La Iglesia en la Amazonía, como se comentó en el diálogo, es una Iglesia laical Cardenal Grech: "El Sínodo sobre la sinodalidad debe ayudar a profundizar en la eclesiología y el sentido del ministerio ordenado"

Cardenal Grech con obispos de la Amazonía
Cardenal Grech con obispos de la Amazonía

Las Iglesias de la Amazonía están preparadas para este proceso de escucha, dado el camino recorrido durante el Sínodo para la Amazonía

Algunos obispos compartieron que quienes están ofreciendo mayor resistencia al proceso sinodal son los sacerdotes jóvenes, en algunos casos incluso bloqueando el proceso

La formación de líderes se presentó como un gran reto, reconociendo la falta de recursos humanos y económicos para hacerlo realidad

El Sínodo para la Amazonía y el Sínodo de la Sinodalidad, llevan a volver a lo vivido, al cuidado de la creación y de los pobres

Obispos con el cardenal Grech

Un grupo de obispos de los regionales Noroeste y Norte1 de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), se reunió con el Cardenal Mario Grech, secretario del Sínodo de los Obispos, para compartir el camino del Sínodo en diferentes diócesis y prelaturas de la Amazonía.

Los obispos compartieron los pasos dados durante el proceso de escucha en la fase diocesana, que concluirá en las próximas semanas. Según los obispos, las Iglesias de la Amazonía están preparadas para este proceso de escucha, dado el camino recorrido durante el Sínodo para la Amazonía. En este sentido, se destacó que los pueblos indígenas se sienten valorados por ser escuchados nuevamente por el Papa Francisco.

La Iglesia en la Amazonía tiene un recorrido sinodal que se remonta a Santarém y al Documento que surgió en ese encuentro en 1972, algo que marcó el camino eclesial en la región, donde las asambleas sinodales siempre han sido comunes en muchas diócesis y prelaturas, con una gran presencia de laicos con voz y voto. Algunos obispos compartieron que quienes están ofreciendo mayor resistencia al proceso sinodal son los sacerdotes jóvenes, en algunos casos incluso bloqueando el proceso.

No podemos olvidar que la Iglesia en la Amazonía, como se comentó en el diálogo, es una Iglesia laical. En muchas comunidades la presencia de los presbíteros es de una o dos veces al año, y son los laicos y laicas quienes sostienen la vida de la Iglesia en estos lugares. El propio Cardenal Grech reconoció que este camino sinodal en la Iglesia de Brasil y América Latina es fuente de vida en el continente latinoamericano y caribeño.

Cardenal Grech

La formación de líderes se presentó como un gran reto, reconociendo la falta de recursos humanos y económicos para hacerlo realidad. El secretario del Sínodo de los Obispos afirmó la importancia de la formación, pero también advirtió de la necesidad de tener cuidado de no crear grupos de élite. En algunas diócesis ya existen estos espacios de formación, siendo fuente de nuevos liderazgos y espacios que cambian el corazón de las personas.

En relación con el Sínodo para la Amazonía, los obispos afirmaron que la gran mayoría de la gente lo acoge, pero también hay pequeños grupos, alentados por el poder económico y político, que se empeñan en ir en contra de las propuestas del Sínodo para la Amazonía. Son grupos negativos, agresivos en las redes sociales, contrarios al Papa Francisco y al Vaticano II, dominados por la beatería.

En este sentido, se puso de manifiesto que la pandemia ha detenido la aplicación y la difusión del Sínodo para la Amazonía en la región. Algunos obispos comentaron que, de hecho, el camino sinodal en Brasil ya ha sido mucho más fuerte. El Sínodo para la Amazonía y el Sínodo de la Sinodalidad, llevan a volver a lo vivido, al cuidado de la creación y de los pobres. Al hilo del Sínodo para la Amazonía, se insistió en que para ser una Iglesia de presencia y no sólo de visitas, una de sus propuestas, es más que necesaria la formación de los laicos.

Sínodo 2023 1

Se destacó la reactivación del Documento de Santarém, algo que ocurrió recientemente con la realización del encuentro en el que se hizo memoria del Documento de 1972, elaborándose un nuevo documento que Mons. Leonardo Steiner entregó al Papa Francisco, quien mostró su disposición a leerlo. Un Documento que retoma las líneas prioritarias de 1972: encarnación en la realidad y evangelización liberadora, ahora iluminadas con nuevos retos, principalmente la falta de empatía por la cuestión social, que provoca ataques contra la Iglesia.

En la Amazonía hay realidades que generan graves dificultades, como el narcotráfico, el avance de la deforestación, la mineríailegal, el agronegocio, la falta de empleo, la falta de atención a la educación, la vivienda, la salud, todo lo que es necesario para una vida digna para el pueblo. Al mismo tiempo, los obispos han expresado al cardenal Grech su alegría por las iniciativas del papa Francisco para cuidar la Amazonía.

Se colocó cómo el Sínodo para la Amazonía ha ayudado a avanzar en el camino de la ministerialidad. Junto con esto, los obispos abordaron la cuestión de la formación en los seminarios como un problema grave. Los obispos están preocupados por el desconocimiento del Concilio Vaticano II. En vista de ello, el Sínodo sobre la sinodalidad debería ayudar, según el cardenal Grech, a profundizar en la eclesiología y el significado del ministerio ordenado. También expuso los pasos a seguir en la fase continental del Sínodo, con asambleas eclesiales para escuchar al pueblo de Dios y luego asambleas episcopales, destacando de nuevo las palabras del Papa Francisco en las que advierte de la necesidad de evitar que las asambleas eclesiales se conviertan en grupos de élite.

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