Superar la indiferencia, eso es lo primero que se debe hacer, en palabras del cardenal Claudio Hummes, al analizar la situación que se está dando en los últimos días en Manaos, donde la falta de oxígeno y de camas en los hospitales está provocando una gran tragedia, mucho mayor de lo que reflejan los números oficiales.

En sus palabras, el presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía – CEAMA, organismo que forma parte del Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM, recuerda la primera visita del Papa Francisco fuera del Vaticano, a Lampedusa, donde denunciaba “la indiferencia del mundo con aquella gente que estaba muriendo en el mar, intentando buscar una vida mejor”.

En su entrevista al canal católico de televisión “Rede Vida”, insistía en la necesidad de “combatir y superar la indiferencia”, algo que tiene que ser asumido por nosotros mismos, pues la gente piensa en los otros, lo que tiene que llevar a preguntarnos: “¿yo no estoy siendo demasiado indiferente?”. Ante la gran cantidad de información y de cosas que llegan hasta nosotros, el arzobispo emérito de São Paulo afirma que “la tendencia es ser indiferentes, no tengo nada que ver con eso, no puedo hacer nada”. Frente a eso, el purpurado insiste en la necesidad de implicarse, de entender “que tengo que hacer algo, que no me puedo quedar indiferente, son mis hermanos que están allí muriendo”.

El presidente de la Comisión Episcopal de la Amazonía de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil – CNBB, pone la parábola del Buen Samaritano como gran referencia para mostrarnos como debemos actuar, dejando de lado la actitud del sacerdote y del levita y asumiendo la actitud del samaritano, que deja de lado todo lo que tenía que hacer para ocuparse de aquel que estaba herido al borde del camino.

Junto con la superación de la indiferencia, el cardenal Hummes señala que es necesario “protestar contra la irresponsabilidad de las autoridades públicas”, insistiendo en que “no se puede aceptar eso”. Según el presidente de la CEAMA, “se tiene la impresión de que las autoridades públicas, en este caso de la Amazonía, donde existen autoridades tanto federales como locales, para ellos el olor de la muerte no tiene nada que ver con ellos”. Eso es algo que “no podemos aceptar”, según el cardenal, que dice que “hay muchas formas de protestar, ciertamente no violentas, pero conscientes, y que sean de hecho prácticas, protestas reales, que tenemos que hacer”.

Una tercera necesidad es rezar, “la oración tiene una fuerza muy grande, tenemos que rezar por todas las personas que están sufriendo, por todos los infectados, los que están muriendo, por los que se están dedicando en cuerpo y alma para salvar al máximo de personas posibles”. En sus palabras, reflexionando sobre la importancia de las vacunas, una de las grandes polémicas en Brasil en los últimos días, el cardenal Hummes también pide oración “por los científicos, para que nuestras vacunas estén de hecho al alcance de la gente sencilla”. En ese sentido, se pregunta: “¿Cuándo será que esas vacunas van a llegar a nuestra gente sencilla de todos los lados, de las periferias?”. Rezar es necesario, advierte el purpurado, “para que haya un poco más de sensibilidad, también de organización, y que los científicos sean de hecho iluminados en sus trabajos”.

Por último, cada uno debe preguntarse: “¿Cómo puedo ayudar? ¿Cómo puede ayudar mi grupo, mi comunidad?”, en palabras del cardenal Hummes, que llama a buscar las formas de organizar la ayuda material, de enviar materiales, haciendo un llamado a que las comunidades locales se organicen para que no falten las cosas básicas, sobre todo oxígeno, algo sobre lo que, en palabras del presidente de la CEAMA, el gobierno brasileño ya había sido avisado. Eso hace que “quedemos furiosos por dentro, viendo como todo eso está siendo llevado”, enfatiza el cardenal, para quien estamos ante “una tragedia enorme que nos deja sin palabras”.