“Cuidar a los que cuidan” Mons. Ojea: descubrimos al Buen Pastor en quienes “se han consagrado al servicio de los demás”

Monseñor Oscar Ojea
Monseñor Oscar Ojea

“Todos los hermanos y hermanas que trabajan en las tareas de salud, los médicos, médicas, enfermeros, enfermeras, todas aquellas personas que deben dejar todo dispuesto al detalle para bien de los que están mal”

En la imagen del Buen Pastor se descubre a alguien que “se preocupa de las débiles, de las vulnerables”

“Una relación de profundo conocimiento y en la Biblia conocimiento es amor. Él conoce a cada una, es una historia de cercanía con cada uno de nosotros y al mismo tiempo de conocimiento profundo, de conocimiento del corazón”

Personal sanitario

Una relación profunda de amor, así define Mons. Oscar Ojea la presencia del Buen Pastor en la vida de cada uno de nosotros. La Biblia narra la presencia de Dios en la historia de la humanidad, algo que se actualiza, que se sigue haciendo carne, un Dios que sigue cuidando, también “en este momento que está viviendo el mundo”.

Lo hace, en palabras del presidente del episcopado argentino, en los “hermanos y hermanas que se han consagrado al servicio de los demás”, en quienes descubre “actitudes análogas al Buen Pastor”. Se trata, destaca el prelado, de “todos los hermanos y hermanas que trabajan en las tareas de salud, los médicos, médicas, enfermeros, enfermeras, todas aquellas personas que deben dejar todo dispuesto al detalle para bien de los que están mal”. 

En esas personas el obispo de San Isidro descubre “algunas de las actitudes del Buen Pastor para con los hermanos que sufren, que se sienten tan sostenidos por el apoyo, por el cariño y por la actitud de servicio de cada uno de estos hermanos”. Es por ellos que la Iglesia reza, queriendo así “cuidar a los que cuidan”, para que así puedan “estar firmes en esta tarea de sostener tantas necesidades y tantos hermanos”. 

Como nos recuerda el presidente del episcopado argentino, “la imagen del Buen Pastor, la imagen más antigua con la que la comunidad cristiana quería reflejar la relación entre Jesús y cada uno de los miembros de su pueblo”. Se trata, afirma el prelado, de “una relación de profundo conocimiento y en la Biblia conocimiento es amor. Él conoce a cada una, es una historia de cercanía con cada uno de nosotros y al mismo tiempo de conocimiento profundo, de conocimiento del corazón”.

Buen Pastor

Mons. Ojea reflexionaba sobre la necesidad de escuchar, afirmando que “las ovejas escuchan la voz de Jesús porque se sienten escuchadas. Cada uno de nosotros se siente profundamente escuchado y reconocido por el Buen Pastor”. En esas palabras, el obispo reflexiona sobre un llamamiento muy presente en el ministerio del Papa Francisco, que es uno de los pilares de la sinodalidad y un elemento que ayuda en el proceso de discernimiento. Eso es algo que está cada vez más presente en la vida de la Iglesia, especialmente en América Latina y el Caribe, donde el CELAM está llevando a cabo la 1ª Asamblea Eclesial, en la que el proceso de escucha, iniciado recientemente, está siendo impulsado con fuerza por cada una de las Conferencias Episcopales. 

En la imagen del Buen Pastor se descubre a alguien que “se preocupa de las débiles, de las vulnerables”, afirmaba Mons. Ojea, que recordaba que “cuando llega cansado después de su trabajo se acuerda de que una se ha perdido, se ha perdido porque es débil, se ha perdido porque tiene poca vista, se ha perdido porque tiene poco sentido de la unidad”. Su actitud es diferente a la de la mayoría, “él va, la lleva en sus brazos, la cura y la vuelve a unir al rebaño entero, finalmente el Pastor conduce al rebaño”.

Aquellos que “se consagran al servicio de los demás”, insiste Mons. Ojea, son hoy la imagen del Buen Pastor que cuida. Por eso pide la ayuda de María Madre del Buen Pastor “a cada uno y a cada una de las familias de los que cuidan”. También recuerda y reza “por las familias que han perdido seres queridos, a veces en condiciones tan trágicas como no poder despedirse”.

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