Personas discapacitadas, migrantes y Vida Monástica temas de la Rueda de Prensa del Sínodo Dolores Palencia: Presidir la Asamblea Sinodal, “un símbolo de apertura y deseo de que todos caminemos en igualdad y juntos”

Dolores Palencia
Dolores Palencia

“Un camino de aprender y de desaprender, un camino de abrirnos a una escucha muy atenta de cada persona, de cada realidad, de cada cultura” para así “retomar en esas palabras que escucho lo que el Espíritu me está diciendo”

“El Papa nos trata como miembros de pleno derecho, llamados a ser evangelizadores”, lo que ha hecho que las personas con discapacidad miren a la Iglesia con otra visión, viendo el Sínodo como una posible revolución

Se está creando “una comunión, una empatía de base que nos llena de esperanza y de estupor y estamos caminando hacia una meta que es bonita para la Iglesia y es necesario dejar que nuestro corazón se convierta a Cristo Jesús”

La Asamblea Sinodal del Sínodo de la Sinodalidad ha dado desde este viernes un paso más con los trabajos sobre el tercer Módulo, el B2, que trata sobre la corresponsabilidad en la misión. Tras la exposición de los elementos principales de esta parte, los trabajos se han desarrollado en los círculos menores, las comunidades para el discernimiento comunitario, las mesas redondas, una disposición y forma de trabajo cada vez más alabada por los miembros de la Asamblea, que este sábado han mantenido un nuevo encuentro con los periodistas.

Migrantes, discapacitados, Vida Monástica

Los representantes han sido la Hna. María de los Dolores Palencia Gómez, que este viernes fue la primera mujer en ser presidente delegada de un Sínodo, Enrique Alarcón García, presidente del movimiento FRATER España – Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad, y el Monge Mauro Giuseppe Lepori, Abad General de la Orden Cisterciense.

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Asamblea Sinodal en el Sínodo de la Sinodalidad
Asamblea Sinodal en el Sínodo de la Sinodalidad

Sus más de 50 años de vida religiosa en la Congregación San José de Lyon, la mexicana Dolores Palencia los ha vivido casi siempre en las periferias, actualmente en un albergue que acoge migrantes de todas las partes de mundo. La religiosa vive su presencia en el Sínodo como una gracia, “un camino de aprender y de desaprender, un camino de abrirnos a una escucha muy atenta de cada persona, de cada realidad, de cada cultura” para así “retomar en esas palabras que escucho lo que el Espíritu me está diciendo”, y a través del discernimiento comunitario “descubrir qué nos dice el Espíritu a todos y a todas juntos para servir y para dar un paso más adelante en este deseo de hacernos un mensaje de esperanza y un anuncio de Evangelio en el mundo”.

Primera presidenta delegada en un Sínodo

Sobre su función como presidenta delegada, lo define como “una experiencia muy profunda, muy emocionante, de estar sentada en la misma mesa redonda junto con el Papa”. Algo que dice servirla para “darme cuenta que esto quiere ser una manera de vivir para siempre y en adelante la corresponsabilidad que tenemos todos y todas como bautizados”. La religiosa recordó las palabras de Pablo Vi en Eclesiam Suam, donde define a la Iglesia como diálogo, diciendo que es algo que se está viviendo en el Sínodo, lo que considera una gracia.

Ser la primera mujer presidenta de una Asamblea de Obispos, “es un símbolo de esta apertura y de este deseo de que todos caminemos en igualdad y juntos”. El reconocimiento de la mujer es un gozo y también una responsabilidad, resaltó, “al ser reconocidas públicamente tenemos que mostrar lo que como mujeres, laicas, religiosas podemos poner al servicio del Evangelio y al Servicio de la esperanza”.

Papa y presidente de la Frater

Un Papa que acoge a los discapacitados

Enrique Alarcón ve su presencia como motivo de gratitud y sorpresa, que le llenó de alegría el corazón. Las personas discapacitadas no quieren que esto sea un gesto decorativo y sí un modo de “hacer real lo que es el proceso de la sinodalidad”. En ese sentido destacó una consulta del Papa a través del Dicasterio para los laicos sobre lo que las personas con discapacidad piensan con relación a la Iglesia. En su intervención denunció el hecho de no poder participar en la vida de la Iglesia, a veces las barreras arquitectónicas impiden su entrada.

En los últimos tiempos ve un cambio radical, “la Iglesia nos escucha”, han participado del proceso sinodal y se van dejando para atrás visiones paternalista, asistencialistas, “el Papa nos trata como miembros de pleno derecho, llamados a ser evangelizadores”, lo que ha hecho que las personas con discapacidad miren a la Iglesia con otra visión, viendo el Sínodo como una posible revolución, que haga que se vaya caminando hacia “una Iglesia donde todos y todas pueden estar y donde todos podemos realizar nuestra tarea evangelizadora”.

Sínodo
Sínodo

El soplo del Espíritu en la escucha recíproca

El Abad General de la Orden de los Cistercienses participa en la Asamblea como representante de la Unión de los Superiores Generales, en concreto a la Vida Monástica, diciendo estar aprendiendo mucho. Desde ahí ha llamado a regalar el camino de la sinodalidad y trabajar teniendo la comunión siempre en el centro, comunión de la Iglesia y de las personas. Un Sínodo que llama a la conversión y a la escucha, a descubrir el soplo del Espíritu en la escucha recíproca, de preparar espacios para lo que el Espíritu Santo pueda decir a la Iglesia hoy.

A diferencia con el Sínodo de 2018, donde también participó, destaca la importancia de las mesas redondas, una ayuda muy fuerte para una escucha activa, para intensificar relaciones, algo importante que experimento en la presencia en su círculo menor de una mujer palestina y su sufrimiento ante la actual guerra en esa región. El monje dijo estar convirtiéndose a una escucha en la que es importante escucharnos sin que la palabra del otro nos separe. Eso hace que se esté creando “una comunión, una empatía de base que nos llena de esperanza y de estupor y estamos caminando hacia una meta que es bonita para la Iglesia y es necesario dejar que nuestro corazón se convierta a Cristo Jesús”, resaltó.

Un respeto que también resaltó Dolores Palencia, que hizo hincapié en el hecho de que habrá una segunda sesión de la Asamblea Sinodal el próximo año y de la importancia de que lo reflexionado vuelva a las bases para dar un enriquecimiento, también a las periferias, que ellos mismos tengan su palabra y que sea tenida en cuenta. Igualmente destacó el énfasis en la realidad de los migrantes a quienes acompaña y de que como cristianos toquemos la conciencia de las autoridades y de la sociedad.

María Dolores Palencia

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