Comentario al Evangelio del Cuarto Domingo de Pascua Ojea: “En la Biblia el conocimiento es más que algo intelectual y racional, el conocimiento es amor”

Mons. Óscar Ojea
Mons. Óscar Ojea

“El Buen Pastor da la vida por sus ovejas; este pastor se hace cordero, se transforma en cordero por nosotros, se da en alimento por nosotros, se da en sacrificio por nosotros”

“Rezar por nuestras vocaciones sacerdotales. Aquellos, futuros pastores en la Iglesia que, en nombre de Jesús Pastor, tendrán que ser en el pueblo de Dios pastores de su pueblo”

En el cuarto domingo de Pascua, domingo del Buen Pastor, el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Óscar Ojea, ha iniciado su reflexión recordando que el Buen Pastor “es la imagen más antigua de Jesús en las catacumbas romanas”. Citando las palabras del Evangelio, donde Jesús dice: “Yo soy el Buen Pastor”, Ojea ha afirmado que “el Buen Pastor da la vida por sus ovejas; este pastor se hace cordero, se transforma en cordero por nosotros, se da en alimento por nosotros, se da en sacrificio por nosotros; es una imagen sublime”.

Buen Pastor

Conocimiento es amor

Según el obispo de San Isidro, “por un lado, nos acompaña y nos conoce”, mostrando que “en la Biblia el conocimiento es más que algo intelectual y racional, el conocimiento es amor. Conoce a cada una”, palabras que aparecen en el Evangelio, cuando Jesús dice: “Yo conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí”. En estas palabras, Jesús ve “una explicitación de cómo el Señor llega al fondo del corazón de cada una de sus ovejas. Conoce su historia, conoce todo acerca de ellas”.

Junto con eso ha insistido en que “por otro lado, además de esa característica de cuidado, de conocimiento, que lo hace capaz de guiar y de sostener al rebaño, ‘hay otras ovejas que no son de este corral y a las que debo conducir’”, afirmó citando nuevamente el texto evangélico. Para el presidente del episcopado argentino, eso resalta “este afán de Jesús de llegar a todos, de que todas las ovejas puedan ser un solo rebaño y un solo Pastor”.

Analizando la realidad eclesial, Ojea ha señalado que “todos aquellos que tenemos responsabilidades en la Iglesia, responsabilidades hacia los demás, principalmente los sacerdotes, celebran hoy un día muy especial y nosotros lo dedicamos a rezar por nuestras vocaciones sacerdotales. Aquellos, futuros pastores en la Iglesia que, en nombre de Jesús Pastor, tendrán que ser en el pueblo de Dios pastores de su pueblo. Rezamos especialmente por ellos y le pedimos a la Virgen que vaya formando en ellos el corazón del Buen Pastor”.

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