Entrevista con Milagros Lugones y Joaquín Cocconi Cuidadores de la Casa Común: dignificar a los jóvenes argentinos a partir de Laudato Sí

Milagros Lugones y Joaquín Cocconi
Milagros Lugones y Joaquín Cocconi

"Su labor fue pensando en los pibes y las pibas descartadas por la sociedad, los más vulnerables, los más vulnerados"

"Nuestro pie es en el territorio, nosotros trabajamos desde los barrios más humildes, más necesitados de Argentina y trabajamos con organizaciones que ya vienen trabajando en esos barrios"

"Lo que buscamos, en definitiva, es que [los jóvenes] aprendan a amarse de los unos a los otros, que eso va a ser el centro de un proyecto de vida digna".

"soñamos, como decía un padre platense, con que el cielo se viva en la tierra, en definitiva, y que sea un mundo que se construya no contra el hombre, sino que se construya desde el hombre, sobre todo desde los más pobres y descartados"

"Que sigamos contagiando eso que nos dice el Papa, que sigamos llevando esa carta y contagiar eso de querer responderla, de querer hacer algo para cuidar nuestra Casa Común"

Cuidadores de la Casa Común 3
Los jóvenes han entendido el cuidado de la Casa Común como una urgencia, como algo que no se puede dejar para mañana. Son ellos los que han recogido el guante lanzado por el Papa Francisco a partir de la Laudato Sí, asumiendo una postura que se hace realidad en multitud de experiencias esparcidas por todo el mundo.

Una de ellas la encontramos en Argentina y lleva el nombre de Cuidadores de la Casa Común, coordinada por Monseñor Jorge Lugones, obispo de Lomas de Zamora. Hoy está presente en unas 70 organizaciones de varias provincias del país, de norte a sur, como espacio de encuentro en el que, a partir de la encíclica de Francisco, se vaya capacitando a la gente, especialmente a jóvenes.

Joaquín Cocconi es de La Plata, Argentina, donde surgió el proyecto, y a sus 23 años es estudiante de Ciencia Política. En la misma ciudad también vive Milagros Lugones, que con la misma edad estudia en la Universidad Nacional de La Plata. Ambos son referentes nacionales de los Cuidadores de la Casa Común, que desde el principio tuvo como preocupación fundamental los descartados de la sociedad, trabajando desde los barrios más humildes, donde los jóvenes que participan del proyecto se han convertido en referentes para los otros.

Mercedes y Joaquín sueñan, una actitud fundamental para construir el futuro, lo hacen con “un mundo que se construya no contra el hombre, sino que se construya desde el hombre, sobre todo desde los más pobres y descartados”. Un mundo construido desde los más pobres, “donde puedan vivir la vida plenamente, donde puedan amar y ser amados”. Para eso puede ayudar la Laudato Sí, en la medida en que se responda a ella, “se haga algo para cuidar nuestra Casa Común”.

Milagros Lugones

¿Qué es Cuidadores de la Casa Común?

Milagros Lugones: Cuidadores de la Casa Común es un proyecto que inició a fines del año 2015, cuando a La Plata llega Monseñor Lugones a contarnos que es lo que decía la Laudato Sí, la encíclica del Papa, que es lo que nos decía el Papa en ese momento. Entonces estabán reunidos Martha Arriola, Coordinadora Nacional del proyecto cuidadores, Marcelo Vernet, ya fallecido, pero también en su momento pensando, escuchando lo que era la Laudato Sí, y un par más. Ellos son militantes territoriales, educadores populares, de un barrio de La Plata, que es Villa Alba, que ahí surge su militancia territorial, social, con La Casita de los Pibes.

Siempre su labor fue pensando en los pibes y las pibas descartadas por la sociedad, los más vulnerables, los más vulnerados. Pensando en eso, y en lo que nos decía Monseñor Lugones en ese momento, ¿a qué nos está llamando Francisco en la Laudato Sí? ¿Qué es lo que nos dice? En ese momento se prendieron las luces de la cabeza de ellos dos grandes pensantes, diciendo acá tenemos que hacer algo por el cuidado de nuestra Casa Común y tenemos que hacer algo por esta falta de trabajo joven que hay en Argentina. Ahí empezaron a desarrollar algo en su cabeza, se empezaron a reunir, a leer la encíclica, ahí en la casita, para ir pensando en ese proyecto, en lo que hoy es Cuidadores de la Casa Común.

¿Cómo se ha ido concretando a lo largo de estos casi cinco años ese proyecto?

Joaquín Cocconi: Nuestro pie es en el territorio, nosotros trabajamos desde los barrios más humildes, más necesitados de Argentina y trabajamos con organizaciones que ya vienen trabajando en esos barrios, que ya tienen una historia, que ya están consolidados en el vínculo con los vecinos y vecinas del barrio. Entonces nosotros armamos una gran red de organizaciones que trabajaban con adolescentes, con jóvenes, y a partir de esa organizaciones, les propusimos empezar a trabajar esta novedad que nos traía Francisco, que era la Laudato Sí.

La gran mayoría de estas organizaciones ya venían del trabajo con los jóvenes, mujeres y hombres descartados, pero lo que entendimos es que el Papa nos trae una novedad, y nosotros a esa novedad, había que responderla. La carta encíclica justamente es una carta a la cual teníamos que responderla, y la respondimos con un proyecto concreto que empezamos justamente a concretar a partir de una red de organizaciones, que hoy por hoy son alrededor de 70 en el país.

Cuidadores de la Casa Común 2

¿Cómo ha repercutido todo eso en la vida de aquellos que participan del proyecto especialmente de los más jóvenes?

Milagros: En lo social, ahí en el barrio, como dice monseñor, esos pibes descartados que hoy están en el proyecto son los ejemplos, que están siendo mirados por el resto del barrio. El barrio empieza a ser consciente de lo que ellos generan, en lo particular ellos empiezan a elaborar distintos trabajos con el cuidado de la Casa Común y se empiezan a dar cuenta también que les falta terminar algunas cosas desde lo interno, o desde lo que a una persona lo dignifica. Por ejemplo el colegio, ellos se dan cuenta de que quieren salir a trabajar, pero tampoco han terminado sus estudios secundarios. Entonces salen a la búsqueda de sus estudios, son conscientes de lo que cada uno es capaz de hacer.

Joaquín: Son tres patas el proyecto, por un lado tenemos una línea de formación integral, en la cual, como bien decía Milagros, está también terminar los estudios del colegio. A la formación integral agregamos una formación en oficios, relacionada con un trabajo concreto, que puede ser con siete ejes que nosotros tenemos de trabajo, que es el cuidado del agua, el trabajo con la tierra, energías renovables, las industrias y productos culturales, también trabajamos con ecoturismo y también trabajamos con la alimentación saludable. Todo eso, lo que queremos hacer son proyectos de trabajo que dignifiquen a los jóvenes de Argentina, pensando también que el trabajo tiene que ser el gran organizador de la vida interna.

En Argentina se ha destruido la sociedad del trabajo, la sociedad en la cual el trabajo era vertebrador y pasamos una sociedad donde el centro de la vida no era la fábrica sino el barrio. Por eso nosotros trabajamos desde los barrios, y de los barrios empezamos a pensar proyectos de vida, proyectos de trabajo digno con los jóvenes que tengan una pata de formación integral, que está relacionada con el trabajo, una pata que nosotros entendemos que fundamental, que es la espiritualidad, entendemos que que los jóvenes tienen heridas, tienen cuestiones que sanar también, y que no podemos pensar el trabajo, o pensar proyectos de vida, pensar proyectos de trabajo digno, sin pensar en tocar la fibra más íntima también. Lo que buscamos, en definitiva, es que aprendan a amarse de los unos a los otros, que eso va a ser el centro de un proyecto de vida digna.

¿Podríamos decir que el cuidado de la Casa Común no se puede separar del cuidado de las personas, especialmente de aquellos que viven mayores dificultades, de aquellos que la sociedad descarta?

Milagros: No se puede separar una cosa de la otra, las dos van de la mano. Así como decía Joaquín, tenemos ejes y esos ejes van acompañados. Los ejes son parte del cuidado de la Casa Común y también de uno mismo, de las personas, internamente y también en comunidad. Uno tiene que estar consciente de lo que es capaz de hacer, uno mismo y en comunidad. Si nosotros somos conscientes de eso, podemos llegar a hacer grandes cosas.

Joaquín Cocconi

En el último año ha aparecido la figura de Greta Thunberg, que ha aglutinado la lucha de los jóvenes por el cuidado del planeta, de la Casa Común. ¿Cuál puede ser el papel de los jóvenes en el futuro del planeta y del cuidado de la Casa Común? ¿Los jóvenes son más conscientes que los adultos de la necesidad imperiosa de ese cuidado?

Joaquín: Hoy por hoy estamos viendo un proceso de concientización en relación al cuidado del medio ambiente, pero es muy interesante agregar a lo que Greta dice, Greta nos habla desde Europa, desde el Viejo Continente, es interesante también pensar en los gritos de América Latina, y como el grito de Europa, que es un grito ambientalista, quizás un grito verde, se articula y se incorpora con el grito de América Latina, que es un grito social, que es un grito político, que es un grito de los descartados. La gran novedad de este tiempo, la gran novedad que nos plantea el Papa Francisco es, justamente, que no podemos separar la crisis ambiental de la crisis social, que no podemos pensar las dos cuestiones al mismo tiempo.

Sobre todo, que el grito de la Tierra, como dice, es el grito de los pobres. América Latina, que es un ambiente, es un continente que hace carne estos dos gritos, que gritan los pobres y que grita la tierra, porque está expoliada por las empresas multinacionales, porque gran parte de estos años el proceso fue de saqueo de los grandes países del Norte, como bien nos dice la Laudato Sí, también se combina y se hace uno con el grito y la llaga de los descartados. Esa es sobre todo la novedad de este tiempo, y me parece que ahí los jóvenes juegan un papel clave en la interpretación y en el compromiso hacia esta problemática, que es socio-ambiental, que no es ni ambiental sola, ni social.

El Papa Francisco ha definido el Sínodo para la Amazonía como un hijo de Laudato Sí. Para alguien que no vive en la Amazonía, ¿cuál ha sido la repercusión que ha tenido en vuestro trabajo, en vuestro pensamiento, todo lo vivido durante el Sínodo para la Amazonía? ¿Lo habéis visto como algo próximo, como algo que os afecta, como algo que puede ayudar también a la realidad más próxima la que vivís?

Joaquín: Quizás lo vemos como algo lejano en parte la cuestión amazónica. Pero es también el corazón del continente, la Amazonía, es también el pulmón del continente. Quizás en la Amazonía justamente se refleja y sintetiza toda la realidad que vive América Latina en sí, como región. En la Amazonía los pueblos son exterminados, el ambiente y la naturaleza también es exterminada. Es gráfico digamos, pensándolo, la Amazonía es un fiel reflejo de lo que pasa en todo el continente.

Cuidadores de la Casa Común 1

¿Cuál creéis que ha sido la influencia de que el Papa Francisco se argentino para impulsar este tipo de proyectos en Argentina?

Milagros: La influencia no es que el Papa sea argentino, sino que que venga desde América Latina. Que él lleve sus gritos al Viejo Continente es importante. No es el hecho de que él sea argentino, sino lo que él conoce, sabe lo que pasa, es consciente de lo que pasa en Argentina. Al llevarlo allá, el refleja lo que pasa acá. Él siempre tuvo una acción para los pobres, siempre intentó fijarse en los más descartados. Nosotros, al leer la encíclica y ver que viene con aires nuevos para cambiar la Iglesia, para renovarla, cuando la leímos nos llamó la atención. La escribió él y da la casualidad, o no la casualidad, de que se argentino.

El Papa Francisco, en Querida Amazonía, sueña con el futuro de la Amazonía, con el futuro del planeta. Para alguien como vosotros, que habéis asumido ese proyecto de cuidadores de la Casa Común, de cuidadores del planeta, ¿cuáles son nuestros sueños para el futuro?


Joaquín: Nosotros soñamos, como decía un padre platense, con que el cielo se viva en la tierra, en definitiva, y que sea un mundo que se construya no contra el hombre, sino que se construya desde el hombre, sobre todo desde los más pobres y descartados. Entendemos que el mundo se tiene que construir y se tiene que ver con ojos de pobre. Para nosotros, el pobre en América Latina es el joven, es la mujer, descartado, descartada, porque entendemos que son los que sufren más el flagelo de este tiempo. Un mundo construido desde ellos, un mundo donde entren, donde sean dignos, donde puedan vivir la vida plenamente, donde puedan amar y ser amados. Entendemos que es el proyecto de país y el proyecto de América Latina que quiere Cuidadores de la Casa Común, un mundo donde podamos devolverles la dignidad a los jóvenes a través de proyectos de trabajo digno.

Milagros: Mis sueños es que se sigan integrando cuidadores y cuidadoras, que que siga creciendo este movimiento que hoy abarca a varias provincias del país, que sigamos contagiando eso que nos dice el Papa, que sigamos llevando esa carta y contagiar eso de querer responderla, de querer hacer algo para cuidar nuestra Casa Común. Ser cuidadores de la Casa Común y que no sólo que en Argentina, que esto se pueda alcanzar, se pueda articular por Brasil, Paraguay, por toda América Latina.

Cuidadores de la Casa Común

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