El presidente del Celam preside la Misa de Clausura de Raíces y Alas Mons. Miguel Cabrejos: Raíces y Alas ha sido una oportunidad para construir puentes

Mons. Miguel Cabrejos
Mons. Miguel Cabrejos

El presidente del Celam afirmó que estamos viviendo un momento histórico como pueblo de Dios, porque por primera vez un Papa desea saber lo que piensan los laicos y por qué no son tan felices en la Iglesia como deberían

El escuchar a todo el pueblo de Dios ayudará a la Iglesia a tomar decisiones pastorales que correspondan lo más posible a la voluntad de Dios

Raíces y Alas

El trabajo en red, construir puentes, es uno de los caminos que ha asumido el Celam en su proceso de renovación y reestructuración, una red que quiere ser continental, superando las fronteras de América Latina y El Caribe, llegando a Norteamérica y a todo el mundo.

“Raíces y Alas”, el VI Congreso de la Pastoral Hispana en Estados Unidos, ha sido una oportunidad para establecer puentes, como señalaba Mons. Miguel Cabrejos al inicio de la Misa de Clausura que el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano ha presidido, “puentes que son para el bien de la Iglesia”.

Refiriéndose al Decreto Conciliar Unitatis Redintegratio, donde se llama a una reforma permanente de la Iglesia, Mons. Cabrejos dijo ser algo asumido por la Pastoral Hispana, por el Celam, por el Santo Padre. “La Iglesia peregrina en este mundo es llamada por Cristo a una permanente reforma, de la que ella, en cuanto institución terrena y humana necesita”, afirma el texto conciliar.

Una reforma que implica a todas las instituciones y estructuras eclesiales y se realiza desde la nueva eclesiología propuesta por el Vaticano II que concibe al pueblo de Dios como sujeto histórico de la evangelización, ha hecho ver Mons. Miguel Cabrejos, recordando lo dicho en Aparecida, que hacía ver que el seguimiento de Jesús tiene que ser discipular y misionero.

Comentando las lecturas de la misa, el presidente del Celam hizo ver cómo en ellas se refleja lo vivido durante esta semana en el Congreso “Raíces y Alas”, donde se destaca la figura de Pedro, su testimonio de amor y fe en Cristo Resucitado, dejando claro que “primero hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”, lo que le lleva a ser flagelado. El Pedro de hoy es el Papa Francisco, ha insistido el arzobispo de Trujillo, en una Iglesia que vive un proceso de renovación y reestructuración, de esperanza e ilusión que tiene toda la Iglesia.

Mons. Cabrejos

El presidente del Celam ve en Jesús la razón para enfrentarse a los desafíos y hacer compromisos, invitando a interiorizar las lecturas. Se refería a las escenas de la lectura bíblica: la pesca milagros, la comida del Señor con los discípulos y el diálogo entre Jesús y Pedro. Cristo le muestra el camino para aprender a ser pastor con el Buen Pastor, con aquel que da la vida por las ovejas. Pedro enseña a dar razón de la esperanza, se convierte en modelo de discípulo que sigue al Cristo Resucitado.

Es necesario, insistía Mons. Cabrejos, recorrer un camino diferente, el camino de la fe, para lo cual hay que despojarse, un camino que no está privado de signos comprensibles, que nos muestran que el Evangelio no es historia, es algo vivo, lo que le llevaba a preguntarse por los signos que debemos descubrir. Algo que se consigue a partir del encuentro personal, el mismo que cambió a Pedro, después de decir a Jesús que le ama.

El presidente del Celam afirmó que estamos viviendo un momento histórico como pueblo de Dios, porque por primera vez un Papa desea saber lo que piensan los laicos y por qué no son tan felices en la Iglesia como deberían. Es la primera vez que tienen la oportunidad de expresar no solo qué Iglesia quieren, sino que Iglesia quieren ser, porque todos somos Iglesia, destacó Mons. Cabrejos.

En ese sentido, hizo ver que solo haciendo un diagnóstico para saber qué nos pasa, seremos capaces de aportar entre todos las soluciones. El escuchar a todo el pueblo de Dios ayudará a la Iglesia a tomar decisiones pastorales que correspondan lo más posible a la voluntad de Dios.

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