Mejorar nuestro vínculo con el ambiente Mons. Jorge Lozano analiza propuesta de la Semana Laudato Sí’: Escuchar y caminar juntos

Mons. Jorge Lozano
Mons. Jorge Lozano

Responder al llamado de la conversión ecológica y la creación de una Escuela de Liderazgo Social

Construir la historia haciendo aportes desde la construcción de modelos económicos fundamentados en la dignidad humana, la equidad y la justicia

"Debemos ser capaces de compartir estas inquietudes con otras instituciones, universidades, organizaciones sociales, comunidades de diversas religiones, para construir juntos un mundo más humano"

Semana Laudato Si´ Francisco

El inicio de la Semana Laudato Sí, la necesidad de seguir trabajando por un proceso de sensibilización efectivo que nos lleve a responder al llamado de la conversión ecológica y la creación de una Escuela de Liderazgo Social, como ejemplo de ese compromiso con la propuesta del Papa Francisco; son los temas que ocupan a Monseñor Jorge Eduardo Lozano en su reflexión semanal.

Recordando que esta semana surgió como una manera de celebrar el primer aniversario de la carta Encíclica Laudato Si‘; el secretario general del Celam, nos recuerda la importancia del documento que cuestiona sobre el cuidado de la casa común, invita a mejorar nuestro vínculo con el ambiente y profundiza en temas como la justicia en la distribución de los bienes y la atención a los pobres.

Publicada el 24 de mayo de 2015, esta Encíclica nos impulsa al «compromiso con un estilo de vida más sobrio y sostenible con la creación, como don de Dios,»  afirma el prelado al recordar que el lema de la semana Laudato Si’ prevista del 22 al 29 de mayo es «Escuchar y caminar juntos» lo que  busca mirar al mundo desde la convocatoria sinodal.

Laudato Si

El clamor de las víctimas

La escucha, como actitud fundamental de este camino, debe abrirnos a la escucha del clamor de la tierra tanto como al clamor de los pobres. Proceso que se origina en el corazón y el pensamiento, pero que debe apelar a la formación para generar cambios en la mentalidad y suscitar nuevas  prácticas alejadas de las conductas destructivas con el planeta que fueron normalizadas a lo largo de la historia por ignorancia o falta de conciencia.

En este sentido el prelado argentino explica que «el clamor de la tierra« se escucha y se ve en los efectos de la crisis ambiental que padecemos. Fenómenos como el calentamiento global, los desastres por la indiscriminada tala de árboles, la disminución de los bosques nativos, la contaminación del aire, la sobre explotación de las especies marinas y la desertificación de los suelos son solo algunos de ellos.

Por otra parte, señala el obispo, está el «clamor de los pobres», los que no tienen acceso al agua potable, carecen de acceso a suelos fértiles y poco a poco se van convirtiendo en los desplazados ambientales, las primeras víctimas de esa falta de empatía con el ambiente. A ellos hemos de escucharlos no solo en sus reclamos y demandas, también en su sabiduría sobre el buen vivir, aportes que no podemos perder de vista ya que sus enseñanzas proceden de su experiencia y espiritualidad.

Laudato Si

Disposición para conocer y aportar

La segunda parte del lema de la Semana Laudato Sí, es la que llama a caminar juntos, que el prelado relaciona con una invitación implícita a construir la historia haciendo aportes desde la construcción de modelos económicos fundamentados en la dignidad humana, la equidad y la justicia. «Que el fin último no sea el lucro o la ganancia a toda costa. La avaricia y la acumulación nos lleva al desprecio de la obra creadora de Dios,» advierte,

Desde luego ese caminar juntos tiene unas implicaciones, como lo asegura el arzobispo de San Juan de Cuyo, la espiritualidad tiene un lugar preponderante porque no solo se trata de las cuestiones técnicas o aquellas vinculadas a los estilos de vida, se trata de los horizontes de sentido que generalmente superan las cuestiones religiosas.

«Debemos ser capaces de compartir estas inquietudes con otras instituciones, universidades, organizaciones sociales, comunidades de diversas religiones, para construir juntos un mundo más humano,» afirma.

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Formación para el cambio

Y en el intento de vincular esa dimensión social que debe tener la fe y la formación para la conciencia y el cambio, Monseñor Lozano anuncia el comienzo de un proyecto que adelantará la Universidad Católica de Cuyo – Argentina a través de su Instituto de Formación Docente y que contará con la participación de la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de San Juan.

La Escuela de Liderazgo social es el nombre de la iniciativa que se propone generar y ofrecer un espacio para nutrir esa experiencia y crecer juntos. Alcanzar estos objetivos requiere de líderes sociales que se capaciten y formen en el uso de herramientas imprescindibles desde la cosmovisión cristiana sin apartarse de las necesidades reales de las comunidades.

Para el obispo este estilo formativo cuenta con una dimensión de carácter académico unido a experiencias concretas, porque no se trata de abstracciones alejadas de la realidad. Esta propuesta académica ofrecerá cursos, diplomados e investigaciones, pensadas para promover la amistad social y la cultura del encuentro.

La propuesta que combinará las modalidades virtual y presencial tendrá al centro la cercanía con los más frágiles de la sociedad porque la finalidad es potenciar el cuidado de la vida y de la casa común, así como la búsqueda de la justicia, la paz y el diálogo, lo que necesariamente llevará a quienes la organicen y gesten así como a los que se vinculen a estar abiertos para aprender de otros modos de vínculos sociales.

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