Desafíos para la Iglesia argentina en los próximos años Mons. Ojea: “Que todos puedan tener derecho a participar del banquete de la vida”

Mons. Oscar Ojea
Mons. Oscar Ojea

Hay que acompañar el Magisterio social del Papa que nos invita continuamente a hacer actual la opción preferencial por los pobres, ya que esta está implícita en la Fe Cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza”

“Vemos en cambio que lo que está surgiendo en nuestra cultura y con mucha virulencia es la aporofobia (odio o rechazo al pobre), acusándolos de vagancia, de vivir de planes y de indolentes. De este modo se estigmatiza a los pobres atribuyéndoles a ellos toda la responsabilidad de su condición

Aporofobia

Mons. Oscar Ojea, reelegido el pasado 9 de noviembre como presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, ha lanzado una reflexión, difundida por la Oficina de Comunicación y Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina, en la que en tres videos aborda los desafíos a ser enfrentados en los próximos años. En este segundo momento abordó el acompañar el Magisterio Social de Francisco y la defensa de la Vida.

En relación con el Magisterio Social de Francisco, el presidente del episcopado ha insistido en que “hay que acompañar el Magisterio social del Papa que nos invita continuamente a hacer actual la opción preferencial por los pobres, ya que esta está implícita en la Fe Cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza”. En ese punto recordaba lo que nos dice Evangelii Gaudium: “por eso quiero una Iglesia pobre para los pobres, ellos tienen mucho que enseñarnos, hay que ponerlos en el centro del camino de la Iglesia”.

El obispo de San Isidro ha reflexionado sobre algunas actitudes presentes en la sociedad argentina, afirmando que “la Iglesia está siendo acusada por algunos sectores de pobrismo, se la acusa de mantener una clientela cautiva y segura y por esto dicen que a la Iglesia le conviene que los pobres permanezcan pobres”. Según el prelado, quien afirma esto, “desconoce todo el trabajo que hace la Iglesia por la promoción humana de los pobres y para promover su dignidad”, citando ejemplos del innegable trabajo que la Iglesia hace en las realidades más marginales, por ejemplo “el inmenso trabajo que realizan los centros barriales luchando por la recuperando a tantos chicos y chicas de la droga”.

Papa Francisco con Mons. Ojea

Frente a eso denunció situaciones presentes en la vida y el pensamiento de la gente hoy. Según Mons. Ojea, “vemos en cambio que lo que está surgiendo en nuestra cultura y con mucha virulencia es la aporofobia (odio o rechazo al pobre), acusándolos de vagancia, de vivir de planes y de indolentes. De este modo se estigmatiza a los pobres atribuyéndoles a ellos toda la responsabilidad de su condición”. En esa tesitura, llamó a estar junto a los pobres, para vivir la fraternidad, “así como nos llama el Papa Francisco en Fratelli Tutti”.

Sobre la defensa de la Vida, recordó un encuentro con el Papa en el mes de enero, donde le encareció “que transmitiera a todos mis hermanos la necesidad de buscar con creatividad los modos de explicar principalmente a los jóvenes y desde la ciencia lo que todo médico sabe acerca de la existencia de la vida en el momento de la concepción y lo que se estudia en el manual de embriología en nuestra facultad de medicina”.

En ese punto, Mons. Ojea insistió en que “seguimos pensando junto a gran parte de nuestro pueblo que no se trata de segar las fuentes de la vida sino de agrandar la mesa para que todos puedan tener derecho a participar del banquete de la vida”. Finalmente añadió que “es preciso estimular a los laicos, especialmente a los profesionales de la ciencia y la cultura, para que puedan dar testimonio de estas verdades que pertenecen al orden natural”.

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