El presidente del episcopado argentino sigue los pasos de Francisco Mons. Ojea celebra el Jueves Santo lavando los pies a los presos

Mons Ojea lava los pies a los presos
Mons Ojea lava los pies a los presos

Mons. Oscar Ojea celebró la Misa de la Cena del Señor y bendijo los talleres de alfarería y de hostias

“El amor de Jesús es incondicional; no es te quiero si te portas bien o te quiero si haces esto o haces esto otro o si sos como a mí se me ocurre que seas, sino que te quiero como sos”

“Más allá de las heridas, torceduras y llagas que tengas, que hayas adquirido en el camino porque anduviste por caminos equivocados, o anduviste por caminos lejos de Él, más allá de los caminos que nosotros hemos andado con nuestros pies, él nos los quiere lavar"

“El Señor nos limpia hoy de toda herida, de todo cansancio en los pies para que podamos reponernos y caminar por el camino de la vida con toda la alegría de saber que hay un Dios que nos ama, que nos ha puesto aquí en el mundo pero que va a saber llevarnos a buen puerto”

Lavar los pies a los presos

Siguiendo una tradición presente en la vida del Papa Francisco, inclusive desde que era arzobispo de Buenos Aires, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina visitó este Jueves Santo el Complejo Penitenciario Bonaerense – Unidad N° 47 de San Isidro.

Mons. Oscar Ojea celebró la Misa de la Cena del Señor y bendijo los talleres de alfarería y de hostias. En la homilía de la misa, que contó con la presencia del equipo de Pastoral Carcelaria de la Diócesis de San Isidro, el Sr. Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Julio Alak y el Dr. Xavier Areses, Jefe del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), el obispo afirmó que “la Semana Santa significa también revisar como esta nuestro corazón, como están nuestros pies, cansados, se nos amontona el polvo del camino”. Sabiendo que “Jesús sufre también, sufre las heridas de muchas maneras”, el prelado afirmaba que “Jesús que viene a curar nuestras heridas quiere hacerlo con este gesto tan humilde de ponerse delante de sus apóstoles y lavarle los pies”.

El presidente del episcopado argentino recordaba que “este gesto lo hacían lo esclavos cuando una persona llegaba de viaje y había caminado mucho, entonces el que estaba al servicio de la familia, junto al esclavo más pequeño, levaba los pies como un signo de cortesía”. La diferencia en el caso de Jesús es que “lo va a hacer en medio de la comida”, quien “se levantó y se sacó la túnica”, algo que “indicaba que él era el maestro”, esclarecía Mons. Ojea, recordando que Jesús “queda entonces como un esclavo, queda en paños menores como usaban los esclavos, se saca su vestidura”.

Mons. Ojea en la cárcel

En sus palabras recordaba las palabras de San Pablo, que va a decir “se despojó de su rango”, poniéndose “como un esclavo delante de cada uno de sus apóstoles”, haciendo caer en la cuenta “que uno lo va a negar, otro lo va a traicionar, cada uno tiene su historia propia entre los apóstoles, distintos entre sí, pero todos lo dejaron solo a Jesús”. También recordaba que “mañana, el Viernes Santo, lo van a dejar solo a Jesús en la Cruz, lo van a abandonar. Él se pone delante de cada uno como si estuviera a merced de cada uno y les lava los pies”.

Recordando que “nosotros somos bastante orgullosos”, el Obispo de San Isidro decía que “el Señor prefiere mirarlos desde abajo, estando arrodillado”, una forma de decirnos “que nos quiere”. En su reflexión, Mons. Ojea señalaba que “el amor de Jesús es incondicional; no es te quiero si te portas bien o te quiero si haces esto o haces esto otro o si sos como a mí se me ocurre que seas, sino que te quiero como sos”.

Con palabras que se pueden entender como dirigidas a los presos, el obispo insistía en que “más allá de las heridas, torceduras y llagas que tengas, que hayas adquirido en el camino porque anduviste por caminos equivocados, o anduviste por caminos lejos de Él, más allá de los caminos que nosotros hemos andado con nuestros pies, él nos los quiere lavar y con esto nos está diciendo: ‘confió en vos y sé que vos podes. Yo sé que vos tenes dentro un tesoro’. Ese tesoro tenes que sacarlo de adentro para servir a los hermanos, para servir a los demás”.

Mons. Ojea bendice las instalaciones

Siguiendo el ejemplo de Jesús, Mons. Ojea invitaba a los presentes a “lavarse los pies unos a otros”, diciendo que “aquí está la clave de la vida cristina, el servicio”. Por eso invitaba a servir a los otros a partir de lo que cada uno tiene capacidad, a preguntarse “¿Qué es aquello en lo que yo me muevo como pez en el agua y qué puedo aportar para que otro pueda caminar mejor y no andar caminos equivocados?”

Finalmente, Mons. Oscar Ojea recordaba que “el Señor nos limpia hoy de toda herida, de todo cansancio en los pies para que podamos reponernos y caminar por el camino de la vida con toda la alegría de saber que hay un Dios que nos ama, que nos ha puesto aquí en el mundo pero que va a saber llevarnos a buen puerto”.

Por una Iglesia mejor informada

Con informaciones de la Oficina de Comunicación y Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina

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