Reflexión con obispos mexicanos Cardenal Czerny: “El obispo diocesano es el principal promotor de la pastoral migratoria”

Card. Czerny
Card. Czerny

“Transformar esa realidad tan preocupante en conformidad con el plan de Dios”

“Manifestar la solicitud amorosa y la fuerza salvadora del Dios Trino hacia la persona humana y toda la creación

"Busca de “propuesta esperanzadora e iniciativas que respondan a las necesidades de la población migrante”

Migrantes en México

El servicio a las personas migrantes tiene un sentido teologal, una afirmación del cardenal Michael Czerny en sus palabras a los obispos miembros de la Dimensión Episcopal de Pastoral de Movilidad Humana (DEPMH) de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

El subsecretario de la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, después de haber presentado en otra ocasión los criterios éticos básicos que han de regir las relaciones con los migrantes y las propuestas del Papa para “transformar esa realidad tan preocupante en conformidad con el plan de Dios”, hizo ver el papel del Obispo en la pastoral de la movilidad humana en México.

Hablar de pastoral migratoria es remontarse al pontificado de Pío XII, 70 años atrás, una reflexión que ha ido acompañando desde entonces la vida de la Iglesia. Según el purpurado, “el servicio pastoral hacia estas personas debe ser concebido de manera integral”, buscando así “manifestar la solicitud amorosa y la fuerza salvadora del Dios Trino hacia la persona humana y toda la creación”.

Cardenal Michael Czerny

Desde ahí afirma que “el obispo diocesano es el principal promotor de la pastoral migratoria”, insistiendo en que es algo a ser asumido por todos los obispos, que debe nombrar a alguien, de preferencia “un equipo, una oficina, una comisión”, que se encargue de eso en la diócesis. Deben asumir tres tareas principales: investigación y reflexión, organización y misión.

En su reflexión va abordando las actitudes y prácticas a ser llevadas a cabo en el campo de la migración y refugio, partiendo de la necesidad de tomar conciencia de lo que es esta realidad, punto previo fundamental para un análisis “a luz de la fe, de la Palabra de Dios, de la razón humana y del magisterio pontificio y episcopal”. A partir de ahí es imperativo la busca de “propuesta esperanzadora e iniciativas que respondan a las necesidades de la población migrante”.

Al hablar de organización, el cardenal Czerny insistía en la necesaria definición de funciones y responsabilidades, en la elaboración de un plan pastoral, en la formación de agentes de pastoral. Todo ello en función de la misión, que debe estar orientada por la profecía – Incidencia, la sensibilización de las comunidades / sociedades, las actividades pastorales orientadas al desarrollo humano integral de todas las personas implicadas, y la coordinación, creación de redes y comunicación.

El cardenal relataba algunos testimonios del Papa Francisco en la pastoral de movilidad humana, que dividía en tres apartados: como pastor, como maestro y como profeta. Se trata de responder a los signos de los tiempos, reflexionando sobre la situación de México, cuya situación “se ha agravado, así como su rol, como país, es actualmente más relevante, por lo que requiere una especial atención y gestión del episcopado mexicano”.

Migrantes México

En ese punto abordaba la realidad de la pandemia y sus consecuencias, el endurecimiento de las políticas migratorias de EE. UU y México, que ha generado “mayor necesidad de emigrar, pero con más obstáculos y riesgos para realizarlo y menos probabilidades de lograrlo”. Estamos un nuevo perfil de los migrantes, convirtiéndose México en país de destino. Ello demanda respuestas de las diócesis mexicanas: llegar a los migrantes amenazados de expulsión en Estados Unidos, incrementar la pastoral inculturada en los Estados Unidos con los migrantes.

Esta es una necesidad urgente dado que “los Gobiernos de la región se están alineando a una política anti-migrante”, ante lo que la voz de la Iglesia “puede ayudar a favorecer la solidaridad, la fraternidad cristiana en un ambiente que está tendiendo a ser excluyente, xenófobo”. En ese punto se refería al Celam y la Red Clamor, buscando una visión de conjunto y el compartir experiencias y conocimientos, generar procesos de discernimiento e investigación, crear alianzas y analizar de manera continua la situación de la movilidad humana. En ese sentido, se refería también al papel de la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana – REMAM.

Haciendo un llamamiento a involucrarse, ofrecía la ayuda de la Sección Migrantes y Refugiados, cuyos destinatarios de su misión son los obispos y sus colaboradores. Por ello hacía ver el papel de la Sección en el análisis y reflexión, así como los recursos que ofrece. Finalmente, recordaba las palabras del Papa Francisco a los obispos mexicanos, pidiendo “que la presencia materna de la Iglesia mantenga viva las raíces de su fe”.

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