"Alguien incansable en su labor misionera, siempre cerca de su pueblo" La Iglesia de Manaos recuerda a Mons. Sergio Castriani, "testigo de la Palabra sin sonido, sin voz"

Tumba de Mons. Sergio Castriani
Tumba de Mons. Sergio Castriani

El arzobispo definió a su predecesor como "el misionero conquistado por la Palabra", y dijo que "la Palabra en él se hizo carne, y se convirtió con el paso del tiempo, especialmente en su enfermedad visible, en un testigo de la Palabra sin sonido, sin voz"

"Presencia misericordiosa en los lugares más lejanos y entre los más vulnerables"

"Sus consideraciones eran fruto de su gran conocimiento intelectual y de su intensa comunión con Dios"

Los indígenas le agradecieron su sensibilidad y escucha, "por caminar junto a nosotros, por alegrarse de las conquistas, por estar juntos en la lucha por los derechos"

"Un hombre sencillo y de gran saber, que se destacó como un gran exponente misionero de la Amazonía, donde eligió vivir sus días, entregándose y defendiendo a sus pueblos y a nuestra cultura con posiciones adecuadas y convincentes"

Dom Leonardo homilía

La Iglesia de Manaos se reunió en la noche del martes 9 de marzo para celebrar la Misa del Séptimo Día de su Arzobispo Emérito, Mons. Sergio Eduardo Castriani, una "celebración de acción de gracias", según Mons. Leonardo Steiner, quien, comentando el Evangelio de Juan y el Libro del Profeta Isaías, tomando también como referencia el lema episcopal de Mons. Sergio, “Habitó entre nosotros”, centró su homilía en la Palabra.

Mons. Leonardo afirmó que "Mons. Sergio recibió la Palabra, y la Palabra lo envió, lo envió como padre y pastor", reflexionando sobre cómo a través de la Palabra acercó a Dios a la gente en los sacramentos, insistiendo en que "la Palabra lo hizo y lo dejó ser pastor". El arzobispo definió a su predecesor como "el misionero conquistado por la Palabra", y dijo que "la Palabra en él se hizo carne, y se convirtió con el paso del tiempo, especialmente en su enfermedad visible, en un testigo de la Palabra sin sonido, sin voz". Mons. Steiner decía que "el sonido desapareció, la voz desapareció, pero la Palabra permaneció, y él pergeñaba y enseñaba la Palabra con sus gestos, con su presencia".

El arzobispo de Manaos recordó las palabras del profeta Isaías: "He hecho de él un testigo para los pueblos, un guía y un maestro para las naciones”. También recordó que "Mons. Sergio aprendió con gran dificultad que los pensamientos de Dios no eran los suyos, que sus caminos no eran los de Dios", haciendo referencia a la limitación que tuvo que aceptar ante la enfermedad de Parkinson, que le hizo renunciar a su ministerio episcopal a los 65 años. Mons. Leonardo insistió en que "la Palabra hablaba en él sin palabras", que "fue misionero de la Palabra y la Palabra fue misionera de él", pidiendo que "también nosotros seamos anunciadores de la Palabra, testigos de la Palabra, y cumplamos en todo la voluntad de nuestro Padre Celestial".

Al final de la celebración, diferentes representantes de la Iglesia y de la sociedad de Manaos rindieron homenaje y mostraron su gratitud al que fue su arzobispo durante más de siete años. Los laicos lo definieron como "alguien incansable en su labor misionera, siempre cerca de su pueblo", como alguien que "ayudaba, motivaba, guiaba al camino del seguimiento de Jesucristo". La Vida Religiosa destacó que "su vida de pastor es un testimonio para todos los que abrazan la consagración como vocación y la entrega de la vida en la misión", afirmando que, en función de la misión, Mons. Sergio fue "presencia misericordiosa en los lugares más lejanos y entre los más vulnerables".

Marcivana

Desde el mundo jurídico, alguien que forma parte del grupo que se reunía con Mons. Sergio Castriani cada mes en su casa, momento que definió como "un diálogo fraternal", destacó "su acogida y sabiduría, que, aunque no tenía formación jurídica, sus consideraciones eran fruto de su gran conocimiento intelectual y de su intensa comunión con Dios". Los indígenas agradecieron que "nos dijera que tenemos que hablar de verdad lo que vivimos, hablar lo que sentimos", refiriéndose al momento de escucha en el Sínodo en el que "estuvo a nuestro lado".

Aquel que puede ser considerado uno de los “padres fundadores” de la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, pues estaba en Brasilia en septiembre de 2014, que debido a su enfermedad no pudo participar de la Asamblea Sinodal, fue alguien que se preocupó em impulsar todo el proceso sinodal. Los pueblos indígenas siempre se sintieron apoyados por Mons. Castriani. De hecho, cuando llegó a Manaos, "en un momento en que estábamos fortaleciendo el movimiento indígena", siempre ayudó a "llamar la atención sobre una realidad presente aquí". Los indígenas le agradecieron su sensibilidad y escucha, "por caminar junto a nosotros, por alegrarse de las conquistas, por estar juntos en la lucha por los derechos".

En el homenaje a los diáconos permanentes, se destacó su presencia en su misión y en la vida de sus familias, resaltando "su apoyo, confianza y respeto, siempre brindado a cada uno de nosotros y a nuestras familias". Los sacerdotes también expresaron su "sentimiento de estima y gratitud a Dios por haberles dado a Mons. Sergio Castriani como pastor y guía de nuestra Iglesia particular". Fue definido como "un hombre sencillo y de gran saber, que se destacó como un gran exponente misionero de la Amazonía, donde eligió vivir sus días, entregándose y defendiendo a sus pueblos y a nuestra cultura con posiciones adecuadas y convincentes". El que fue su arzobispo es visto por los padres de Manaos como "alguien siempre dispuesto a escuchar y a acoger a todos", y también como "alguien que participaba de manera particular en nuestros sufrimientos personales y nunca nos dejaba sentirnos solos".

Sabino

También se leyeron los mensajes del Obispo de la Prelatura de Tefé, Mons. Fernando Barbosa, ausente por motivos de salud. Una Iglesia que Mons. Sergio "siempre amó tanto", y donde "siempre se hizo presente, incluso en la distancia geográfica, por el cariño que todos le tenían", aprovechando la menor oportunidad para volver. Una Iglesia en la que, según el mensaje, "Mons. Sergio aprendió a vivir de forma tan sencilla y entregada, y se despojó de su cultura", asumiendo su condición de misionero que sale al encuentro del hermano necesitado.

De la misma manera, la comunidad judía de Amazonas envió su mensaje, en el que pedía al Altísimo "que reciba su alma bondadosa en el Jardín del Edén, junto a los justos, en la morada de los bienaventurados". Finalmente, se leyó el mensaje del Papa Francisco, en el que se afirmaba que Mons. Sergio Castriani deja "un recuerdo de vida, de adhesión coherente y generosa a su vocación, de padre atento a las necesidades del prójimo y de pastor fiel al Evangelio y a la Iglesia". 

También al final de la celebración, hubo un hermoso gesto por parte de la Arquidiócesis de Manaos y su arzobispo, Mons. Leonardo Steiner. Fue en el momento en que el arzobispo de Manaos entregó al Padre Mellon, Vicario de Pastoral de la Prelatura de Tefé, que representaba a su obispo, el báculo, la mitra y la cruz pectoral de Mons. Sergio Castriani, que permanecerán en esa Iglesia donde Mons. Sergio dejó su corazón, donde fue obispo durante 14 años. Un recuerdo más para una Iglesia que caminó con alguien que siempre fue al encuentro de su gente.

Entrega báculo y mitra

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