“La centralidad de Jesucristo y su Palabra en nuestra acción pastoral” Fidel Oñoro: “La Escritura nos saca del analfabetismo espiritual”

Fidel Oñoro
Fidel Oñoro

Estamos aquí porque hay un proyecto, un proyecto que nos antecede. Ese proyecto maravilloso es la voluntad divina

La teología tiene su motivo de ser en el “hacer el diálogo entre esta experiencia de fe y la cultura, las culturas”

“El pastor en la Biblia en primer lugar es Dios

“Quien aprende a leer la cruz desde la experiencia del Resucitado es el que puede anunciar a Jesucristo

Sólo escuchando la Palabra podemos percibir qué es lo que Dios nos dice y nos pide, podemos llegar a descubrir nuestra misión y a qué somos llamados

Asamblea Eclesial lunes

La reflexión bíblico teológica constituye un elemento importante en el caminar de la Iglesia, pues fundamenta la vida pastoral. Desde esa perspectiva, el padre Fidel Oñoro reflexionaba en el primer día de trabajo de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, en que se hace un llamado a disponer el corazón para discernir en común en esta Asamblea Eclesial, teniendo como referencia el texto bíblico que invita a oír la Palabra de Dios y cumplirla.

Su reflexión en torno a “La centralidad de Jesucristo y su Palabra en nuestra acción pastoral”, tenía como como punto de partida una serie de preguntas que ha ido respondiendo a lo largo de la ponencia: “¿Por qué estamos aquí? ¿Qué es lo que convoca y la jalona esta Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, siempre en comunión con la Iglesia entera? ¿Por qué existe todo lo que tenemos? ¿Por qué hay Palabra de Dios? ¿Por qué hay Iglesia? ¿Por qué somos llamados? ¿Por qué hablamos de misión? ¿Por qué nos empeñamos en un discernimiento comunitario? ¿De dónde nace? ¿Cuál es la fuente? ¿Qué se propone fundamentalmente?”

Estamos aquí porque hay un proyecto, un proyecto que nos antecede. Ese proyecto maravilloso es la voluntad divina”, decía el biblista colombiano. Este proyecto consiste “en que Dios nos llama a compartir su vida y su felicidad. Dios nos llama a estar con él, a hablar con él, a vivir de su vida, a trabajar con él”. El desafío es saber leer el proyecto de Dios, pues desde el plan salvador de Dios se lee todo. Un plan salvador sin el que “la Iglesia no existiría”.

Jóvenes Asamblea Eclesial

Según el padre Oñoro, la teología tiene su motivo de ser en el “hacer el diálogo entre esta experiencia de fe y la cultura, las culturas”. La moral en que “estamos llamados a una forma de vivir conforme al plan salvador de Dios y ese estilo nos da identidad”. La liturgia en “ese plan salvador de Dios hay que celebrarlo como memoria viviente”. La pastoral en el hecho de que “la misión de la Iglesia es darle concreción en todos los niveles de lo humano, en lo individual y en lo comunitario de la persona”.

Centrado en la pastoral, el religioso eudista afirmó que “el pastor en la Biblia en primer lugar es Dios”, que va “conduciendo a su pueblo por el camino del desierto”. Por eso, insistió en que “la pastoral es siempre un ejercicio de travesía, de éxodo”, donde “la escucha siempre se traduce en ruta”. Así se traducen los caminos de Dios, un Dios que se hace caminante, que se encarna en Jesús, que es la Palabra, que escucha los gritos de los olvidados, que impacta, que suscita también gritos de alegría.

Ser discípulo implica saber leer la cruz, pues “quien aprende a leer la cruz desde la experiencia del Resucitado es el que puede anunciar a Jesucristo”. Desde la cruz se mira la historia de una nueva manera, es una gramática, nos “da una mirada y nos da un programa”.

La Escritura se sitúa en un horizonte vital, que recoge el plan salvador de Dios, que “nos abre ventanas de observación y de compresión más profunda”, que “nos saca del analfabetismo espiritual”. Con ella, decía Fidel Oñoro, “leemos los códigos de la intervención creadora, liberadora y siempre constructora de Dios en nuestra historia”, pero también “tenemos luz para percibir los caminos del Espíritu dentro de las tribulaciones que vivimos”.

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El biblista insistió en que “somos una Iglesia enamorada de Jesús, que no juega al poder, que sabe que sólo tiene fuerza y capacidad transformadora en la historia cuando se hace humilde y auténtica, cuando se hace servidora sin pedir nada a cambio”. Los discípulos son llamados a sentir con Jesús, también a escuchar, una actitud fundamental durante la Asamblea, escuchar la Palabra y la realidad, buscando “una acción pastoral más vigorosa”. Una primacía de la Palabra en la que la Iglesia de América Latina y del Caribe siempre fue pionera, insistió Oñoro. Partir de la Palabra para “hacer circular el Evangelio por todas las venas de la Iglesia”.

Sólo escuchando la Palabra podemos percibir qué es lo que Dios nos dice y nos pide, podemos llegar a descubrir nuestra misión y a qué somos llamados”, según el biblista, que resaltó que “escuchar, meditar, hacer entrar la Palabra en nosotros, nos permite actuar en sintonía con su voluntad”, la voluntad de Dios. De ahí surgirán los nuevos rumbos, caminos de felicidad, entendiendo que “Iglesia oyente es Iglesia en camino exodal, desinstalada, peregrina, aprendiz, siempre discípula, agradecida, auscultadora de la vida que quiere nacer, que escucha lo que late dentro de las personas, de las cosas, pero sobre todo de Dios”.

Somos puestos en las manos de la Palabra para que ella nos dirija, por lo que invitaba a pedir a Dios “un corazón que sepa escuchar”. Por eso, el padre Oñoro finalizaba con las palabras del Papa Francisco en Evangelii Gaudium: “No es lo mismo tratar de construir el mundo con su Evangelio que hacerlo sólo con la propia razón”, algo a lo que invitaba a los asambleístas “a hacer en esta semana”.

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