Una carta firmada por Mons. Gabriel Narciso Escobar Ayala, obispo responsable de la Pastoral Educativa de la Conferencia Episcopal Paraguaya, enviada al presidente de la Cámara de Senadores, Oscar Salomón (ver aquí), muestra la sincera preocupación del episcopado del país ante los recortes en educación que aparecen en los nuevos presupuestos generales para el año 2022.

Según el escrito, con fecha de 16 de noviembre de 2021, “los Obispos del Paraguay instamos a todos los miembros del Senado de la República a custodiar la inversión en Educación en todos los niveles y modalidades para que la misma no sea afectada por recortes o reasignaciones que impidan o limiten el cumplimiento de las finalidades legalmente establecidas para las instituciones públicas responsables de implementar programas y proyectos que promueven la excelencia académica como son el FEII (Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación) y el FONACIDE (Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo) que deben ser blindados”.

Como informa la Oficina de Comunicaciones y Prensa de la Conferencia Episcopal Paraguaya, la carta es consecuencia de una reunión celebrada entre el equipo de la Pastoral Educativa de la CEP y la Ministra-Secretaria ejecutiva de la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social, Econ. Viviana Casco Molinas y la Directora del Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación (FEEII), Dra. Carmen Romero. Dicha reunión se celebró en la Casa Provincial de los Salesianos.

Los obispos dejan claro que “la Educación es un derecho de todos y debemos velar para que aumenten las partidas presupuestarias destinadas a educación - sobre todo luego de la pandemia - y garantizar mejores condiciones escolares para los hijos de nuestro país tan golpeado por las desigualdades, la corrupción y la falta de equidad”.

Después de insistir en la necesidad de una mayor inversión en educación, así como de mejorar la calidad del gasto, la carta hace llegar “nuestro rotundo rechazo y desacuerdo, ante la posibilidad de recortes en el presupuesto que pertenece a la educación de nuestros niños desde la primera infancia, hasta los jóvenes y adultos”.

Finalmente, el episcopado paraguayo solicita “no hipotecar el futuro Educativo de nuestro pueblo. Hoy más que nunca urge invertir en educación, para generar el conocimiento y las competencias básicas necesarias para la formación del ciudadano honesto y responsable”, una insistencia ante una realidad que como siempre va a perjudicar a los más pobres.