El acontecimiento más grande y renovador de la fe mariana del pueblo argentino Peregrinación Juvenil a Lujan: “Acto de amor inmenso a la Madre de Dios”

Peregrinación a Lujan
Peregrinación a Lujan

“Qué lindo sentirnos en el camino como hermanos, como un pueblo peregrino, fraterno, solidario”

“Cada vez que nosotros venimos al Santuario no nos vamos de la misma manera

“La Iglesia es madre, tiene el rostro de María. La Iglesia siente que sus hijos caminan hacia Cristo”

Argentina realizaba este fin de semana la 48ª Peregrinación Juvenil a Luján, con el lema “Madre míranos con ternura, queremos unirnos como pueblo”. Un momento importante en la vida de la Iglesia católica en el país, que contó con la presencia de miles de jóvenes. Una peregrinación que según la Conferencia Episcopal Argentina “se transformó en el acontecimiento más grande y renovador de la fe mariana del pueblo argentino”.

Peregrinación a Luján

Peregrinar es una oración magnífica

Peregrinos al encuentro de una Madre ante quien los argentinos depositan “sus propias intenciones, las de sus familias, sus amigos y las del país”. Una peregrinación sobre la que el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, presidente de la misa central, concelebrada por los obispos de la región pastoral Buenos Aires, afirmó que “este acto de amor inmenso a la Madre de Dios es una oración magnífica”.

El cardenal Poli llamó a ser peregrinos, “porque es lo que más nos identifica con la vida que Dios nos dio, nuestra vida es peregrina”. Desde ahí destacó “qué lindo sentirnos en el camino como hermanos, como un pueblo peregrino, fraterno, solidario”, haciendo un claro llamamiento a que “esta fuerza fraterna se proyecte sobre toda la Argentina, para que nos sintamos más hermanos”.

Del Santuario no nos vamos de la misma manera

Queriendo dar respuesta a aquello que muchos buscan cuando realizan una peregrinación, “las gracias materiales y espirituales”, pidió al Señor que se las concediese, no para el momento de la peregrinación o la vuelta a casa, “sino para la peregrinación de la vida”, insistiendo en que “cada vez que nosotros venimos al Santuario no nos vamos de la misma manera”.

Según el arzobispo de la capital argentina, “hay una gracia que la Virgen le pide a Jesús para cada uno de nosotros. Para cambiar en lo que tenemos que cambiar, para darnos las fuerzas, para no bajarnos los brazos, para volver la mirada a nuestro bautismo y esos regalos tan hermosos que nos dio en ese momento: la fe, la esperanza y la caridad”.

Cardenal Poli en Luján

La Iglesia tiene el rostro de María

En palabras a los peregrinos y peregrinas, el cardenal Poli resaltó que “la Iglesia es madre, tiene el rostro de María. La Iglesia siente que sus hijos caminan hacia Cristo”. Desde esa perspectiva pidió “que el Señor los bendiga, bendiga a sus familias, que bendiga también todo lo que realizan de bueno y van sembrando en el camino de la vida”.

Como tarea a ser asumida como peregrino, el purpurado argentino pidió “que se repita en cada Eucaristía este sentimiento de amor a la Virgen y de amor a Cristo, que cada domingo nos encontremos también con los hermanos en cada Eucaristía”. El arzobispo porteño recordó las palabras del Papa Francisco, señalando que “nosotros pensamos que cuando vamos a misa depende de nuestras ganas o no ganas”, ante lo que el Papa dice que “en cada Eucaristía es Cristo que desea ardientemente encontrarnos con cada uno de nosotros, Él es el que sigue entregando a su Madre, a su mama, para que seamos felices, para que nos sintamos sus hijos. Él sigue deseando encontrarnos para darnos su Palabra, su Cuerpo y su Sangre”.

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