Entrevista con el coordinador saliente de Cáritas América Latina y Caribe Francisco Hernández: Papa Francisco, “un manantial de agua fresca en medio de tantas dificultades”

Francisco Hernández
Francisco Hernández

“Para acariciar hay que acercarse, hay que estar cerca, no puedes acariciar de lejos, tienes que acariciar al lado, donde puedas tener contacto, piel a piel, con el ser humano que está sufriendo, que está realmente desanimado, desesperanzado”

El acompañamiento de Cáritas en el COVID-19, una situación desesperada que cogió a todos desprevenidos, que, desde la organización de las Cáritas en ese momento, “permitió dar una respuesta bastante sincronizada, muy orgánica y con una presencia significativa”

"Descubrir que es importante seguir fortaleciendo esa Cáritas que se acerca a esos que están de pronto extraviados, desanimados, que han perdido la esperanza, que se dejaron llevar, y volver a entusiasmar"

“En este pontificado, personalmente me he sentido muy fortalecido con un Magisterio que expresa lo que hemos vivido y lo que queremos ser desde toda la vida"

En los últimos 12 años Cáritas América Latina y el Caribe ha sido coordinada por el padre Francisco Hernández, una misión que está llegando a su fin durante el XX Congreso de Caritas América Latina y el Caribe, que se realiza en Puerto Rico de 31 de mayo a 4 de junio.

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Un trabajo en temas sustanciales y claves

“Un espacio grande, maravilloso, con muchos gozos, algunas fatigas, pero en general muchos gozos”, insistía el presbítero, destacando “el haber trabajo con un equipo de 60, 70 personas”, de todo el continente, con quienes dice haber constituido una familia, afectivamente muy unidos, criando una relación de cariño con los referentes regionales, con los equipos, con los grupos. Esa dinámica ha permitido “trabajar temas sustanciales y claves para la región de América Latina, como el tema de la lucha por el respeto y la formación en Derechos Humanos, la construcción de paz, el proceso de reconciliación, defensa de los territorios, las dinámicas de ecología integral, el fortalecimiento de las grandes redes territoriales: REPAM, REMAN, REGCHAG, Red CLAMOR.

Igualmente destaca el Programa de Centralidad de la Niñez, junto con otros actores eclesiales y no eclesiales, el diálogo interreligioso y ecuménico, las nuevas economías, centradas en el proceso de Economía de Francisco, el Pacto Educativo Global, la dinámica de la sinodalidad y de la Etapa Continental del Sínodo. Desde ahí resalta esas dinámicas “en los territorios, en la base, en el mundo de la parroquia, que es importante para nosotros y que ha valido la pena el esfuerzo”.

Protagonismo femenino en espacio de decisión en Cáritas

En esa perspectiva, el presbítero costarricense destaca la importancia el foro en el que se está debatiendo la presencia de la mujer en la vida de la Iglesia. Cita como ejemplo el hecho de que “20 años atrás tener en las direcciones nacionales de Cáritas una mujer era como un sueño y hoy ya tenemos siete u ocho mujeres dirigiendo a nivel nacional la Pastoral Social Cáritas”, lo que considera algo muy importante, y que se repite en las direcciones regionales con mujeres conduciendo procesos importantes, como sucede en el Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral del Celam, con Jimena Lombana y Romina Gallegos, una muestra de que “la mujer ha encontrado espacios y protagonismo en espacios de decisión importantes”.

El acompañamiento de Cáritas en el COVID-19, una situación desesperada que cogió a todos desprevenidos, que, desde la organización de las Cáritas en ese momento, “permitió dar una respuesta bastante sincronizada, muy orgánica y con una presencia significativa”. Tampoco se olvida de las dificultades, motivadas por una realidad de inequidades, de desigualdad, de injusticias, de violencias diversas, particularmente contra la mujer, contra los niños, sistemas económicos que no ayudan, que los seres humanos pasen de condiciones menos humanas a más humanas”, reconociendo que hay mucho por hacer y esperando que quienes van a tomar el relevo, “puedan continuar procesos que ayuden a ir generando más equidad”.

XX Congreso Caritas

Ser Cáritas para llevar el Evangelio

Alguien que siempre ha trabajado la dimensión social de la evangelización y estamos hablando con alguien que va a completar 39 años de sacerdote, reconoce que “al principio era muy complicado y siempre nos veían como raros, estos son de la Teología de la Liberación, te ponen de lado”. Ante ello insistía en que “uno realmente no está ni por ninguna teología, ni por ninguna ideología, sino para llevar el Evangelio, tal como lo expresa Jesús”.

Ante eso, Chico Hernández hace una lectura de lo que ha supuesto la llegada a la silla de Pedro del primer Papa latinoamericano, afirmando que “cuando te encuentras un pontificado donde eso es totalmente transparente, donde vivir el evangelio, en todas sus dimensiones, inclusive en su dimensión social, ya la Evangelii Gaudium el Papa Francisco lo expresa perfectamente, uno se siente como super apoyado, super amparado, muy bien protegido, sabiendo que no eres un sospechoso del Magisterio de la Iglesia, ni nada, sino que precisamente estás sosteniendo lo que el evangelio  siempre ha sido, con esa dimensión de una Cáritas que va al encuentro”, lo que ve reflejado en el relato de Emaús, donde Jesús se acerca y se pone de manifiesto que “para acariciar hay que acercarse, hay que estar cerca, no puedes acariciar de lejos, tienes que acariciar al lado, donde puedas tener contacto, piel a piel, con el ser humano que está sufriendo, que está realmente desanimado, desesperanzado”.

Padre Chico Hernández

Seguir fortaleciendo una Cáritas que se acerca

Recordando las palabras del Papa Francisco que define a Cáritas como la caricia de la Iglesia, afirma que esa expresión “nos anima a descubrir que es importante seguir fortaleciendo esa Cáritas que se acerca a esos que están de pronto extraviados, desanimados, que han perdido la esperanza, que se dejaron llevar, y volver a entusiasmar, volver a la fuerza con la Palabra y con la celebración de la fracción del pan, y restaurar nuevamente la vida de la comunidad”.

Desde ahí insiste en que “en este pontificado, personalmente me he sentido muy fortalecido con un Magisterio que expresa lo que hemos vivido y lo que queremos ser desde toda la vida, desde los Hechos de los Apóstoles, viendo como ponen sus cosas en común, como oran juntos, como comparten sus bienes”. Una dinámica que, en palabras del sacerdote, “en algún momento se nos pierde, que alguien ilógicamente quiere poner eso como algo negativo, y descubrimos que no, que es la fuerza misma, la vida misma del evangelio”.

Por eso resalta que “se siente uno como muy cobijado en el Magisterio de Francisco y en la dinámica del Francisco, para que podamos mantener ese proceso”. En ese sentido, señala que “habrá que ver si el siguiente pontificado sigue fortaleciendo esta dinámica de una Iglesia que sale a buscar, que se mete en el mundo del otro, que trata de comprender sus dolores, sus fatigas, que también sabe expresarse en sus gozos y sus esperanzas”. El padre Hernández ve a Francisco, su Magisterio y su Pontificado como “un manantial de agua fresca en medio de tantas dificultades, porque tenemos un pontífice que ha asumido, en esa dimensión de la ecología integral, cosmos y humanidad, como parte de ese cosmos”.

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