40 días navegando hacia la conversión - Miércoles de la semana I 8º Día: Desde los confines de la tierra somos llamados a la conversión

40 días de conversión sinodal
40 días de conversión sinodal

El Sínodo para la Amazonía nos ha mostrado que alguien que vino de los confines de la tierra, de la periferia, son el ejemplo a seguir

Reconocemos las heridas causadas por el ser humano en nuestro territorio, queremos aprender de nuestros hermanos y hermanas de los pueblos originarios, en un diálogo de saberes, el desafío de dar nuevas respuestas buscando modelos de desarrollo justo y solidario

Belem do Solimões

Petición permanente por la conversión sinodal al inicio de cada día

Que el Dios Trinitario, ejemplo de vida en comunión, nos ayude a soñar con una Iglesia sinodal, donde sepamos descubrir los signos de los tiempos, y la presencia de un Dios encarnado de diferentes modos, en distintos lugares. Un Dios que nos ayude a discernir su presencia y a anunciarle en todos los rincones, también entre los que más lejos se encuentran; a ser una Iglesia en salida, que va al encuentro, que escucha y dialoga con todos. Que busquemos el bien para todos los que nos encontramos cada día y sepamos traer de vuelta a la Amazonía y a todos los lugares donde estemos, todo lo vivido en el proceso sinodal, y así hacer realidad aquello que Dios espera de nosotros.


Meditar por unos momentos esta petición inicial, buscar la calma interior para entrar en este momento de conversión desde la Amazonía por las aguas de la sinodalidad, al servicio del Pueblo de Dios y sus pueblos y comunidades, y para escuchar el llamado de Dios a través de su Palabra Viva.


Fragmento de una lectura del día (cada uno es invitado a profundizar en las lecturas completas según su propia necesidad y criterio)

Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: "Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación. El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien que es más que Salomón. El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay alguien que es más que Jonás. (Lucas 11,29-32).

Reflexión desde la perspectiva del proceso sinodal amazónico

Son muchos los que a lo largo de la historia predicaron la necesidad de conversión. Al fin y al cabo, Dios nos habla a través de aquellos a quienes envía. No siempre ese mensaje ha sido escuchado, inclusive cuando Dios habló a través de su propio Hijo. En el siglo XXI, Dios nos está hablando a través del Papa Francisco, que entre las muchas conversiones a las que nos llama es a una conversión ecológica.

Muchos no le escuchan, sobre todo aquellos que viven instalados en el centro de la Iglesia y de la sociedad, en ese primer mundo social y eclesial. Pero el Sínodo para la Amazonía nos ha mostrado que alguien que vino de los confines de la tierra, de la periferia, son el ejemplo a seguir. Los pueblos amazónicos escucharon esa invitación y se pusieron manos a la obra junto con el obispo de Roma, llamando al mundo a descubrir la necesidad de cuidar de la Casa Común, una actitud asumida secularmente, que quieren hacer ver como algo a ser asumido por todos.

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Contemplación

Contemplemos la imagen de este día y dediquemos un momento a reconocer nuestra propia vida y experiencia en la Iglesia y al servicio de la Amazonía para pedir luz en esta Palabra de Dios y así traer de vuelta todo lo vivido. Escribir mis peticiones particulares y permanecer en ellas durante este día. Hacemos una invitación a llevar un registro de todo lo que el Espíritu suscite en nosotros como preparación interior para poder asimilar mejor el proceso sinodal.

Cita para meditación de cierre

Nuestro planeta es un regalo de Dios, pero sabemos también que vivimos la urgencia de actuar frente a una crisis socioambiental sin precedentes. Necesitamos una conversión ecológica para responder adecuadamente. Por ello como Iglesia Amazónica, frente a la agresión cada vez mayor a nuestro bioma amenazado por su desaparición con consecuencias tremendas para nuestro planeta, nos ponemos en camino inspirados por la propuesta de la ecología integral. Reconocemos las heridas causadas por el ser humano en nuestro territorio, queremos aprender de nuestros hermanos y hermanas de los pueblos originarios, en un diálogo de saberes, el desafío de dar nuevas respuestas buscando modelos de desarrollo justo y solidario. Queremos cuidar nuestra “casa común” en la Amazonía y proponemos nuevos caminos para ello”.(Documento Final - Sínodo Amazónico, 65) 

Querida Amazonía 2

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