La semana pasada, los obispos de la Amazonía brasileña se reunieron en Belém para estudiar el Instrumento de Trabajo del Sínodo para la Amazonía. Después de tres días de reunión, los participantes de la reunión escribieron una carta que este 4 de septiembre, en nombre de la Red Eclesial Pan Amazónica - REPAM, fue entregada por el Obispo de la Prelatura de Marajó, Mons. Evaristo Pascoal Spengler, acompañado por muchos miembros del REPAM y de los pueblos indígenas, el Presidente de la Comisión General para discutir la Preservación de la Amazonía, el Diputado Alessandro Molon, y el Presidente del Frente Ambientalista de la Cámara, el Diputado Ailton Tattoo.

La carta, que ha causado malestar en sectores del gobierno brasileño, es una llamada a la sociedad en su conjunto para defender la Amazonía, "suelo sagrado que Dios ha creado en su generosidad y que debemos cuidar y cultivar para las generaciones presentes y futuras", y sus pueblos, una preocupación presente entre los obispos de la Amazonía desde 1952, como Don Evaristo informó a los presentes, siempre con el objetivo de discutir los problemas ambientales y la evangelización en la región.

El obispo de Marajó declaró que "este Sínodo debe entenderse como una continuación de Laudato sí del Papa Francisco, la preocupación del Papa por nuestra Tierra, con nuestro Planeta, que él llama la Casa Común". Monseñor Evaristo ha leído algunos de los párrafos de la carta, enfatizando la defensa de la Amazonía y la demanda de medidas urgentes por parte de los gobiernos, así como la angustia y las denuncias que aparecen en la carta.

Recordando las palabras del Papa Francisco en Puerto Maldonado, el obispo denunció que "la Amazonía está en un contexto global de disputa", consecuencia de "diferentes visiones del mundo, de diferentes formas de ver la relación con el medio ambiente, diferentes formas de lidiar con el economía". Ha puesto, por un lado, la actitud de "pueblos tradicionales, indígenas, quilombolas, ribereños que preservan el medio ambiente" y, por otro, "agro negocio, tala, minería, invadiendo,contaminando, destruyendo el medio ambiente", un choque de modelos globalizado.

Ante esta realidad, el obispo de Marajó ha dejado claro que, como Iglesia, “estamos del lado de los débiles, como también lo hizo Jesús, Jesús defendió a los pobres, los vulnerables, los débiles, la Iglesia está comprometida con los pueblos indígenas, quilombolas y ribereños y todos los pueblos vulnerables de nuestra Amazonía", palabras que provocaron aplausos entre los presentes. Lo que Monseñor Evaristo ha pedido es "la solidaridad, el compromiso de esta comisión con esta causa indígena por la que muchos en Brasil y en el extranjero están luchando".

Monseñor Spengler afirma que "la Amazonía ha atraído la atención de Brasil y del mundo, especialmente debido a la deforestación y los incendios, que llevó nubes de humo a Sao Paulo el mes pasado". Frente a los numerosos periodistas presentes, que preguntaron por qué la Iglesia se preocupa por tener un Sínodo para la Amazonía en este momento, si tenía algo que ver con la actual política en Brasil, el obispo respondió que "la Iglesia tiene una larga historia en la Amazonía desde el siglo 17 y reuniones regulares en la Amazonía desde 1952". Por lo tanto, enfatizó que "el Sínodo es una continuidad de la acción de la Iglesia a lo largo de estos siglos, y también una continuidad de la acción del Papa para preservar la Casa Común con su encíclica Laudato si".

Por eso, afirma Monseñor Evaristo, "el Sínodo quiere profundizar la forma de evangelización de la Amazonía en nuestros días, al mismo tiempo que quiere buscar una nueva forma de cuidado de la creación que Dios nos ha dejado, sin destruirla, de modo que la vida siga siendo posible en nuestro planeta". Esto solo es posible siguiendo las palabras del Papa Francisco, quien según el obispo de Marajó, "ha recomendado una vida más sobria, sin tanto consumismo, que se extiende por todo el mundo".

La respuesta del diputado Alessandro Molon ha sido de agradecimiento por la "celebración de este Sínodo de la Amazonía el próximo octubre", solicitando que se transmita a la presidencia de la CNBB (Conferencia Nacional de Obispos de Brasil) y al Papa Francisco, "nuestra alegría por la realización y con la elección de este tema", y junto con eso, ha declarado que "esperamos que la Iglesia continúe con su valentía para poner su dedo sobre la herida y decir lo que hay que decir sobre la preservación de la Amazonía".

Frente a la opinión de algunos gobernantes, refiriéndose claramente a posturas oficiales, incluido el propio presidente, que ha admitido públicamente la supervisión de los obispos que asistirán al Sínodo por la ABIN (Agencia de Información de Brasil), el diputado ha enfatizado que el congreso felicita a la CNBB y al Vaticano por su elección del tema y la realización, reconociendo que "nuestra esperanza es grande con lo que saldrá del Sínodo de la Amazonía", ante lo que Alessandro Molon ha felicitado y enviado un gran abrazo a la CNBB y al Papa Francisco. Ante las palabras del presidente de la comisión, Monseñor Evaristo ha concluido diciendo que "la Iglesia seguirá siendo esta Iglesia profética, que denuncia lo que debe denunciarse, lo que va en contra del plan de Dios aquí en esta tierra".