El pasado domingo 17 de enero, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria - ANVISA, aprobó el uso de emergencia en Brasil de las vacunas CoronaVac, producida por el Instituto Butantan con el laboratorio chino Sinovac, y AstraZeneca, desarrollada por la Universidad de Oxford con la Fiocruz.

Ante este hecho, monseñor Mauro Morelli, obispo emérito de Duque de Caxias, estado de Río de Janeiro, se ha pronunciado afirmando que "la vacuna es un regalo de Dios", algo que se hace presente en "la inteligencia de los científicos, hombres y mujeres comprometidos con la vida, investigadores apasionados por comprender". Monseñor Mauro Morelli, nombrado obispo auxiliar de São Paulo en 1974, forma parte del grupo de obispos que trabajaron directamente con el cardenal Paulo Evaristo Arns, en una época en que São Paulo era una de las mayores arquidiócesis del mundo, una Iglesia comprometida con la defensa de los derechos humanos y presente en la periferia de una ciudad donde la llegada de migrantes de todo Brasil marcó la vida de la mayor metrópoli del país.

En el vídeo, difundido por las redes sociales, monseñor Mauro parte de la idea de que "Dios nos hizo para la vida, y envía a Jesús a este mundo para que todos tengan vida", recordando las palabras del apóstol Pablo: "Dios será todo en todos". Junto con esto, ante la situación que vive Brasil, el segundo país del mundo con más muertos, que ya ha superado, según cifras oficiales, los 210.000 fallecidos, afirma que "estamos viviendo un momento difícil, una profunda crisis de la humanidad, de la civilización”.

El obispo emérito de Duque de Caxias, en su declaración, denuncia una realidad muy presente en Brasil, "muchas mentiras, muchas noticias falsas, y una de ellas es la posición de la poderosa ignorancia que le dice al pueblo que busque otro camino". No podemos olvidar que la pandemia del Covid-19 y la vacuna han provocado en el país un grave enfrentamiento político y social. La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil - CNBB, siguiendo la postura del Papa Francisco y del Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM, se ha pronunciado repetidamente en las últimas semanas a favor de un plan de vacunación urgente.

Después de la aprobación de la vacuna, algunos obispos se han pronunciado a favor de la misma. En un mensaje al pueblo de la Prelatura de Itacoatiara, estado de Amazonas, su obispo, monseñor José Ionilton Lisboa de Oliveira, afirmó que es necesario "ayudar a que llegue lo antes posible a nuestros municipios. Por eso pido que sigamos lo que cada Secretaría de Salud está haciendo para conseguir la vacuna". Junto con eso, planteó como desafío, "ayudar a nuestra gente a entender que la vacuna, hoy en día, sigue siendo el único tratamiento efectivo para derrotar al Covid-19". Para que esto sea una realidad, el obispo de Itacoatiara pide "que hagamos un trabajo permanente en las celebraciones virtuales y en las redes sociales, para ayudar en esta correcta comprensión, superando las mentiras, las noticias falsas sobre la vacuna, en la línea de pensamiento de una autoridad pública de este país, que, en estos 10 meses de pandemia, no ha hecho nada para ayudar en la lucha y todavía, por el contrario, ha trabajado y trabaja contra la vacunación masiva".

Monseñor Mauro Morelli destacó la importancia del hecho de que la vacuna haya sido liberada el domingo, el Día del Señor, declarando que "la vacuna ha sido reconocida como un camino que libera de la muerte". Hizo un llamamiento para que "sigamos a Jesús de Nazaret, que estaba perturbado por el sufrimiento humano", para que valoremos el trabajo de los científicos e investigadores, como los que se ocuparon de la gente ante la pandemia, diciendo: "Bendita sea la mujer, bendito el hombre que nos ayuda a vivir".

Ante la realidad actual, el obispo emérito de Duque de Caxias hace un llamado a "superar el miedo, la ignorancia, sigamos el camino de nuestra inteligencia, don de Dios. Dios nos ha hecho capaces de cuidar de la vida, nosotros cuidaremos de la vida, de tu vida". Monseñor Mauro, deja claro lo que va a hacer en referencia a la vacuna y las razones de su postura: "Me voy a vacunar por amor a mi vida, pero también por amor a tu vida, porque no quiero ser un transmisor de la peste a otras personas”. El obispo dice que lo hará porque "esto es lo que Dios nos pide, coraje, actuar con el corazón, sin miedo, con esperanza. Dios quiere que venzamos el mal y aprendamos la nueva forma de vivir en la tierra, cuidando las fuentes de la vida, para que todo sea para gloria de Dios".

Finalmente, después de alabar a Dios "por el don de la vida y por la luz de Jesucristo", monseñor Mauro hace un llamado a "seguir a Jesús de Nazaret, con entusiasmo, con esperanza. Es nuestro pastor, es nuestro guía, no escuchemos otras voces. No hay otro nombre, no hay otra esperanza excepto Jesús, el Cristo".