“Hemos juntado ingredientes, depurado, cernido y amasado juntos. Hemos experimentado el buen olor de lo sinodal, lo fraterno y lo sororal, de lo que se conquista cuando unimos las manos y saboreamos la innegable vitalidad de la Vida religiosa del Continente”

“Abrir horizontes de nueva relacionalidad: Intercongregacionalidad, interculturalidad e itinerancia”

Ha sido un congreso construido desde hace tiempo y por muchas manos, en su preparación y realización, algo que la presidencia de la CLAR agradece

Mensaje CLAR

Al final del Congreso virtual Continental de la Vida Religiosa, celebrado de 13 a 15 de agosto, que ha contado con la participación de 9.000 personas, no solo de América Latina, sino de todos los rincones del Planeta, la Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR), ha emitido su Mensaje de Clausura.

En sus palabras, que iniciaban refiriéndose a la imagen del pan amasado y horneado, relataban lo vivido en un Congreso en el que “hemos juntado ingredientes, depurado, cernido y amasado juntos. Hemos experimentado el buen olor de lo sinodal, lo fraterno y lo sororal, de lo que se conquista cuando unimos las manos y saboreamos la innegable vitalidad de la Vida religiosa del Continente”.

No queriendo que el Congreso se agote con su clausura, buscando “actualizarlo en lo cotidiano”, buscando “abrir horizontes de nueva relacionalidad: Intercongregacionalidad, interculturalidad e itinerancia”, la CLAR propone un decálogo de opciones

La primera opción es la presencia, que lleve a ser “manifestación de Dios”, a descubrir que “salir, itinerar es la condición para la fecundidad”; ser bondadosa cercanía, desde la convocatoria al encuentro y en busca de “decisiones éticas responsables y respetuosas de la dignidad humana”; escucha, “susurro que trae la conversión”, como actitud vital, que “libera de protagonismos, del accionar mediático, populista y mesiánico, de la suficiencia de quien cree tener las respuestas”; optar por la palabra, que “posibilita la expresión de la vivencia”, buscando sea “terapia que sane, que reconcilie, que devuelva el sentido”.

Liliana Franco

Una quinta opción es el discernimiento, que es visto como “escenario del Espíritu”, que lleva a “buscar en el querer de Dios”; optar por los procesos, como “posibilidad de desplegar el potencial de la vida”, que eviten la esterilidad de “las acciones aisladas y no articuladas”. También se llama a optar por lo comunitario, a “generar vínculos de hospitalidad y ternura” y “construir redes interinstitucionales, intercongregacionales, generar pactos comunitarios y sociales realistas, contextualizados e inclusivos”. 

Desde la CLAR se llama a optar por la misericordia, a entender que “la salida misionera es el camino”, a partir de “los ecos de la realidad…”; optar por la interioridad, buscando “ir al fondo”; optar por la Casa Común, por su cuidado, descubriendo “la sacralidad de todo lo creado”. Afirmando que podrían ser muchas otras las opciones, el mensaje deja claro que “este es un tiempo propicio para optar”.

Ha sido un congreso construido desde hace tiempo y por muchas manos, en su preparación y realización, algo que la presidencia de la CLAR agradece. Todo ello lo han puesto en las manos de María, a quien la fiesta de la Asunción recordó en el día de la clausura del Congreso. Como recoge la oración final, refiriéndose a María: “Subes porque bajaste, porque tu pequeñez, fue la morada de Dios”. En ella quieren tener un modelo, pues “No estas arriba, eres toda proximidad y estas dentro, aconteces donde hay osadía y parresia, donde se abren caminos, y se renueva el amor”.

Congreso CLAR

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