Su vicepresidente primero analiza la 38ª Asamblea General del Celam Cardenal Odilo Scherer: el proceso de reestructuración es "una propuesta nueva, y no un simple remiendo de lo que era el Celam"

Cardenal Odilo Scherer
Cardenal Odilo Scherer

"La expectativa es ver cómo la Asamblea del Celam acoge esta propuesta, que espero que acoja bien, y que el Celam pueda dar el siguiente paso en la renovación del organismo en lo que aún falta"

"En general, pude ver una buena acogida de esta propuesta por parte de los diferentes dicasterios de la Curia Romana"

"En la Iglesia los cambios no se dan por decreto, en la Iglesia los cambios pastorales se dan lentamente, en la medida en que hay adhesión, no sólo de las autoridades representativas de la Iglesia, sino también adhesión de la comunidad del Pueblo de Dios, de la comunidad de teólogos, de pastoralistas, es un proceso largo"

"El organismo Celam no es una Conferencia Episcopal, se propone mucho más como un organismo de reflexión, un organismo subsidiario, un organismo que está atento a las diversas realidades continentales y va estimulando el camino de la reflexión"

La 38ª Asamblea General del Consejo Episcopal Latinoamericano, que se celebrará virtualmente del 18 al 21 de mayo, trae como principal expectativa "la reformulación del plan de reestructuración y renovación del Celam, que la última Asamblea encomendó a la nueva presidencia", según el cardenal Odilo Scherer.

Después de un año de reflexión, incluyendo reuniones con los dicasterios de la Curia Romana, donde la propuesta del Celam fue bien recibida, la 38ª Asamblea General pretende concretar esta nueva propuesta. Como recuerda su vicepresidente primero, "el Celam existe para ayudar a las Conferencias Episcopales a poner en práctica, a tratar de traducir en nuevas formas de práctica pastoral las ideas que el Papa Francisco está explicitando en su Magisterio", fuertemente influenciado por la Conferencia de Aparecida.

El arzobispo de São Paulo destaca que el Celam, "hace una propuesta mucho más como un organismo de reflexión, un organismo subsidiario, un organismo que está atento a las diversas realidades continentales y estimulará el camino de la reflexión", algo que "luego las diócesis traducirán en prácticas pastorales de evangelización, según cada realidad local".

38 Asamblea Celam

¿Cuáles son las expectativas ante la Asamblea del Celam que tendrá lugar la próxima semana?

La Asamblea tiene ante todo objetivos regimentales, es una asamblea ordinaria, donde normalmente se tratarán los temas propios de las asambleas ordinarias, como los informes y la rendición de cuentas. Pero la mayor expectativa es la reformulación del plan de reestructuración y la renovación del Celam, que la última Asamblea encomendó a la nueva presidencia. Durante este último año, hemos trabajado duro para estudiar y presentar una propuesta de renovación y reestructuración del Celam, que será presentada en la Asamblea.

La expectativa es ver cómo la Asamblea del Celam acoge esta propuesta, que espero que acoja bien, y que el Celam pueda dar el siguiente paso en la renovación del organismo en lo que aún falta, y estructurar efectivamente la nueva propuesta.

En este proceso de renovación, el Celam ha estado en contacto con diferentes dicasterios de la Curia Vaticana. ¿Cómo se ha llevado a cabo este trabajo entre el Celam y la Curia Vaticana, y cómo ayuda a establecer vínculos aún mayores entre la Iglesia latinoamericana y caribeña y el Vaticano?

El Celam es un organismo episcopal de la Iglesia en América Latina y el Caribe, y por tanto de la Iglesia. La Santa Sede es el organismo mayor de la Iglesia, y por tanto el Celam se relaciona constantemente con la Santa Sede. Más que el Vaticano, es la Santa Sede, las personas que actúan con el Papa, en nombre del Papa. Es importante mantener el diálogo, la armonía, la confrontación con la propuesta para madurar cada vez más.

Vi que había una buena aceptación e interés por parte de los dicasterios en relación con la propuesta elaborada por el Celam. Creo que la impresión que ha dado esta propuesta, también a este organismo central de la Iglesia, que es la Curia Romana, que trabaja con el Papa, creo que ha sido una buena impresión, que ha suscitado algunas preguntas y algunos cuestionamientos, porque de hecho es una propuesta nueva, y no es simplemente, digamos, un remiendo de lo que ya era el Celam.

Por supuesto, también plantea algunas preguntas sobre cómo funcionará, pero el tiempo demostrará cómo funcionará y cuáles serán las ventajas de esta nueva propuesta. Pero en general, pude ver una buena acogida de esta propuesta por parte de los diferentes dicasterios de la Curia Romana.

Cardenal Odilo con el Papa Francisco

El Celam se ha esforzado por llevar a la realidad latinoamericana las propuestas del Papa Francisco, especialmente una Iglesia misionera, una Iglesia en salida, una Iglesia sinodal, que son elementos ya presentes en la V Conferencia del Celam, celebrada en Aparecida. Dentro de este proceso de renovación y reestructuración, ¿cómo se puede concretar este Magisterio del Papa Francisco?

El Celam existe para ayudar a las Conferencias Episcopales a poner en práctica, a tratar de traducir en nuevas formas de práctica pastoral, las ideas que el Papa Francisco está explicitando en su Magisterio, y que están presentes en la Conferencia de Aparecida, donde el Papa Francisco también estuvo presente, todavía como Arzobispo de Buenos Aires, y tuvo un papel importante como jefe de la comisión de redacción del Documento de Aparecida.

Pero es ahora cuando debe suceder, y las Iglesias locales, las conferencias episcopales, las diócesis, son las primeras en acoger, en trabajar, en marcar cómo llevar estas nuevas propuestas a la práctica pastoral de la Iglesia, para hacer el camino de la renovación, de la conversión pastoral, de una Iglesia en salida, una Iglesia profundamente misionera. Y esto va sucediendo poco a poco, porque en la Iglesia los cambios no se dan por decreto, en la Iglesia los cambios pastorales se dan lentamente, en la medida en que hay adhesión, no sólo de las autoridades representativas de la Iglesia, sino también adhesión de la comunidad del Pueblo de Dios, de la comunidad de teólogos, de pastoralistas, es un proceso largo. Pero la Iglesia hace su camino de renovación, y lo que quizás no se percibe a corto plazo, se percibe a un plazo un poco más largo.

Han pasado casi 15 años desde la Conferencia de Aparecida, que se inauguró el 13 de mayo de 2007. De 14 años a esta parte, mucho ha cambiado en la Iglesia de América Latina, incluso en la Iglesia en su conjunto, en la Iglesia universal, porque las propuestas e ideas elaboradas en la Conferencia de Aparecida tuvieron repercusión en toda la Iglesia, incluso en la elección del Papa Francisco.

Ya en el Sínodo de 2012, que trataba de la Nueva Evangelización para la transmisión de la fe, las propuestas, las ideas de la Conferencia de Aparecida estaban ya muy presentes, tanto que en la Asamblea del Sínodo de 2012, cuando todavía era Papa Benedicto XVI, durante esa Asamblea Sinodal hubo curiosidad, preguntas, sobre qué era la Conferencia de Aparecida, qué había pasado allí, qué decía la Conferencia de Aparecida, porque los representantes de América Latina en el Sínodo de 2012 hablaron mucho de la Conferencia de Aparecida durante la Asamblea Sinodal.

Le correspondió entonces al Papa Francisco escribir la exhortación apostólica postsinodal para este Sínodo de 2012, porque cuando el Papa Benedicto XVI renunció, la exhortación postsinodal aún no había sido escrita. Por eso, fue el Papa Francisco quien hizo la exhortación postsinodal, con la hermosa exhortación apostólica Evangelii Gaudium, que está toda moldeada, podríamos decir, a partir de las propuestas de Aparecida. Evidentemente, no siempre podemos medir los cambios que se producen en la Iglesia de forma inmediata, en cantidad, en gráficos, en números, pero están ocurriendo. Y se dan con la acción humana, la acción de los pastores, la acción del Pueblo de Dios, pero con la gracia y la acción del Espíritu Santo en el corazón de la Iglesia.

Presidencia del CELAM con Francisco

Ante este proceso de renovación y reestructuración del CELAM, que deberá concretarse más o menos en la próxima asamblea, y ante la realidad que vive la sociedad latinoamericana y caribeña y la propia Iglesia, muy marcada por la pandemia del Covid-19, ¿Cuáles son los retos que hay que afrontar para concretar esta renovación y reestructuración del Celam en la vida pastoral de las Iglesias particulares, parroquias y comunidades?

Es una decisión que concierne en primer lugar al Celam, y no es que la renovación del Celam deba influir inmediatamente en las diócesis, en las parroquias, cada cosa en su lugar, aquí tenemos el principio de subsidiariedad. Por lo tanto, el organismo Celam no es una Conferencia Episcopal, se propone mucho más como un organismo de reflexión, un organismo subsidiario, un organismo que está atento a las diversas realidades continentales y va estimulando el camino de la reflexión.

Pero la vida y la renovación de la Iglesia debe darse en las diócesis, estimulada, ayudada por las conferencias episcopales, pero es en las diócesis donde debe darse la verdadera renovación en la Iglesia, en América Latina y el Caribe. Las conferencias episcopales y el Consejo Episcopal Latinoamericano, Celam, ayudan a las diócesis, ayudan a los obispos a poder percibir el camino, a discernir los desafíos, a tomar también decisiones en comunión, según las situaciones que se están viviendo y que luego las diócesis traducen en prácticas pastorales de evangelización, según cada realidad local.

La cuestión de la pandemia que estamos viviendo es circunstancial, espero que no dure mucho, pero la preocupación por la pandemia es una preocupación concreta que debemos afrontar ahora. El problema de la Iglesia es evangelizar a largo plazo, dar respuestas a la fe, al discernimiento ante las situaciones de los pueblos, de los países, de las culturas, de los desafíos que se viven personalmente, comunitariamente, socialmente, en cada comunidad nacional.

Por lo tanto, la preocupación por la evangelización no se basa simplemente en los desafíos actuales. La evangelización lleva un mensaje, está motivada por el Evangelio, está motivada precisamente por el anuncio que tiene la Iglesia, no es simplemente un reto u otro lo que lleva a la Iglesia a actuar. Con grandes o pequeños desafíos, la Iglesia siempre actuará, porque es la mensajera de la Buena Noticia, es el testigo de Jesucristo Resucitado y presente entre nosotros. La Iglesia es testigo del Reino de Dios, heraldo del Reino definitivo, esta es la gran cuestión, que debe ser proclamada en todo tiempo, en tiempos de grandes desafíos, en tiempos de paz, en tiempos de estabilidad, en cualquier tiempo. 

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