Comentario al Evangelio del XXIII Domingo Común Mons. Ojea: “Seguir a Jesús es compartir su destino, es seguirlo hasta la Cruz”

Mons. Ojea: “Seguir a Jesús es compartir su destino, es seguirlo hasta la Cruz”
Mons. Ojea: “Seguir a Jesús es compartir su destino, es seguirlo hasta la Cruz”

El atentado a la vicepresidente de la Nación, que dice haber “vivido como una verdadera cruz este último tiempo que nos ha dejado atónitos y perplejos”

"Este modelo de cómo vivir la Cruz, este modelo de cómo llevar adelante la enfermedad, este modelo de oración, de vida de oración, tenemos que trasladarlo a lo pasa en nuestro país”

"Fraternidad entre los argentinos para que podamos redescubrir que estamos llamados a un destino común"

Citando la frase evangélica que dice: “El que no cargue su Cruz y me siga no puede ser mi discípulo”, Mons. Oscar Ojea inicia su comentario al Evangelio del XXIII Domingo del tiempo Común. Según el presidente del episcopado argentino, “seguir a Jesús no es seguir un cortejo triunfal, seguir a Jesús es compartir su destino, es seguirlo hasta la Cruz, no hay Cruz sin Jesús. Sería una locura, sería un amar el sufrimiento por el sufrimiento mismo, Pero no hay Jesús sin Cruz, Él transforma el sentido del dolor por el amor, por eso la Cruz para los cristianos es signo de amor”.

Una verdadera cruz

Esto es algo que dice ver en “la parábola del grano de trigo que cae en la tierra, se pudre necesariamente para poder surgir y dar fruto”. Algo que relaciona con el atentado a la vicepresidente de la Nación, que dice haber “vivido como una verdadera cruz este último tiempo que nos ha dejado atónitos y perplejos”. Un acontecimiento sobre el que dice haber pensado “que esto podría ser un punto de inflexión, que al poder quedar al desnudo y manifiesto nuestra miseria, como Nación en este momento, nuestras faltas de entendimiento y de diálogo, nuestras faltas a la fraternidad”, insistiendo haberlo pensado como algo que “puede convertirse en un punto de inflexión. Porque cuando uno está atónico y perplejo, uno puede ir hasta lo más profundo y puede intentar revisar actitudes personales”.

En ese momento puso como ejemplo a “Esteban Bullrich, este senador que al presentar su renuncia concitó el apoyo de todo el Senado, pidiéndole incluso la vicepresidente, que preside ese cuerpo, pidiéndole que se quedara”. Recordando que en estos días fue internado Esteban y escribió aquella frase de Lewis “rezo porque estoy indefenso”, Mons. Ojea dice que “esto me surge estando dormido o despierto, no lo cambia de Dios, pero me cambia a mí. Este modelo de cómo vivir la Cruz, este modelo de cómo llevar adelante la enfermedad, este modelo de oración, de vida de oración, tenemos que trasladarlo a lo pasa en nuestro país”.

Finalmente pide en este momento por “la fraternidad entre los argentinos para que podamos redescubrir que estamos llamados a un destino común, y que esto que nos está pasando nos puede abrir el camino a una mayor creatividad y a una búsqueda sincera de un mejor encuentro entre nosotros. Que el Señor así nos lo consiga”.

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