Una Asamblea de la totalidad del pueblo de Dios Mons. Miguel Cabrejos: “La participación en la Asamblea es igual de todos”

Mons. Miguel Cabrejos Vidarte
Mons. Miguel Cabrejos Vidarte

“Queremos revivir, queremos reavivar Aparecida, en este contexto de pueblo de Dios, como nos ha pedido el Papa”

“Esta primera Asamblea Eclesial inaugura también un nuevo organismo sinodal en el ámbito continental, por el cual sitúa la colegialidad episcopal en el seno de la sinodalidad eclesial"

“Queremos, como el Papa lo pide, una Asamblea de la totalidad del pueblo de Dios”

“Se realiza en la sede de la Conferencia Episcopal Mexicana, pero en realidad la Asamblea es donde ustedes se encuentren, la participación es igual de todos, solo basta inscribirse”

Basílica de Guadalupe

A pocas horas de la abertura de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, que se inicia este 21 de domingo y se celebra de forma presencial y virtual, Mons. Miguel Cabrejos, presidente del Celam ha hecho ver la intensa preparación que se está llevando a cabo. El arzobispo de Trujillo recuerda que el Papa Francisco la calificó en la inauguración, el 24 de enero de este año, como inédita.

El prelado insiste en que es inédita, “porque es una Asamblea Eclesial continental”, recordando algunos elementos importantes de la historia del Celam en América Latina. Después de afirmar que “Medellín fue la Asamblea de la recepción creativa del Concilio Vaticano II”, sitúa la Asamblea Eclesial como “la creatividad en los desafíos de Aparecida”, enfatizando que “queremos revivir, queremos reavivar Aparecida, en este contexto de pueblo de Dios, como nos ha pedido el Papa”.

También recordó que “la Conferencia General del Celam en Tegucigalpa pidió la realización de la VI Conferencia General del Episcopado”. Llegado el momento de solicitarlo al Papa Francisco, “teniendo en cuenta la realización del Sínodo para la Amazonía y la creación de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), nos propuso la realización de esta Asamblea”, afirma Mons. Cabrejos.

Según el arzobispo peruano, “esta primera Asamblea Eclesial inaugura también un nuevo organismo sinodal en el ámbito continental, por el cual sitúa la colegialidad episcopal en el seno de la sinodalidad eclesial, expresión de la vinculación del obispo con el pueblo de Dios en la Iglesia local, y de los obispos con la Iglesia universal, como una Iglesia de iglesias locales, presididas en la unidad por el Santo Padre”, algo que ha sido recalcado en sus palabras. Por eso recordaba que “como siempre hemos dicho, con Pedro y bajo Pedro”.

Papa Francisco en Guadalupe

El presidente del Celam ha reiterado “la invitación, de manera muy especial a los señores presidentes y secretarios generales de las conferencias episcopales de América Latina y del Caribe”. Hasta ahora son ya más de 935 asambleístas inscritos, ha señalado Mons. Cabrejos, recordando que el tope máximo es mil, a los que se suman los 80 presenciales. El espacio que todavía hay sería para los presidentes y secretarios, según el prelado, “porque la única forma de participar activamente como referentes en los grupos de discernimiento es inscribirse para esta participación”.

En ese punto ha reiterado que “si no hay esta inscripción no pueden participar en los grupos de discernimiento, que es sumamente importante”. Junto con ello, también ha resaltado que “queremos, como el Papa lo pide, una Asamblea de la totalidad del pueblo de Dios”, recordando la división de los participantes: 20 por ciento obispos, 20 por ciento sacerdotes y diáconos, 20 por ciento religiosos y religiosas, 40 por cientos laicos y laicas.

La sede de la Asamblea es el Santuario de Guadalupe, porque primero fue Aparecida, ha señalado, recordando que Guadalupe es la Patrona de América Latina. Otro elemento importante, en el que también ha insistido, es que “se realiza en la sede de la Conferencia Episcopal Mexicana, pero en realidad la Asamblea es donde ustedes se encuentren, la participación es igual de todos, solo basta inscribirse”.

Finalmente reiteró la invitación a participar, pidiendo que “la Santísima Virgen de Guadalupe, bajo la cual hemos puesto la protección, la guía, la iluminación, como Madre de la Iglesia, Madre de Dios y Madre nuestra, para que la ilumine y la guie”.

Asamblea Eclesial 2

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