40 días navegando hacia la conversión sinodal - Sábado de la Semana V 39º Día: Siempre habrá alguien al que sacrificar para que el sistema continúe

40 días de conversión sinodal
40 días de conversión sinodal

Hoy los sacrificados son los pueblos amazónicos, son los defensores y defensoras de la naturaleza, son quienes apuestan por la vida y se oponen abiertamente a un sistema de muerte

Los más poderosos no se conforman nunca con las ganancias que obtienen, y los recursos del poder económico se agigantan con el desarrollo científico y tecnológico

40 días

Petición permanente por la conversión sinodal al inicio de cada día

Que el Dios Trinitario, ejemplo de vida en comunión, nos ayude a soñar con una Iglesia sinodal, donde sepamos descubrir los signos de los tiempos, y la presencia de un Dios encarnado de diferentes modos, en distintos lugares. Un Dios que nos ayude a discernir su presencia y a anunciarle en todos los rincones, también entre los que más lejos se encuentran; a ser una Iglesia en salida, que va al encuentro, que escucha y dialoga con todos. Que busquemos el bien para todos los que nos encontramos cada día y sepamos traer de vuelta a la Amazonía y a todos los lugares donde estemos, todo lo vivido en el proceso sinodal, y así hacer realidad aquello que Dios espera de nosotros.

Fragmento de una Lectura del día (cada uno es invitado a profundizar en las lecturas completas según su propia necesidad y criterio)

Al ver lo que hizo Jesús, muchos de los judíos que habían ido a casa de María creyeron en él. Pero otros fueron a ver a los fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho. Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron un Consejo y dijeron: "¿Qué hacemos? Porque este hombre realiza muchos signos. Si lo dejamos seguir así, todos creerán en él, y los romanos vendrán y destruirán nuestro Lugar santo y nuestra nación". Uno de ellos, llamado Caifás, que era Sumo Sacerdote ese año, les dijo: "Ustedes no comprenden nada. ¿No les parece preferible que un solo hombre muera por el pueblo y no que perezca la nación entera?". No dijo eso por sí mismo, sino que profetizó como Sumo Sacerdote que Jesús iba a morir por la nación, y no solamente por la nación, sino también para congregar en la unidad a los hijos de Dios que estaban dispersos. A partir de ese día, resolvieron que debían matar a Jesús... (Juan 11,45-56).

Reflexión desde la perspectiva del proceso sinodal amazónico

Siempre habrá alguien al que sacrificar para que el sistema continúe. Decidieron que debían matar a Jesús como hoy se decide que hay que exterminar, aunque sea empleando modos más sutiles a aquellos que, en el pensamiento de algunos, quienes están frenando el desarrollo de una nación, de la economía, del capitalismo que mata.

Hoy los sacrificados son los pueblos amazónicos, son los defensores y defensoras de la naturaleza, son quienes apuestan por la vida y se oponen abiertamente a un sistema de muerte. Son ellos quienes, con su entrega pueden ayudarnos a descubrir la necesidad de hacer realidad un mundo nuevo, en el que unidos podamos hacer cada vez más visible el plan de Dios, que nos lleve a cuidar de la vida. Hoy Caifás tiene otros nombres, pero en todos ellos permanece la misma idea, sus intereses personales o de su pequeño grupo es lo único que les interesa.

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Contemplación

Contemplemos la imagen de este día y dediquemos un momento a reconocer nuestra propia vida y experiencia en la Iglesia y al servicio de la Amazonía para pedir luz en esta Palabra de Dios y así traer de vuelta todo lo vivido. Escribir mis peticiones particulares y permanecer en ellas durante este día. Hacemos una invitación a llevar un registro de todo lo que el Espíritu suscite en nosotros como preparación interior para poder asimilar mejor el proceso sinodal.

Cita para meditación de cierre


Los más poderosos no se conforman nunca con las ganancias que obtienen, y los recursos del poder económico se agigantan con el desarrollo científico y tecnológico. Por ello todos deberíamos insistir en la urgencia de «crear un sistema normativo que incluya límites infranqueables y asegure la protección de los ecosistemas, antes que las nuevas formas de poder derivadas del paradigma tecnoeconómico terminen arrasando no sólo con la política sino también con la libertad y la justicia» (Querida Amazonía, 52). 

Querida Amazonía 4

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