Un buen ejemplo de lo que significa ser un cristiano Mons. Fernando Chomali: “Sin el padre Hurtado Chile sería otro”
"Es muy raro encontrar a un sacerdote chileno que no se haya sentido motivado por la vida del Padre Hurtado”
“Todo lo que hizo el padre Hurtado fue porque era un hombre de Dios”
El padre Hurtado “se presenta como un buen ejemplo de lo que significa ser un cristiano. Una persona que tiene clara consciencia que la vida es para darla, que la vida es un don, que está llamado a darla a los demás"
"Somos muy buenos en hacer diagnósticos, pero nuestra fe se mide por los frutos"
El padre Hurtado “se presenta como un buen ejemplo de lo que significa ser un cristiano. Una persona que tiene clara consciencia que la vida es para darla, que la vida es un don, que está llamado a darla a los demás"
"Somos muy buenos en hacer diagnósticos, pero nuestra fe se mide por los frutos"
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Esta semana, la Iglesia y la sociedad chilena se han visto marcadas por el recuerdo del padre Alberto Hurtado, alguien que goza de gran aprecio en su país, donde es visto por muchos como el apóstol de la solidaridad.
En esa tesitura, el nuevo vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Mons. Fernando Chomali, definía al Padre Hurtado como “una figura que a mí me resulta muy atractiva, y es muy raro encontrar a un sacerdote chileno que no se haya sentido motivado por la vida del Padre Hurtado”. El arzobispo de Concepción afirmó que el Padre Hurtado “tuvo una vida como la de muchos, con alegrías y con muchas penas, falleció su padre siendo muy joven y su madre tuvo muchas dificultades para sacar adelante a sus hijos”.
Otra característica que define al santo chileno es el hecho de haber sido “una figura muy simpática”, según el arzobispo. Por eso, insistió en que “es muy terrible conocer en la Iglesia a personas, como dice el Papa Francisco, con cara de vinagre”, señalando que “el Padre Hurtado siempre aparece en las fotos sonriente”. Mons. Chomali insistió en la necesidad de profundizar en el conocimiento de la obra del padre Hurtado, sobre todo de lo que es, no quedándose en lo que hizo.
Más allá del Hogar de Cristo, de sus libros vocacionales, la Revista Mensaje, sus estudios de sociología en Lovaina, su trabajo en el mundo sindical, el vicepresidente del episcopado chileno destacó la importancia de su vida espiritual, diciendo que “todo lo que hizo el padre Hurtado fue porque era un hombre de Dios”. Por eso, le definió como “una persona que no sólo tenemos que alabar, que felicitar, sino que también tenemos imitar”.
Para Mons. Chomali, el padre Hurtado “se presenta como un buen ejemplo de lo que significa ser un cristiano. Una persona que tiene clara consciencia que la vida es para darla, que la vida es un don, que está llamado a darla a los demás, sobre todo tener una gran intuición de quiénes son los pobres para dedicarle todo en cuerpo y alma como él lo hizo”. La importancia de la figura del padre Hurtado en la sociedad chilena es tanta, que sin el padre Hurtado Chile sería otro, destacó el arzobispo de Concepción.
En sus palabras, Mons. Fernando Chomali mostró la importancia de las obras en el cristianismo, hasta el punto de decir que “seremos reconocidos por nuestras obras, la fe tiene que llevar a obras”, citando las palabras del Papa Francisco en las que llama a acabar en la Iglesia con el “habría que”. En ese sentido, el padre Hurtado, en palabras del arzobispo, no escribió un tratado, sino que ante los niños que estaban en la calle, “fue, los tomó y los llevó a su casa”.
El ejemplo del padre Hurtado es importante para nosotros, que “somos muy buenos en hacer diagnósticos, pero nuestra fe se mide por los frutos”, insistiendo una vez más en pasar del habría que al hacer. Finalmente agradecía el trabajo de la Compañía de Jesús, a la que perteneció el padre Hurtado, y animaba “a que mantengamos la antorcha encendida” y no perder el foco, que según él es la vida eterna. Por eso, insistía en que “no seremos juzgados por nuestros tratados, no seremos juzgados por nuestras intenciones”, y sí por lo que hagamos por los más pequeños, llamando a “promover obras concretas, para personas concretas, en tiempos concretos”.