El arzobispo de Manaos propone la misericordia como camino pastoral Mons. Leonardo Steiner: "Cuando vamos juntos al encuentro de los pobres, nuestras divisiones desaparecen"

Dom Leonardo Steiner
Dom Leonardo Steiner

"La finalidad de la evangelización es este cambio interior, convertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los hombres"

"No somos nosotros los que tenemos la fe, es la fe la que nos tiene a nosotros"

Hacer de lo empírico algo absoluto "pone en cuestión el modo de la existencia humana, la existencia misma de Dios"

"La pastoral sin misericordia se convierte en asistencia social, no transforma nuestras vidas"

La Asamblea Eclesial, "esto abre una perspectiva muy interesante en el sentido de escuchar la realidad de la Iglesia en su conjunto"

image

Desafíos y perspectivas de la pastoral en el Brasil de hoy fue el tema tratado por Mons. Leonardo Ulrich Steiner dentro del I Congreso Brasileño de Teología Pastoral, que se celebra virtualmente del 3 al 6 de mayo, con el tema “Discernir la pastoral en tiempos de crisis: realidad, desafíos, tareas”.

Sabiendo que los desafíos son muchos y las perspectivas esperanzadoras, el arzobispo de Manaos comenzó reflexionando sobre la fe, que "es la fidelidad del amor de Dios en Jesucristo, la fidelidad propia de Dios", que está presente en la vida de la humanidad de diferentes maneras, afirmando que "no somos nosotros los que tenemos la fe, es la fe la que nos tiene a nosotros". 

Al hablar de la evangelización y la pastoral, las ve "como dos palabras que mantienen búsquedas y proponen dinámicas de ser Iglesia", pero sabiendo que tienen sus diferencias. Se trata de "asumir la misión que Jesús nos encomendó", y seguir lo propuesto por el Papa Pablo VI en Evangelii Nuntuandi, descubriendo que "la finalidad de la evangelización es este cambio interior, convertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los hombres". Destacó la importancia del contenido y los medios, y que, a partir del Documento de Aparecida, la evangelización se abre a los conceptos de discipulado y misionariedad.

Según el Concilio Vaticano II, la pastoral es un elemento fundamental, según Mons. Leonardo Steiner, quien reflexionó sobre el concepto de pastor, "aquel que pastorea", lo que le llevó a presentar la pastoral "como una dinámica de cuidado, de cultivo del don recibido", en referencia a Jesús Buen Pastor, que vino a servir y dar vida. Según el arzobispo de Manaos, "podemos hablar de la pastoral como el conjunto de las acciones de la Iglesia, no como una suma de acciones yuxtapuestas, sino esa perspectiva de mediación en Cristo y su redención a partir del proceso de encarnación, en el que la Iglesia participa".

Dom Leonardo Congresso de Teologia Pastoral

"La Iglesia en Brasil ha recorrido un rico camino de reflexión en la búsqueda de la planificación pastoral", dijo Mons. Steiner, quien hizo un análisis de las Directrices para la Acción Evangelizadora y de los documentos que han surgido de ellas en la última década, inspirados en el Documento de Aparecida y en el Magisterio del Papa Francisco. Las actuales directrices tratan de responder a la cultura urbana, presente más allá de las ciudades, y fueron pensadas desde el espíritu misionero, apoyándose en cuatro pilares. Destaca como fundamental en estas directrices el estado permanente de misión, la Palabra y la Iniciación a la Vida Cristiana, poniendo como ejemplo la iniciación del pueblo Xavante.

Reconociendo la existencia de muchos desafíos para la pastoral en Brasil, analizó el modo de la ciencia y la tecnología, determinado por el cálculo y el resultado, que hace de todo un objeto, incluyendo al hombre y a Dios. Hacer de lo empírico algo absoluto "pone en cuestión el modo de la existencia humana, la existencia misma de Dios", insistió Mons. Leonardo Steiner. Abordó la tensión entre el pensamiento calculador y el pensamiento reflexivo. Junto a ello, el arzobispo abordó la cuestión, a su modo de ver importante, de las figuras de Dios, "vivimos de figuras, no de imágenes", afirmando que, si nos quedamos en la figura de Dios, "creamos un ídolo y nos relacionamos con un ídolo, vivimos de una ideología religiosa".

Mons. Leonardo denunció que "hoy tenemos una figura que no corresponde al Padre de Nuestro Señor Jesucristo, ni a Jesucristo, estamos llenos de milagros, de promesas, de curaciones, de dinero, de compra y venta".  También abordó algo que considera una cuestión fundamental para la pastoral, que es la muerte de Dios, un desafío planteado por Nietzsche, que hoy se hace presente en lo que llamamos lo posmoderno, el cambio de época, en la insistencia en el cuidado de sí mismo, en una vida que ya no trasciende, objetivada, la existencia humana sin perspectiva de Misterio.

Al hablar del anuncio, afirmó que "hay una seguridad relacional que nos hace proclamar el moralismo más que el Reino de Dios”. En referencia a los medios de comunicación, destacó la fuerte influencia de los medios católicos, que llevan a los fieles a olvidar el Concilio Vaticano II o a defender determinadas opciones políticas, insistiendo en el reto de "ayudar a estos preciosos medios a estar al servicio del Evangelio de la liberación". El arzobispo insistió en la presencia de la Iglesia en las periferias geográficas y existenciales, en las universidades, en el mundo intelectual, en el mundo de la cultura, del deporte, de la política, de la justicia, afirmando que "estamos entregando nuestras periferias, nuestro interior a las iglesias neopentecostales", lo que conduce a una explotación económica, psíquica y espiritual.

Abertura del Sínodo

La sinodalidad se alcanza por la tensión entre la Iglesia y las iglesias particulares. Esta sinodalidad está presente en diferentes expresiones, pidiendo una mayor participación del Pueblo de Dios en la construcción de las Directrices de la Acción Evangelizadora. También abordó la cuestión de la agresión a la madre Tierra, cada vez más dominada por una mentalidad calculadora, que desprecia el valor de la naturaleza y de los pueblos indígenas que la cuidan, considerados de segunda categoría. La formación del clero, de la vida religiosa y de los laicos es un gran reto, "para que puedan dar razón de su propia esperanza".

Entre las perspectivas, citó la Palabra de Dios como alimento y horizonte, viendo la necesidad de profundizar en la hermenéutica que ayude a no ver la Palabra de Dios "como un libro de normas", tema presente en la última asamblea de la CNBB. Es necesario reflexionar sobre la celebración de la Palabra en las comunidades, buscando elementos de inculturación. También hay mucho que avanzar en la dinámica de la Iniciación a la Vida Cristiana y en la dinámica de la autonomía de las comunidades y la presencia estable de la Iglesia en las comunidades lejanas del interior, reconociendo las culturas indígenas. Al mismo tiempo, insistió en la necesidad de valorar las expresiones de la religiosidad popular, que definió como un lugar teológico y eclesial.

Los ministerios conferidos a los laicos, una reflexión presente en la Querida Amazonía, que ayudan a tener una Iglesia marcadamente laical, son uno de "los desafíos de la Amazonía, que exigen de la Iglesia un esfuerzo para lograr ser una presencia capilar", algo sólo posible con la ayuda de los laicos, que necesitan formación. Otro reto es la encarnación de la fe en la cultura, de la inculturación, algo que requiere mucha escucha y que se hace visible en el rito amazónico. Al mismo tiempo pensar en un grupo permanente que ayude a vislumbrar un camino pastoral de evangelización partiendo de la realidad. También tocó la cuestión del encuentro, algo vital para nosotros, desde la gratuidad, y la cuestión de la misericordia, como esencia del ser cristiano, que afecta especialmente a la pastoral y tiene que ver con nuestro modo de ser y estar en el mundo, que nos hace ser la Iglesia de los pobres, que nos hace ser Jesús. Por ello, insistió en que "la pastoral sin misericordia se convierte en asistencia social, no transforma nuestras vidas".

"No debemos tener miedo a la polarización", afirmó Mons. Steiner, respondiendo a las preguntas de los participantes, reconociendo que "hemos llegado a una polarización destructiva", una polarización que está presente, según él, "entre nosotros los obispos, entre el propio clero". Hay una forma de pensar muy diversa, que define como personas inseguras a quienes se aferran a las normas, a las doctrinas. Frente a esto, propuso el camino pastoral de la misericordia, "cuando vamos juntos al encuentro de los pobres, nuestras divisiones desaparecen", afirmó el arzobispo, "porque ahí es palpable el Evangelio, son los necesitados los que nos obligan a bajar de nuestras ideas, de nuestras formulaciones".

Congreso de Teología Pastoral

Refiriéndose al concepto de cambio de época, reflexionó sobre la Edad Media, una época de desbordantes herejías. Según Mons. Leonardo, "hay inseguridad, y la fe sólo da seguridad cuando se convierte en una relación, ya no es una idea, ya no es una figura”. Otra forma es no dejar de escuchar, sin pretender poner adjetivos. El arzobispo ve la Querida Amazonía como "una expresión de la Iglesia que está aquí", aun sabiendo que tiene un largo camino por recorrer. Destacó la importancia de que las comunidades se sientan comunidad de fe, tengan esa autoridad estable de la que habla el Papa Francisco, y que la propia comunidad pueda celebrar algunos sacramentos.

El arzobispo de Manaos denunció que "estamos en la Amazonía en un momento extremadamente difícil en cuanto a la cuestión del medio ambiente y los pueblos indígenas, muy difícil, todo es contrario". Pero también destacó la gran labor de los laicos en la Iglesia de la Amazonía.

Al hablar de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, destacó la insistencia del Papa Francisco, un tanto inspirada en la forma de preparar las asambleas de los obispos brasileños. Recordó lo sucedido con la Conferencia Eclesial de la Amazonía - CEAMA, otra insistencia del Papa Francisco, donde reconoce que aún hay dificultades porque los laicos y religiosos no tienen derecho a voto. Ante la petición de una nueva Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Mons. Leonardo destaca que fue el Papa quien sugirió la Asamblea Eclesial. Según el arzobispo, "esto abre una perspectiva muy interesante en el sentido de escuchar la realidad de la Iglesia en su conjunto", algo que ve posible en Brasil, aun sabiendo que es algo muy exigente "en vista de las divisiones que existen en nuestra Iglesia".

Mons. Leonardo Steiner sugirió la posibilidad de "un grupo de personas, completamente libres, que piensen en la pastoral más despacio, sin querer llegar a conclusiones", poniendo como ejemplo lo que ocurre entre el pueblo indígena Tapirapé para encontrar lo que conviene a su propio pueblo. A la pregunta de por qué las Directrices no entusiasman más, ve que "tenemos cada vez más un aislamiento de las propias diócesis", algo que también tiene que ver con la formación del clero y de los laicos. También hizo referencia al cansancio de los obispos, ante la cantidad y las exigencias del trabajo.

En cuanto a las Comunidades Eclesiales de Base, Mons. Leonardo reconoció que "hay un cierto temor a acercarse a ellas, y algunos se oponen". En la Amazonía, dice que se percibe la presencia de CEBs, aunque no siempre se hable de ellas. Junto a ello, afirmó un cierto temor a quedarse en el ver, juzgar y actuar, algo que genera tensiones, "pero no hay que tener miedo a las tensiones", afirmando que este método es una dinámica pastoral.

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME

Volver arriba