El Consejo Indigenista Misionero emite comunicado de repudio El Cimi exige “la dimisión inmediata del Ministro de Educación” de Brasil por sus ataques racistas a los indígenas

Bolsonaro y su ministro de educación, Abrahan Weintraub
Bolsonaro y su ministro de educación, Abrahan Weintraub

El ministro, en su discurso enojado, dijo: "Odio el término "pueblos indígenas", odio ese término. Odio a los gitanos. Si quiere, quiere. No quiere, lo deje”

El discurso es violento y extremadamente antisocial, prejuicioso y racista

La postura anti-indígena del actual gobierno es lamentable

La intención del gobierno de destruir los derechos de los pueblos indígenas

Exigimos respeto a los pueblos indígenas y sus derechos duramente conquistados en la Constitución Federal de Brasil

Consejo de Ministros del gobierno brasileño
Los ataques del actual gobierno brasileño a los derechos de los pueblos originarios y al medio ambiente se han convertido en algo habitual, acentuándose todavía más en este tiempo de pandemia del COVID-19. Recientemente, fue divulgado un vídeo, con permiso del Supremo Tribunal Federal, de la reunión del consejo de ministros del 22 de abril, con el que se pretendía investigar las injerencias del presidente en la Policía Federal, con la intención de defender a sus hijos, sospechosos de diferentes crímenes.

En el referido vídeo, en el que el uso de insultos y palabras de bajo calado es algo común, especialmente por parte de Bolsonaro, también aparecen las palabras del actual ministro de educación, uno de los más polémicos del gabinete ministerial. Abraham Weintraub dice: "Odio el término "pueblos indígenas", odio ese término. Odio a los gitanos”. Sus declaraciones han provocado la reacción del Consejo Indigenista Misionero – Cimi, que en un comunicado de repudio exige “la dimisión inmediata del Ministro de Educación”.

En la misma reunión, el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, defendió aprovechar la pandemia para cambiar todo el reglamento en relación a la Mata Atlántica y la Amazonía, queriendo liberar todavía más algo que ha alcanzado cotas alarmantes. Marzo y abril han supuesto los meses con mayor aumento de deforestación en la Amazonía brasileña, algo que será todavía más favorecido con la Instrucción Normativa 09/2020 de la Funai, que facilitaría la invasión de tierras indígenas y que el Cimi pide que sea revocada.

La Iglesia católica se ha convertido en una de las instituciones que más abiertamente se han posicionado contra la situación que se vive en Brasil, denunciando los desmanes llevados a cabo por el gobierno Bolsonaro en materia ambiental y de falta de respeto a los derechos de los pueblos indígenas. El Consejo Indigenista Misionero, la Comisión Pastoral de la Tierra y los propios obispos de la Amazonía, han emitido diversos comunicados en las últimas semanas en los que critican las posturas gubernamentales.

Pueblos indígenas en Brasilia

En Brasil, los pueblos indígenas se han convertido en uno de los colectivos más afectados por el COVID-19. Los últimos datos recogidos por la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, y la Coordinación de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica – COICA, referentes al informe presentado el 22 de mayo, hablan de 435 casos confirmados y 91 fallecidos entre los indígenas brasileños, cifras que aumentan cada día. Lo más preocupante es que el 20,9% de los casos confirmados han fallecido, lo que unido a la cada vez mayor presencia del virus en zonas indígenas, puede suponer un verdadero genocidio entre los pueblos originarios. En cuanto eso, el gobierno brasileño pretende regularizar la invasión de sus territorios y dice odiarles.

Los beneficiados de esta situación son pequeños grupos de poder económico formados por grandes terratenientes, cuyos intereses son defendidos en los estamentos gubernamentales por políticos cuyas campañas han sido financiadas por aquellos a quienes ahora protegen, promoviendo incluso leyes que van contra la propia Constitución brasileña. Todo eso pone de manifiesto, como señala el comunicado, que “la postura anti-indígena del actual gobierno es lamentable”, siendo considerado grave “la intención del gobierno de destruir los derechos de los pueblos indígenas”, algo cada vez más evidente.

En un país que ya ha superado los 376 mil casos confirmados de COVID-19 y los 23.500 fallecidos, de ellos más de 101 mil y 5.500 fallecidos en la Amazonía, el comunicado del Cimi muestra su apoyo a todos los brasileños ante algo que para el presidente es una cuestión de menor importancia que cuidar de la economía del país, o, para ser más exactos, de los intereses de los grupos económicos que le apoyan, que no tienen reparo en destruir la Amazonía y menospreciar a los pueblos originarios que siempre la habitaron.

Bolsonaro

Nota de repudio a la postura prejuiciosa del Ministro de Educación, Abraham Weintraub

El Consejo Misionero Indígena (Cimi) repudia públicamente el discurso y la postura del Ministro de Estado de Educación, Abrahan Weintraub, en una reunión ministerial el 22 de abril de 2020. El ministro, en su discurso enojado, dijo: "Odio el término "pueblos indígenas", odio ese término. Odio a los gitanos. Si quiere, quiere. No quiere, lo deje”.

La postura anti-indígena del actual gobierno es lamentable. El discurso del Ministro de Estado de Educación, frente a otros ministros y el Presidente de la República, es violento y extremadamente antisocial, prejuicioso y racista. La intención del gobierno de destruir los derechos de los pueblos indígenas es grave, con la política de asimilación reafirmada por el ministro.

Los actos administrativos en curso contra los derechos de los pueblos indígenas van en la dirección opuesta a la responsabilidad constitucional del Poder Ejecutivo (como, por ejemplo, la Instrucción Normativa No. 09, de la Funai, que permite regularizar las invasiones dentro de los territorios indígenas) y el deber. para proteger a todos los brasileños y pacificar el país. El odio que el ministro dijo que sentía por los pueblos indígenas y los gitanos se extiende a otros pueblos e incita a la violencia contra estas poblaciones y sus derechos, una actitud cargada de prejuicios, ignorancia y rancidez colonial.

También repudiamos la postura del gobierno de Bolsonaro, que deshonra a las instituciones, sin el menor decoro y respeto por los millones de brasileños que se encuentran en un sufrimiento extremo ante la pandemia, que enfrenta una gran parte de la población sin las condiciones mínimas de vida digna.

Esperamos acciones de la Fiscalía Federal para investigaciones pertinentes sobre posibles delitos de odio y otros delitos y para la responsabilidad legal del Ministro de Educación como resultado de este discurso inaceptable.

Exigimos la dimisión inmediata del Ministro de Educación y la revocación de la Instrucción Normativa 09/2020 de la Funai. También exigimos respeto a los pueblos indígenas y sus derechos duramente conquistados en la Constitución Federal de Brasil, que establece en su artículo 231 que "la organización social, costumbres, lenguas, creencias y tradiciones, y los derechos originarios sobre las tierras que tradicionalmente ocupan, competiendo a la Unión demarcar, proteger y hacer cumplir todos sus bienes”. Brasil es un país multiétnico y su diversidad debe ser preservada y respetada.

Expresamos nuestra solidaridad con los pueblos originarios de Brasil y con los pueblos gitanos frente a otro ataque violento por parte del gobierno de Bolsonaro en este grave período de la pandemia de coronavirus y la muerte de miles de brasileños.

Brasilia, 23 de mayo de 2020

Consejo Indigenista Misionero

CIMI



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