La Iglesia de Brasil inicia la Campaña de la Fraternidad con el tema "Fraternidad y Vida: Don y Compromiso" Monseñor Leonardo Steiner: "nos demos cuenta de lo bueno que es vivir cuidando a los demás"

Monseñor Leonardo Steiner en la abertura de la Campaña de la Fraternidad
Monseñor Leonardo Steiner en la abertura de la Campaña de la Fraternidad

La Campaña de la Fraternidad, en 2020, quiere preguntarse qué le está sucediendo a la humanidad, que, aún notando el aumento en el número de sufrimientos, ya no parece ser sensible a ellos

"La conversión no solo debe ser interna e individual, sino también externa y social"

"Solo nos realizamos, sólo entendemos realmente el sentido de la vida, su plenitud, cuando salimos de nosotros mismos"

Los ojos de los discípulos misioneros deben ser aquellos que los lleven a ser afectados por situaciones que contradicen el plan de Dios y amenazan la vida en sus múltiples formas

La Campaña de la Fraternidad es "una oportunidad que el Señor nos da para superar la indiferencia, para que podamos sentir el dolor de los demás"

Abertura de la Campaña de la Fraternidad
En la Iglesia de Brasil, la Cuaresma ha estado marcada desde principios de la década de 1960 por la Campaña por la Fraternidad. Han pasado 56 años desde que la Iglesia de Brasil fue invitada a reflexionar sobre temas concretos que ayudan a la Iglesia y a la sociedad a profundizar en temas que ayudan al crecimiento personal y de la fe. En 2020, el tema a reflexionar es: “Fraternidad y vida: Don y Compromiso”, y el lema “Vio, sintió compasión y lo cuidó”, inspirado en el relato del buen samaritano.

La Campaña de la Fraternidad, en 2020, quiere ser un momento para reflexionar, para preguntarse qué le está sucediendo a la humanidad, que, aún notando el aumento en el número de sufrimientos, ya no parece ser sensible a ellos. El desafío es encontrar respuestas a por qué vemos crecer tantas formas de violencia, agresión y destrucción.

En Manaos, se ha convertido en una tradición lanzar la Campaña de la Fraternidad cada año en un lugar diferente de la ciudad, en un entorno que ayude a ver realidades concretas abordadas en el tema. La Plaza de los Remedios es uno de los lugares donde hay una mayor concentración de personas sin hogar, que desafortunadamente se han convertido en “parte del mobiliario” de la plaza, que no provocan una reacción de compasión en los muchos transeúntes que pasan todos los días en uno de los lugares donde se concentra el comercio.

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Ante esta realidad, tenemos el desafío de superar la globalización de la indiferencia, asumiendo las actitudes del buen samaritano y ser más humanos. Esta idea estuvo presente en las palabras de Monseñor Tadeu Canavaros, obispo auxiliar de Manaos, quien decía a los presentes, llegados desde muchas de las parroquias y áreas misioneras de la archidiócesis, pero también representantes de las autoridades públicas. El obispo afirmaba que "la Campaña de la Fraternidad, siempre nos lleva a la conversión y solidaridad en situaciones muy concretas de nuestra realidad, marcadas por el individualismo, la tiranía del dinero, el capitalismo salvaje y la globalización de la indiferencia". En vista de esto, la Cuaresma nos recuerda que "la conversión no solo debe ser interna e individual, sino también externa y social", según el obispo auxiliar.

El tema de la Campaña de la Fraternidad enfatiza que la vida es un don y un compromiso, que exige la necesidad de ver, solidarizarse y cuidar, de ser una Iglesia samaritana, un elemento que la Iglesia de la Amazonía ha reflexionado con ocasión del Sínodo, que hace una llamada a tener esta actitud de cuidado de la naturaleza y de las personas, de los pobres, porque el grito de la Tierra y el grito de los pobres es el mismo.

Este cuidado de la vida presente en la naturaleza es un elemento que debe ser parte de la vida del cristiano, según Monseñor Leonardo Ulrich Steiner, arzobispo de Manaos. Refiriéndose a aquellos que viven en las calles de nuestras ciudades, se preguntaba cuál es el significado de la vida de estos hermanos nuestros. El desafío que la Campaña de la Fraternidad nos presenta es “abrazar nuestra vida como un gran don, apreciar el don de nuestra vida”, según el arzobispo, quien enfatizó la necesidad de “comprometerse a amar al otro, a servir al otro, a cuida al otro”.

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En una sociedad donde la desconfianza hacia los demás está cada vez más presente, Monseñor Leonardo, a partir del texto evangélico que inspira la Campaña de la Fraternidad en 2020, enfatizó que "un samaritano se preocupa por alguien que no era de su pueblo, que era un enemigo, vio que alguien estaba herido al borde de la muerte”. Junto con esto, destacaba la necesidad de "estar con aquellos que han perdido el sentido de la vida, aquellos que han perdido el horizonte". Según él, "esta campaña de la fraternidad nos ayudará a darnos cuenta de lo bueno que es vivir, pero lo bueno que es vivir cuidando a los demás". Por eso, el arzobispo de Manaos hizo una llamada a descubrir que "solo nos realizamos, sólo entendemos realmente el sentido de la vida, su plenitud, cuando salimos de nosotros mismos".

En el Evangelio, descubrimos cómo hacer realidad la revolución del cuidado, del celo, de la preocupación mutua, de establecer relaciones de cuidado mutuo, compasión, ternura, fomentar la cultura del encuentro. La inspiración para esto se encuentra en la mirada de Jesús, Él tiene una mirada que ve y permanece, que se involucra, que se compromete. Por esta razón, los ojos de los discípulos misioneros deben ser aquellos que los lleven a ser afectados por situaciones que contradicen el plan de Dios y amenazan la vida en sus múltiples formas. Un ejemplo de esta actitud la encontramos en Santa Dulce de los Pobres, referencia de la Campaña de Fraternidad 2020, canonizada por el Papa Francisco, el 13 de octubre de 2019.

En Brasil, la desigualdad social es una realidad muy presente, con múltiples situaciones de vida abandonada. Estas desigualdades sociales son la raíz de muchos males que deshumanizan y desfiguran la dignidad de hombres y mujeres. Frente a la mirada de Jesús, es común una mirada que destruye la naturaleza, una mirada de indiferencia, que excluye la vida. Pero también existe la mirada de la solidaridad social, hay muchas historias de personas comprometidas con la vida. La Campaña por la Fraternidad tiene que conducirnos a preguntarnos cuál es nuestra mirada, a asumir la compasión de Jesús, que nos lleva a romper con la indiferencia, a asumir una mirada que se compromete con el otro, a vivir una compasión que hace tener más corazón en las manos y más justicia en el corazón.

La Campaña de la Fraternidad es "una oportunidad que el Señor nos da para superar la indiferencia, para que podamos sentir el dolor de los demás", según Monseñor José de Albuquerque, obispo auxiliar de Manaos. Él destacó que "a lo largo de la Cuaresma todos estamos llamados a hacer gestos concretos, a ser solidarios". La Iglesia de Brasil tiene la oportunidad de generar experiencias de solidaridad e inclusión, viviendo actitudes que permitan acoger, proteger, promover e integrar.

Cartaz CF 2020

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