Comentario al Evangelio dominical y Mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres Mons. Ojea: “Los pobres nos enseñan a salir de nuestras inquietudes y superficialidad”

Mons. Ojea
Mons. Ojea

“El corazón de un ser humano, es mucho más importante que todo ese templo y que toda la tecnología

"Nuestro corazón, el corazón de nuestros hermanos y el vínculo con el corazón de Dios que nos va a juzgar con su infinita misericordia

“Sabemos lo que significa en el orden del aprendizaje humano y cristiano el contacto con los pobres

Comentando el Evangelio del Trigésimo Tercero Domingo del Tiempo Ordinario, Mons. Oscar Ojea destaca lo que el Templo era para los judíos del tiempo de Jesús, “un orgullo nacional”. Recuerda que “habían tardado años en construirlo después del exilio y realmente estaban orgullosos de él”. Frente a eso señala que “para nosotros hoy el orgullo es la ciencia y la tecnología, nos maravilla cada vez más el producto del trabajo del hombre que ahora lo vamos a ver en el mundial de Qatar de una manera tremendamente desarrollada y manifestada”.

Jesús en el Templo

Dignidad del corazón humano

Anunciando el fin del Templo, Jesús muestra que “el corazón de un ser humano, es mucho más importante que todo ese templo y que toda la tecnología”, considerando un corazón humano “lo más digno que hay sobre la tierra porque es imagen de Dios”. Por eso, “cómo estemos tratando con él y sobre cómo hemos tratado con Dios en nuestra vida, vamos a ser juzgados”, señala el presidente del episcopado argentino. Desde ahí llama a “estar preparados para ese juicio, rendir cuenta de lo que se nos dio en función de nuestro vínculo con Dios y de nuestro vínculo con el prójimo”.

Según Mons. Ojea, “cuando estamos demasiado aferrados a los logros, a lo que luce, a lo que es producto del ingenio humano, puede anestesiar nuestra conciencia y no nos damos cuenta cómo nos relacionamos con los demás”. Recordando el texto del Evangelio que dice: “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me distes de beber”, afirma que “esto es el Evangelio, aquí está realmente Jesús”. Él no se detiene en cuando, en cómo, sino en los contenidos del fin: “con la perseverancia de ustedes salvarán sus vidas”.

No tener miedo a la persecución

“La perseverancia está hecha de paciencia y de esperanza, la perseverancia está hecha de confianza en Dios”, señala Mons. Ojea, que recuerda que “ni uno solo de nuestros cabellos se caerá sin el consentimiento del Padre, estamos en sus manos”. Un Jesús que dice: “no tengan miedo. Vamos a ser perseguidos”. Desde ahí afirma que “tampoco tenemos que tener miedo a la persecución, a la difamación, a la calumnia, a la desinformación, todo esto ya está anunciado por el Señor. Tenemos que estar firmes en sus manos, estamos en sus manos, él no nos va a fallar”.

Según el obispo argentino, el Señor “nos va enseñando diariamente la sabiduría de la Cruz, de la Cruz viene nuestra salvación y nosotros vamos a compartir también esa Cruz pero desde ya tenemos que saber lo que realmente vale a los ojos de Dios: nuestro corazón, el corazón de nuestros hermanos y el vínculo con el corazón de Dios que nos va a juzgar con su infinita misericordia”.

Jornada Mundial de los Pobres

En relación con la Jornada Mundial de los Pobres, que se celebra este domingo, el presidente del episcopado argentino recuerda su lema: “Jesucristo se hizo pobre por ustedes”. Un texto de segunda carta a los Corintios, “en la que en la que San Pablo quiere motivar a los Corintios a la generosidad para con la colecta a los pobres de Jerusalén, que era el encargo que él había recibido en el Concilio de Jerusalén, no olvidarse de los pobres, la colecta para los pobres”.

Desde ahí “San Pablo les dice imiten la generosidad de nuestro Señor Jesucristo que siendo rico se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza”, recuerda el obispo de San Isidro. Un texto donde “nos da toda la motivación para la solidaridad y la generosidad para con el pobre, allí está Jesús que se vació de sí mismo, que se anonadado a sí mismo para que nosotros gozáramos de las riquezas de su gracia, de las riquezas de su amor, de las riquezas de la salvación”.

Aprender con los pobres

Mons. Ojea recordó su encuentro reciente con amigos y amigas con quienes misionó hace muchísimos años al sur del país, lo que define como “una misión imborrable en nuestros corazones”. Desde la Jornada Mundial de los Pobres, le hablaron de “lo que había sido para ellos en su juventud, la oportunidad de estar en contacto con los pobres”. El obispo señaló que “estamos aquí lejos del uso político de los pobres, de hablar de los pobres sin estar con ellos”, haciendo ver que “en la misión podemos compartir con ellos y estos misioneros que habían tenido esta experiencia me decían cuánto hemos aprendido, nos enseñaron a salir de nuestras inquietudes y de nuestra superficialidad”.

Mons. Ojea considera a los pobres como maestros, “nos desinstalan siempre”. Por eso, agradece “el privilegio, la oportunidad, de poder compartir de algún modo de igual a igual, de tener experiencias, sin llegar a ser de igual a igual en un sentido pleno, pero de compartir experiencias”, diciendo que “sabemos lo que significa en el orden del aprendizaje humano y cristiano el contacto con los pobres”. Desde ahí dice que “el Papa lo que quiere con esta Jornada es que las comunidades se abran a esta experiencia, que puedan vivirla con sencillez y puedan en los hermanos más pobres contemplar a Jesucristo que se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza”.

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