El presidente del episcopado argentino llama a promover la paz social y buscar vacuna para todos Mons. Ojea pide superar las leyes del mercado con las leyes del amor y de la salud

Monseñor Oscar Ojea
Monseñor Oscar Ojea

“Qué necesidad tenemos en este momento de crisis de paz interior, de tener serenidad en el alma, de contagiar a los demás y sostenernos con la seguridad que da la paz del corazón"

"Si quieres la paz defiende la vida" y "si quieres la paz, trabaja por la justicia"

“Es necesario solidarizarnos en el tema de las vacunas”

2º domingo da Páscoa

Construir la paz, ese ha sido el punto central de la reflexión que cada semana hace Mons. Oscar Ojea en torno al Evangelio de cada domingo. Al comentar el pasaje del Evangelio de Juan de este segundo Domingo de Pascua, reflexionaba sobre diferentes aspectos de una actitud cada vez más necesaria.

Para el presidente del episcopado argentino, la aparición relatada en este pasaje es “para el Evangelio de San Juan es la plenitud de la Pascua. Estamos en la octava de Pascua y es la plenitud porque Jesús les envía el Espíritu Santo, ese espíritu que él había entregado al Padre, ahora se lo da esa primera Iglesia, a los Apóstoles. Junto con el espíritu, el primer fruto del Espíritu Santo, que es la paz. Las primeras palabras que Jesús les dice después de resucitado ´la paz este con ustedes´; es el primer regalo de la Pascua junto con la alegría que después experimentan los Discípulos”. 

En su reflexión analizaba el momento actual, afirmando “qué necesidad tenemos en este momento de crisis de paz interior, de tener serenidad en el alma, de contagiar a los demás y sostenernos con la seguridad que da la paz del corazón, qué importante es la paciencia en todo este tiempo, qué importante no buscar culpables para todo porque esto nos saca de nosotros mismos, nos saca del equilibrio interior pero mucho más difícil que la paz interior es esa paz artesanal que es como la atmosfera de la convivencia”.

Esa paz, que el prelado denomina “paz social”, es algo “que necesariamente para la convivencia necesitamos como la de nuestra propia respiración”. Para lograr esa paz, Mons. Ojea insistía en la necesidad de dos principios: “si quieres la paz defiende la vida, es un lema de una Jornada Mundial para la Paz, ‘si quieres la paz defiende la vida’ y ‘si quieres la paz, trabaja por la justicia’”. 

Vacina Covid-19

Esa defensa de la vida como camino de paz, tiene una importancia decisiva en los días actuales, lo que nos debe llevar a salvaguardar “en este momento de crisis, la vida de los más frágiles, de los más vulnerables, la vida de nuestros ancianos, la vida de los discapacitados, la vida de los embriones. Para nosotros descartar todo esto es el descarte total de la verdadera vida”. En este punto recordaba las palabras del Papa, que “como lema de la Jornada Mundial por la Paz pone el cuidado de la vida como el camino de la paz”. 

El Obispo de San Isidro decía que “tenemos que aprender día a día este cuidado, especialmente en esta crisis”. Eso nos debe llevar a entender que “es necesario solidarizarnos en el tema de las vacunas”, recordando las palabras del Santo Padre, que este viernes hacía “un nuevo llamado a las empresas, a las organizaciones internacionales y a los gobiernos para que las vacunas puedan llegar a todos, para que aquellos países que tienen las vacunas puedan entregarlas más rápido por ser urgente ya la vacunación”, insistiendo en que esto es “cada día más perentorio”. 

Finalmente, el prelado pedía al Señor “poder vivir la solidaridad en este punto en el que debemos superar las leyes del mercado, porque hay otras leyes, que son la ley del amor y la ley de la salud, que nos invitan, que nos empujan a vivir la justicia desde este lugar”. Junto con eso solicitaba “que tengamos una verdadera paz interior y que podamos construir una paz basada en la justicia para una mejor convivencia”.

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