La figura de Carlos Mugica puede ser considerada como un icono para la Iglesia argentina, como aquel que cambió la forma de evangelizar las periferias, un concepto muy presente en la vida del Papa Francisco, en quien los curas villeros siempre encontraron, y continúan encontrando a pesar de la distancia, un apoyo y estímulo.

En el día en que Carlos Mugica cumpliría 91 años, más de 40 curas y diáconos de diferentes diócesis del Gran Buenos Aires, entre ellos, el padre Gustavo Carrara, obispo auxiliar de Buenos Aires y Vicario para la Pastoral en Villas, han escrito un mensaje, que lleva por título “La vivienda del pueblo: una asignatura pendiente”, en el que reflexionan sobre una de las asignaturas pendientes en las periferias de muchas ciudades.

Recordando la historia de vida del padre Mugica, en la que destacan “esa proximidad física expresada en el encuentro cotidiano con los más pobres” como aquello que “transformó sus opciones, lo llevó a dar la vida y quedó de manifiesto en el testimonio de su martirio”. Por eso, siguiendo aquello que el Papa Francisco ha dicho muchas veces, afirman que la realidad en sus diferentes dimensiones, “no se comprende mirando desde el centro, sino desde la periferia, y que la agenda que necesita nuestra patria debe ser para todas y todos, empezando por los últimos”.

Los curas villeros centran su denuncia en dos cuestiones que provocan “dramas irresueltos”, que son la vivienda y el trabajo, aspectos que “representan hoy un grito estremecedor y creciente”. Alquileres con requisitos inalcanzables, imposibilidad de comprar un terreno o vivienda con el sueldo de un obrero, son algunas de las situaciones relatadas. Son ejemplos de que Argentina “ha entrado hace décadas en una espiral de empobrecimiento cada vez mayor, al tiempo que es cada vez mayor la concentración de la riqueza y la desigualdad social. La brecha con los últimos crece”.

Todo ello ante la indiferencia de muchos políticos, lo que demanda una campaña electoral con propuestas diferentes. El texto relata situaciones que dejan “entrever algo del dramatismo de la vida de los pobres”, denunciando un sistema judicial que falla contra los pobres y no se preocupa en garantizar derechos constitucionales.

Por ello, rindiéndole homenaje y reconociendo que su mensaje todavía está tremendamente vigente en la sociedad argentina, los curas villeros, piden la intercesión ante el Padre del querido padre Carlos, “por esta Patria nuestra, la Argentina, que está herida en la justicia”.