El Papa Francisco ha nombrado este 11 de noviembre a Mons. Pedro Javier Torres Aliaga, hasta ahora obispo auxiliar de Córdoba, nuevo obispo de la diócesis de Rafaela (Argentina).

Presbítero desde 1984

Junto con el nombramiento, como informa el Bollettino de la Sala Stampa y AICA, el Santo Padre ha aceptado la renuncia del actual arzobispo, Mons. Luis Alberto Fernández, presentada al cumplir 75 años hace casi un año, el 26 de octubre de 2021, que será administrador apostólico de la diócesis de Rafaela hasta la toma de posesión canónica de su sucesor.

El nuevo obispo de la diócesis de Rafaela nació en Córdoba el 31 de diciembre de 1960, siendo ordenado presbítero el 6 de diciembre de 1984, después de estudiar Filosofía y Teología en el Seminario Mayor N.S. de Loreto, en Córdoba, licenciándose posteriormente en Teología Moral en la Academia Alfonsiana de Roma.

Obispo desde 2013

En la Arquidiócesis de Córdoba fue profesor, formador y rector en el Seminario Mayor Nuestra Señora de Loreto, así como Vicario Parroquial y Párroco de diferentes parroquias. En su ministerio presbiteral, fue miembro del Comité Interreligioso para la Paz y del Colegio de Consultores. Igualmente fue portavoz diocesano para los medios de comunicación sobre Bioética, Ecumenismo y Diálogo Interreligioso.

Fue nombrado obispo auxiliar para su propia arquidiócesis el 16 de noviembre de 2013, recibiendo la ordenación episcopal el 27 de diciembre del mismo año. En la Conferencia Episcopal Argentina es actualmente presidente de la Comisión Episcopal para el Ecumenismo, las Relaciones con el Judaísmo y Otras Religiones. Además, es miembro del Consejo de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Argentina.

La diócesis de Rafaela fue creada el 10 de abril de 1961, y tiene una extensión de 38.320 kilómetros cuadrados y una población de 323.000 habitantes de los cuales se estima que el 85% son católicos. Mons. Pedro Javier Torres será el séptimo obispo de la diócesis de Rafaela, que cuenta con 43 sacerdotes diocesanos, 31 parroquias, 13 diáconos permanentes, 6 seminaristas mayores, 27 religiosas y 38 centros educativos de la Iglesia.