40 días navegando hacia la conversión - Lunes de la semana III 20º Día: Las voces del territorio son quienes mejor nos pueden ayudar a encontrar los nuevos caminos

40 días de conversión sinodal
40 días de conversión sinodal

No podemos negar que los profetas nos molestan, sobre todo cuando es gente que está cerca de nosotros

Estamos siendo afectados por los madereros, ganaderos y otros terceros. Amenazados por actores económicos que implementan un modelo ajeno en nuestros territorios

20200225_113647

Petición permanente por la conversión sinodal al inicio de cada día

Que el Dios Trinitario, ejemplo de vida en comunión, nos ayude a soñar con una Iglesia sinodal, donde sepamos descubrir los signos de los tiempos, y la presencia de un Dios encarnado de diferentes modos, en distintos lugares. Un Dios que nos ayude a discernir su presencia y a anunciarle en todos los rincones, también entre los que más lejos se encuentran; a ser una Iglesia en salida, que va al encuentro, que escucha y dialoga con todos. Que busquemos el bien para todos los que nos encontramos cada día y sepamos traer de vuelta a la Amazonía y a todos los lugares donde estemos, todo lo vivido en el proceso sinodal, y así hacer realidad aquello que Dios espera de nosotros.

Fragmento de una lectura del día (cada uno es invitado a profundizar en las lecturas completas según su propia necesidad y criterio)

Cuando Jesús llegó a Nazaret, dijo a la multitud en la sinagoga: "Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país.

Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio".

Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino. (Lc 4,24-30).

Reflexión desde la perspectiva del proceso sinodal amazónico

Cómo nos cuesta reconocer que aquel que conocemos desde siempre puede ayudarnos a reconocer que no estamos avanzando por el buen camino, que nos estamos desviando de aquello que Dios quiere de nosotros. Las voces sencillas, las voces del territorio, son quienes mejor nos pueden ayudar a encontrar los nuevos caminos que la Iglesia y la sociedad necesitan. A veces no nos gustan, sobre todo cuando muestran nuestros errores y ponen en jaque nuestras opciones. No podemos negar que los profetas nos molestan, sobre todo cuando es gente que está cerca de nosotros.

En la Amazonía, las profecías de los sabios, de los ancianos, nos dicen que es necesario tomar rutas alternativas. Aunque algunos les vean como profetas de calamidades, son ellos, de quienes podemos decir que son los mejores conocedores de la realidad, quienes mejor nos pueden ayudar a cuidar de la Creación, no sólo en la Amazonía, sino en todos los rincones del Planeta.

20200315_171152

Contemplación

Contemplemos la imagen de este día y dediquemos un momento a reconocer nuestra propia vida y experiencia en la Iglesia y al servicio de la Amazonía para pedir luz en esta Palabra de Dios y así traer de vuelta todo lo vivido. Escribir mis peticiones particulares y permanecer en ellas durante este día. Hacemos una invitación a llevar un registro de todo lo que el Espíritu suscite en nosotros como preparación interior para poder asimilar mejor el proceso sinodal.

Cita para meditación de cierre


“No es necesario que yo repita aquí los diagnósticos tan amplios y completos que fueron presentados antes y durante el Sínodo. Recordemos al menos una de las voces escuchadas: «Estamos siendo afectados por los madereros, ganaderos y otros terceros. Amenazados por actores económicos que implementan un modelo ajeno en nuestros territorios. Las empresas madereras entran en el territorio para explotar el bosque, nosotros cuidamos el bosque para nuestros hijos, tenemos la carne, pesca, remedios vegetales, árboles frutales […]. La construcción de hidroeléctricas y el proyecto de hidrovías impacta sobre el río y sobre los territorios […]. Somos una región de territorios robados»”. (Querida Amazonía, 11). 

Querida Amazonía 6

Volver arriba