El Sínodo para la Amazonía puede ser considerado como un punto de inflexión en la Iglesia en la Amazonía, incluso en la Iglesia universal. El gran reto es llevar las propuestas elaboradas a las iglesias particulares, algo que se ha visto dificultado por la pandemia, pero que poco a poco se está haciendo realidad.

Hablamos de una Iglesia sinodal, donde todos son escuchados, donde la gente se alegra de que "la palabra de una mujer indígena sea escuchada con el mismo respeto y atención que la palabra de un obispo", como destacó una de los participantes al final de la 48ª Asamblea del Regional Norte 1 de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, que tuvo lugar en Manaos del 20 al 22 de septiembre.

En un intento de construir nuevos caminos, los obispos y representantes de las diócesis, prelaturas y pastorales han elaborado las nuevas Directivas a la luz de las Directivas de la CNBB Nacional y de los sueños de la Querida Amazonía. Todo esto en un proceso sinodal, una dinámica del Regional, según el padre Zenildo Lima, miembro del equipo de articulación de la Asamblea.

Tras recoger el material presentado por las bases, éste se transformó en un texto de propuesta, para luego recibir las aportaciones de los delegados presentes en esta Asamblea, según el rector del Seminario San José de Manaos. Destaca que fueron repercusiones bastante profundas que se reflejaron en los grupos de trabajo, recogiendo las realidades locales.

El padre Zenildo Lima, auditor en el Sínodo para la Amazonía, encuentra interesante "esta toma de conciencia de este sujeto que es la comunidad eclesial misionera, como sujeto, pero también como destinatario". Destaca el hecho de "atreverse a invertir una metodología misionera, que es la que nos trajo el Sínodo, de llevar la periferia al centro". "Las comunidades periféricas en el centro de la acción misionera, de la acción evangelizadora, es ya un gran signo de presencia, y una presencia siempre marcada por este compromiso con la vida", subrayó.

Es necesario comenzar a poner en práctica las actividades muy concretas que surgen de los sueños de Querida Amazonía, según Mons. Edson Damian. El presidente del Regional Norte 1 insiste en "tener en cuenta la interculturalidad". Frente a las múltiples culturas de la región, "la Iglesia debe construir la unidad en la diversidad, y para ello debemos crear espacios de diálogo, para respetar a las personas que son diferentes, para que puedan manifestar su espiritualidad, sus valores culturales", según el obispo de Sao Gabriel da Cachoeira. 

En su diócesis, el principio rector de la espiritualidad y la pastoral es: "la buena noticia de las culturas indígenas acoge la Buena Noticia de Jesús". Según el obispo, "las semillas del Verbo llegaron antes que los misioneros, y debemos tener la sensibilidad de descubrir esos valores que son humanos, profundamente cristianos, que los pueblos indígenas viven hasta hoy: la vida comunitaria, el compartir los alimentos, el trabajo en común".

Mons. Edson Damian también habla de los matrimonios interétnicos, algo que acerca una cultura a otra y facilita el aprendizaje de varias lenguas en la convivencia. El presidente del Regional Norte 1 insiste en la necesidad de "empezar a traducir al menos los Evangelios a las lenguas de los pueblos indígenas". También en "poner elementos de la espiritualidad de los pueblos indígenas en nuestra liturgia, en la liturgia de la Palabra, en la liturgia eucarística con mucha más libertad".

Otro elemento es "la valoración de los catequistas que están en las comunidades indígenas y ribereñas, que deben ser acompañados con una formación bíblica y pastoral", dice el obispo. Según él, "muchos de ellos deben ser ordenados diáconos, diáconos permanentes, y en el futuro son ellos los que serán ordenados sacerdotes para las comunidades". En la Asamblea se subrayó que "la Eucaristía es un elemento fundamental de nuestra espiritualidad cristiana", insistiendo en que, aunque se valora la celebración de la Palabra, "el pueblo tiene derecho a la Eucaristía, que es un elemento fundamental de nuestra espiritualidad cristiana".

Hablando del sueño ecológico, considera fundamental "llevar la Laudato Si' a la gente de nuestras comunidades ribereñas". A pesar de vivir la ecología y ser guardianes de la naturaleza, es importante "descubrir el valor que tiene la ecología integral". Junto a ello, en el sueño social, habló de ciudadanía, fe y política, de realizar escuelas de formación, algo necesario "en este momento de retroceso que vive nuestro país, de desmantelamiento de los derechos que los pueblos indígenas y los pobres han adquirido con mucha lucha".