Encuentro en la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación Mons. Lugones: “El cuidado de la Casa Común no da tregua, esta es una opción en la que no caben excusas”

Mons. Jorge Lugones
Mons. Jorge Lugones

“En el silencio y la oración podemos escuchar la voz sinfónica de la creación, y del clamor de la tierra que nos insta a salir de nuestras cerrazones autorreferenciales para redescubrirnos envueltos en la ternura del Padre y regocijarnos al compartir los dones recibidos”

“Los pobres necesitan nuestras manos para reincorporarse, nuestros corazones para sentir de nuevo el calor del afecto, nuestra presencia para superar la soledad. Sencillamente, ellos necesitan amor”

Comisión Episcopal de Pastoral Social

El cuidado de la Casa Común se ha convertido en una necesidad inaplazable, algo que debe ser asumido por todos y que tiene en el Papa Francisco a uno de sus principales impulsores.

Con motivo de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, instituida por el Papa Francisco en 2015 y que desde entonces se celebra todo primer día de septiembre, dando inicio al Tiempo de la Creación, que se extiende hasta el 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, la Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJP) de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), celebró un encuentro virtual con el lema "Los pobres y la tierra claman por la vida y por un futuro mejor".

Como recoge AICA, "el cuidado de la casa común es una opción en la que no caben excusas", una afirmación que hacía Mons. Jorge Lugones, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la CEA. Dentro de la oración inicial del evento, el obispo de Lomas de Zamora afirmó que “en el silencio y la oración podemos escuchar la voz sinfónica de la creación, y del clamor de la tierra que nos insta a salir de nuestras cerrazones autorreferenciales para redescubrirnos envueltos en la ternura del Padre y regocijarnos al compartir los dones recibidos”.

En sus palabras, el prelado argentino destacó el empeño del Papa Francisco en la toma de conciencia sobre el cuidado de la Casa Común, a la que se debe respetar igual se respeta a las personas. Según Mons. Lugones, Dios “ha unido definitivamente a nuestra tierra y su amor nos lleva siempre a tender hacia nuevos caminos de esperanza”.

Encuentro Pastorales Sociales Argentina

Este cuidado tiene relación con los más pobres, pues no podemos olvidar que el clamor de la Tierra y el clamor de los pobres es uno solo. En ese sentido, el obispo de Lomas de Zamora insistía en que “los pobres necesitan nuestras manos para reincorporarse, nuestros corazones para sentir de nuevo el calor del afecto, nuestra presencia para superar la soledad. Sencillamente, ellos necesitan amor”.

Destacando que estamos ante “un tiempo privilegiado para el encuentro”, el obispo hizo ver que “las decisiones éticas responsables y respetuosas de la dignidad humana, brotan de la bondadosa cercanía”. En esa perspectiva la escucha se convierte “en una actitud vital” y “la palabra posibilita la expresión de la vivencia”, según Mons. Lugones, que considera necesario “hacer de la narración terapia que sane, que reconcilie, que devuelva el sentido generar procesos que posibiliten la continuidad de las acciones”.

En su reflexión, el obispo de Lomas de Zamora afirmó que “la tierra, las culturas y los más pobres claman. El cuidado de la Casa Común no da tregua, esta es una opción en la que no caben excusas. A todos compete, empeñarnos en esta tarea, desde la conciencia de la interrelación y la sacralidad de todo lo creado. El rostro de la humanidad se configura cada vez más con matices universales, habitamos una Casa Común y coincidimos en la misma preocupación: el modo como se construye el futuro del planeta tierra”.

El encuentro, que contó con representantes de diferentes pastorales que forman parte del organigrama de la Conferencia Episcopal Argentina, de congregaciones religiosas y diócesis, tuvo un carácter ecuménico, interreligioso e internacional, contando con intervenciones del sheij Abdelnaby Elhefnawy, el rabino Ari Sztokman, el pastor evangélico Guillermo Fernández, Fray Rodrigo Peret OMF (Brasil), la teóloga Tania Ávila Meneses (Bolivia), el arcipreste Joannis Airgiris (Patriarcado de Constantinopla) y la pastora luterana Rocío Morales (Chile). La oración final fue conducida por la hermana capuchina Daniela Cannavina, secretaria general de la CLAR.

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