Comentario al Evangelio de la Solemnidad de Santa María Madre de Dios Mons. Ojea: “Necesitamos evaluar lo que ha pasado en un tiempo que desgasta”

Monseñor Ojea
Monseñor Ojea

“Todas nuestras culturas a lo largo de la historia, cualquiera haya sido el calendario que hayan utilizado, interrumpían en un momento el tiempo para poder celebrar algo nuevo”

"El mundo en que vivimos está intoxicado de individualismo y tenemos que reencontrar un nosotros, tenemos que redescubrir nuestra fraternidad para poder sostenernos unos a otros y no pensar solamente en cada uno, en cómo se salva cada uno de esta situación de calamidad universal”

"Tenemos que crear las bases para un mundo más justo y más pacífico que se involucre con seriedad en la búsqueda de un bien que sea verdaderamente común”

Con el deseo de un Feliz Año Nuevo, comienza su reflexión para la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, Mons. Oscar Ojea. Según el presidente del episcopado argentino, “todas nuestras culturas a lo largo de la historia, cualquiera haya sido el calendario que hayan utilizado, interrumpían en un momento el tiempo para poder celebrar algo nuevo”. El prelado insiste en que “esto es tan antiguo como el mundo, necesitamos evaluar lo que ha pasado en un tiempo que desgasta, en un tiempo que corroe, y necesitamos proyectar el futuro, eso es absolutamente humano”.

Santa María Madre de Dios

María Madre del tiempo nuevo

Esto “los cristianos lo hacemos en un tiempo en el que estamos contemplando el Pesebre, hemos celebrado la venida de Jesús que va a acompañar siempre nuestra vida, nos arrodillamos frente al Pesebre y en este día, después de ocho días, nos detenemos en la Madre, nos detenemos en aquella que es principio, aurora y amanecer de nuestra salvación y le confiamos el nuevo tiempo.  Ella es la Madre del tiempo nuevo, por eso celebramos Santa María Madre de Dios en este día”.

Un día en el que “celebramos también la Jornada Mundial de la Paz”, recuerda Mons. Ojea. Con relación a esta jornada, “el Papa Francisco nos ha dejado un mensaje estupendo, cómo aprovechar la experiencia de la pandemia que nos ha enseñado tantas cosas, nos ha enseñado límites, límites grandes, ha puesto de manifiesto una cantidad de cosas que tienen que ver con fragilidades, desigualdades, inequidades y al mismo tiempo, después cuando pensábamos salir adelante, la guerra, el azote de la guerra”, señala el Obispo de San Isidro.

Comentando el mensaje, el prelado destaca que “el Papa nos dice que el mundo en que vivimos está intoxicado de individualismo y tenemos que reencontrar un nosotros, tenemos que redescubrir nuestra fraternidad para poder sostenernos unos a otros y no pensar solamente en cada uno, en cómo se salva cada uno de esta situación de calamidad universal”.

Un sentido comunitario

También se ha referido al mensaje a todo el pueblo de Dios de los obispos de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, insistiendo en que “nosotros cuando hablamos, no hablamos para un público específico, sino que somos pastores de todo el pueblo de Dios”. Un mensaje que retoma las palabras del mensaje pontificio para la Jornada Mundial de la Paz, repitiendo junto con el Santo Padre “este deseo de concebirnos a la luz del bien común con un sentido comunitario, es decir, con un nosotros abierto a la fraternidad universal. No podemos buscar solo protegernos a nosotros mismos, es hora de que todos nos comprometamos con la sanación de nuestra sociedad y de nuestro planeta”.

En ese sentido, Mons. Ojea recuerda que “es maravilloso como los jóvenes ya ven que ciertos hábitos tienen que cambiar, sino nuestro mundo no va a dar abasto, tenemos que crear las bases para un mundo más justo y más pacífico que se involucre con seriedad en la búsqueda de un bien que sea verdaderamente común”.

Finalmente, invita a pedir a la Virgen, nuestra Madre, “que ella pueda alumbrar un mundo nuevo, ayudarnos a mirar el Pesebre, a mirar este Niño que nace y renovando nuestra esperanza”, para terminar sus palabras deseando una vez más un “muy feliz Año Nuevo”.

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