Comentario al Evangelio de la Ascensión Mons. Ojea: “Jesús al ascender al cielo nos abre a una comunicación con el Padre”

Mons. Oscar Ojea
Mons. Oscar Ojea

“Esto no ha sido una despedida triste porque ellos saben perfectamente que Jesús se va al cielo, no para abandonarnos, sino que se queda de otro modo con nosotros, se queda a través de su Espíritu, se queda protegiéndonos, guiándonos e intercediendo por nosotros, se queda de un modo nuevo por ello”

"La fe nos entronca en una familia, nos hace vivir en comunión y nos hace crecer porque recibimos una comunicación nueva"

Ascensión

Dos son los movimientos, las partidas, que Mons. Oscar Ojea ve en el Evangelio de este domingo de la Ascensión: la partida de Jesús y la partida de los apóstoles. El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina hace ver que “Jesús vuelve al lugar desde donde vino, al seno del Padre, pero no vuelve igual, vuelve con su humanidad glorificada”.

Por la Ascensión, “hay algo nuestro que está en Dios, que está como incrustado en el seno de la Trinidad, es la humanidad de Cristo glorificado”, destaca el Obispo de San Isidro. Junto con eso, resalta “el movimiento de los apóstoles, que no se van tristes, al contrario, el Evangelio nos dice que se van gozosos”. Según el prelado, “esto no ha sido una despedida triste porque ellos saben perfectamente que Jesús se va al cielo, no para abandonarnos, sino que se queda de otro modo con nosotros, se queda a través de su Espíritu, se queda protegiéndonos, guiándonos e intercediendo por nosotros, se queda de un modo nuevo por ello”.

De ahí que Mons. Ojea afirme, en referencia a los apóstoles, que “ellos parten también, tienen otro movimiento, parten alegres para recibir el Espíritu Santo que los va a capacitar para salir de ellos mismos y evangelizar a los hermanos”. En sus palabras, resalta que “Jesús al ascender al cielo nos abre a una comunicación nueva, nos abre el cielo, nos abre la comunicación con el Padre, nos abre la posibilidad de un crecimiento comunicacional”.

En esa perspectiva, “predicar el Evangelio y llevarle la Palabra de Jesús a los hermanos nos pondrá en otro movimiento comunicacional que nos hará crecer, afirma el presidente del episcopado argentino, que recuerda el día de las Comunicaciones Sociales y su lema: “Escuchar con el Corazón”.

Jornada Mundial Comunicaciones Sociales

Mons. Ojea recuerda las palabras del Papa Benedicto XVI en Aparecida, donde afirmaba “que la fe nos libera del aislamiento del yo y nos lleva a la comunión”. Ante la pregunta: “¿Qué te da la fe?”, el obispo responde que “una familia, la fe nos entronca en una familia, nos hace vivir en comunión y nos hace crecer porque recibimos una comunicación nueva y al mismo tiempo salimos de nosotros mismos para dar y para aportar aquello que nosotros necesitamos”.

Según el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, “hemos sido creados para un encuentro, todo encuentro con Dios dice Benedicto, es en el fondo un encuentro con los hermanos, que nos hace asumir la responsabilidad de ir hacia los demás, crecemos en relación y crecemos cuando nos comunicamos, estamos llamados a comunicarnos, no somos islas”. Desde ahí ve que “las comunicaciones sociales, al servir a la verdad, al poder informarnos, aumenta nuestra posibilidad de vida en comunión”.

El obispo ve como algo impresionante el servicio que recibimos de las comunicaciones sociales “para poder vivir más en comunión unos con otros, para poder crecer como personas y para poder crecer como comunidad”. Pero también advierte que “cuando las comunicaciones sociales no sirven a la verdad, sino que sirven a la mentira y a la calumnia, entonces dividen, nos vuelven a aislar, nos vuelven a encerrar, nos hacen pelear, nos separan unos de otros. Entonces entramos en una suerte de comunicación que nos coloca en un estado de guerra, en un estado beligerante”.

Finalmente, a partir del lema del Día de las Comunicaciones Sociales: “escuchar con el corazón”, que hace mas humanizante la tarea del comunicador social, pide que el Señor “pueda ayudarnos a poder vivir en comunión y que las comunicaciones sociales puedan prestar este servicio imprescindible al crecimiento de la persona humana llamada a convivir y a vivir en relación”.

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