La segunda etapa de la Acción Solidaria de Emergencia "Es Hora de Cuidar", organizada por la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), Caritas Brasileira, Conferencia de Religiosos de Brasil, Movimiento de Educación de Base y la Asociación Nacional de Educación Católica de Brasil, que se enmarca en la Semana de Movilización Nacional, que se celebra del 8 al 12 de junio, se inició este martes con una celebración eucarística, presidida por Mons. Joel Portella Amado, en la Casa del Buen Samaritano, en Brasilia.

Durante la semana, se llevarán a cabo acciones de solidaridad en las diócesis, organismos y pastorales de la Iglesia en Brasil. Una de las coordinadoras de la Casa del Buen Samaritano, que acoge a migrantes, la hermana Rosita Milesi, directora del Instituto de Migraciones y Derechos Humanos, destacó la importancia de esta acción solidaria en un momento en que más de la mitad de la población brasileña se encuentra en situación de inseguridad alimentaria y nutricional.

La situación es tan grave que, según datos del Grupo de Investigación de Alimentos para la Justicia de la Universidad Libre de Berlín (Alemania), más de 125 millones de brasileños no se alimentan como deberían.

Según el secretario general de la CNBB, la campaña se centra en la lucha contra el hambre, una realidad cada vez más presente en Brasil, afirmando que "cuando un hijo de Dios sufre, el Señor está sufriendo en esa persona". Mons. Joel hizo un llamamiento a asumir una actitud de conversión como forma de hacer realidad la solidaridad en estos tiempos de pandemia. Según el obispo auxiliar de Río de Janeiro, es necesario superar el pecado (egoísmo), el cansancio y la incredulidad.

Para Mons. Portella, la caridad es una forma de adorar a Dios, y llama a los católicos a mantenerse firmes en su compromiso de fe, que debe traducirse en solidaridad y en compartir. Estamos ante una acción que será una forma de construir una red de solidaridad, que permitirá, según el secretario general de la CNBB, transformar el "yo" en "nosotros" y compartir las debilidades y un poco de lo que cada uno tiene, y así afrontar las consecuencias de la pandemia.

La campaña "Es Hora de Cuidar" ha sido presentada en un webinario, en el que el presidente de Cáritas Brasileira ha recordado la primera etapa de la campaña, que Mons. Mario Antonio da Silva ha definido como "una página viva del Evangelio". En el momento actual en que "el tiempo de la pandemia continúa, el hambre se agrava, las necesidades aumentan", el obispo de Roraima llamó a seguir participando en la campaña. No podemos olvidar, según el vicepresidente segundo de la CNBB, que "el hambre duele, el hambre mata. Por eso nuestra solidaridad, nuestra donación, promueve la vida”. El obispo invitó a la gente a buscar los puntos de recogida, repartidos por todo Brasil.

El directo, conducido por el coordinador nacional de la Pastoral de la Comunicación, Marcus Tulius, presentó diferentes realidades presentes en Brasil en este momento de pandemia y sus consecuencias. Con sus canciones, surgidas de la realidad y la vida del pueblo que sufre, el cantante Zé Vicente ayudó a los participantes a descubrir la mística y el sentido del compartir, recordando que "lo poco con Dios es mucho, lo mucho sin Dios no es nada".

El encuentro virtual ha mostrado el papel de la agricultura familiar en esta época de pandemia, ayudando a muchas familias a mantenerse y a compartir con los más necesitados. Una agricultura sustentada, como recordó Marcos Tulio, "en los principios de la agroecología, pensando en el cuidado de la casa común, en la ecología integral, como nos pide el Papa Francisco". Así lo demuestra el trabajo desarrollado por la Pastoral de la Tierra de la diócesis de Ipameri, donde los agricultores donan 8 toneladas de verduras y legumbres al mes.

Brasil ha ido perdiendo poco a poco las políticas públicas de seguridad alimentaria, como recordaba Carlos Eduardo Leite. El Coordinador General de la Asesoría a las Organizaciones Populares Rurales reflexionó sobre el hecho de que Brasil ha vuelto al mapa del hambre, del que había salido en 2004, como consecuencia de la degradación de las políticas públicas, los derechos y las oportunidades. Ante esa situación, hizo un llamamiento a la movilización para "garantizar las políticas públicas, porque la alimentación es un derecho humano, para todos".

La realidad de los emigrantes y la atención que las diferentes organizaciones eclesiales prestan a los mismos ha sido otro de los puntos fuertes de la presentación de la campaña, ayudando al cambio de mentalidad y a la conquista de derechos. Esta acción de emergencia, que comenzó en 2020, ha tenido "una respuesta muy positiva", según el padre Patriky Samuel Batista. El secretario ejecutivo de Campañas de la CNBB recordó que más de 4 millones de reales (unos 800 mil dólares) fueron destinados a esta acción solidaria de emergencia, además de 5 millones de toneladas de alimentos. Durante la Semana del Corazón de Jesús, el P. Patriky destacó la importancia de "sacer el corazón hacia afuera", de que nuestro corazón esté "disponible, abierto, solidario, haciendo nuestra parte".

Wagner Cesário destacó la importancia de la campaña, que "muestra que la Iglesia está movilizada, la Iglesia está comprometida en un proceso que marca nuestra historia”. Según el Asesor Nacional de Cáritas Brasileña, nos colocamos "como protagonistas de una acción que beneficia a los preferidos de Jesús”. Hay muchas acciones a favor de los que pasan por momentos de dificultad, como ocurre en la diócesis de Santo Ângelo, donde se puso en práctica la "estantería de la solidaridad", colocada en la calle, donde los que necesitan  toman y los que tenían condiciones, ponen. "Esto generó una solidaridad muy fuerte en nuestra comunidad", según el padre Marcos Bialozor, que compartió experiencias de recogida y donación de cestas de alimentos o ropa de abrigo.

La hermana Cleusa Alves da Silva explicó el significado del Día de la Caridad, que tendrá lugar el próximo sábado, 12 de junio, cuando la Iglesia de Brasil está invitada a organizar una gran colecta de alimentos a nivel local, que también serán distribuidos a nivel local a las familias más necesitadas. La vicepresidenta de Caritas Brasileña animó a organizar esta gran jornada de movilización, recordando que la campaña no termina el día 12, "debe extenderse a lo largo de todo el año, especialmente en este periodo en el que la pandemia persiste y el hambre se agrava cada vez más".