En Brasil ya son casi 608 mil las víctimas del Covid-19 Presidente de la CNBB reza "por las familias enlutadas en este tiempo de pandemia"

Mons. Walmor Oliveira de Azevedo
Mons. Walmor Oliveira de Azevedo

"Tenemos la misión de construir el Reino de Dios desde ahora, haciendo de nuestra vida una ofrenda para el bien del mundo"

El presidente de la CNBB invitó a cada persona a "ocuparse de hacer el bien ahora, para que su vida refleje la Luz de Cristo, iluminando siempre el camino de otras personas"

Día de Difuntos en Brasil

Las palabras del Maestro, donde dice: "Yo soy la Resurrección y la Vida, el que crea, aunque haya muerto, vivirá", son "una palabra fuerte que devuelve la alegría a los corazones desesperados". En el Día de los Difuntos, Mons. Walmor Oliveira de Azevedo ha querido mostrar al pueblo brasileño que "la presencia de Jesús entre nosotros enseña que no hay razón para temer a la muerte".

El presidente de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), afirmó que "es un pasaje que forma parte del camino de todos sin distinción, y al final, como revela la vida de Jesús, el dolor y la muerte serán superados, la vida brillará". El 2 de noviembre es un momento en el que "la nostalgia se apodera del corazón, con especial reverencia por los nuestros", según el arzobispo de Belo Horizonte.

Recordó "especialmente a las víctimas del Covid-19", que en Brasil ya se ha cobrado oficialmente la vida de 607.922 brasileños. Según el arzobispo, "a veces experimentamos angustia y tristeza, este sufrimiento forma parte de nuestra travesía y de nuestra condición humana, debemos reconocerlo y acogerlo, pero nunca renunciar a seguir adelante", una actitud más que necesaria ante la actual realidad brasileña.

Entierro en Manaos

El arzobispo de Belo Horizonte reflexionó que "cada día damos nuevos pasos hacia el momento en que todos estaremos juntos en plena comunión con los que nos han precedido y ya están en la Casa del Padre”. Así, "en este camino tenemos la misión de construir el Reino de Dios desde ahora, haciendo de nuestra vida una ofrenda para el bien del mundo". Mons. Oliveira de Azevedo ve como "un buen sentido del Día de los Difuntos, recordar que cada día es una ofrenda, un don que se despliega al servicio de la sociedad".

Movido por un sentimiento de finitud, que nos recuerda que "nuestro tiempo en este mundo corre rápido, y nadie sabe cuándo le llegará su hora", el presidente de la CNBB invitó a cada persona a "ocuparse de hacer el bien ahora, para que su vida refleje la Luz de Cristo, iluminando siempre el camino de otras personas". También invitó, en este Día de los Difuntos, a rezar "por todos los que ya están con Dios".

Pero también a vivir "visitando los buenos recuerdos guardados en nuestros corazones, agradecidos por la oportunidad de vivir juntos los lazos de amor construidos". Según el arzobispo, "la nostalgia es un signo fuerte que nos une a los que ya no están con nosotros”. Finalmente, rezó por todos, "por las familias enlutadas en este tiempo de pandemia", pidiendo que "Cristo Rey, que venció el dolor y la muerte, y resucitó, guíe sus pasos, sosteniendo siempre una alegría esperanzada en sus corazones".

Volver arriba