El arzobispo chileno se pronuncia ante el conflicto en la Empresa Nacional de Petroleos Mons. Chomali: “El trabajo es una instancia privilegiada para ser mejor”

Monseñor Chomali
Monseñor Chomali

"El trabajo es el principal recurso del hombre y la mujer para vivir dignamente"

“Ser evaluado constantemente para que sea siempre fuente de promoción de la persona considerada integralmente”

Trabajo y capital “adquieren valor y pleno sentido en cuanto son mediados por el ser humano y se orientan hacia él”

ENAP

Ante la situación que viven los subcontratistas de la “Empresa Nacional del Petróleo” (ENAP), en Chile, Mons. Fernando Chomali ha hecho una reflexión sobre un asunto que considera clave en los temas sociales: el trabajo.

En realidad, la situación vivida en la ENAP es un conflicto que viven “miles de chilenos y extranjeros avecindados en nuestro país”, demandando “actuar según verdad y justicia con ellos”, lo que puede llevar hacia la paz y un desarrollo auténticamente humano. El arzobispo de Concepción parte de la idea de que “el trabajo es el principal recurso del hombre y la mujer para vivir dignamente”, pudiendo ser considerado elemento clave en “el grado de desarrollo humano de una sociedad”, y “un gran termómetro para conocer la realidad”.

Mons. Chomali ve el trabajo como instrumento de avance en diferentes campos y una forma de “continuar la obra del Creador”. Para el vicepresidente de la Conferencia, el trabajo tiene una dimensión transitiva, “sale del ser humano y se instala en la creación”, al punto que “humaniza la materia”, y una dimensión intransitiva, que humaniza al sujeto. También una dimensión objetiva, “manifestada en productos y servicios”, y subjetiva, dando dignidad al hombre y a la mujer que trabajan, cumpliendo con “su vocación de ser persona”, para lo que debe estar al servicio de la comunidad.

Busco trabajo

El arzobispo de Concepción insiste en el trabajo como una dimensión fundamental en la vida del ser humano, como “una instancia privilegiada para ser mejor, para crecer en humanidad y hacer crecer a la humanidad”, como “una posibilidad privilegiada para lograr una mayor perfección”. Junto con ello denuncia que la visión del trabajo como mercancía y como fuerza.

Frente a ello lo define como don y tarea, algo a “ser evaluado constantemente para que sea siempre fuente de promoción de la persona considerada integralmente”. Desde ahí lo relaciona con la familia, considerándolo fundamento de su subsistencia, y llamando a caminar en armonía y “ser de fuente de creación y de promoción humana”.

El prelado chileno reflexiona sobre la necesidad de que trabajo y capital vayan de la mano, pues ambos “adquieren valor y pleno sentido en cuanto son mediados por el ser humano y se orientan hacia él”, insistiendo en la primacía de la persona, para lo que hace ver la importancia de la remuneración, considerando que “las grandes diferencias salariales en general que subsisten hoy en día son una injusticia y fuente de mucho malestar social”.

Finalmente se refiere a las tres T del Papa Francisco: trabajo, techo y tierra, algo a lo que todo ser humano debe tener acceso. Ante eso, afirma que “pueden ser una contribución a la sociedad, y se pueden convertirse en parte del diálogo que urge por parte de todos los involucrados en el largo, complejo y doloroso conflicto que involucra a los subcontratistas de ENAP y a tantos otros que no se sienten adecuadamente escuchados ni respetados en sus derechos”.

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