Seminario sobre el Día Mundial de los Pobres Presidente CNBB: "La indiferencia hacia los pobres es un veneno que enferma el alma humana”

Mons. Walmor Oliveira de Azevedo
Mons. Walmor Oliveira de Azevedo

"Una oportunidad para potenciar nuestros corazones, reconociendo la presencia de los pobres entre nosotros, en escenarios que nos avergüenzan y nos señalan un largo camino para hacer valer la fraternidad universal"

"La compasión, la hospitalidad y la generosidad son el alma de toda religión. Una religión que no tuviera esta alma sería vana, y posiblemente sería una ideología de tipo escapista”

El Día Mundial de los Pobres es oportunidad "para sensibilizarnos cada vez más, para que crezcamos en compasión, y no sólo celebremos, sino que compartamos concretamente con nuestros hermanos, porque no es sólo dar, sino que es solidaridad, escucha e implicación"

Jornada Mundial dos Pobres

La V Jornada Mundial de los Pobres, que se celebrará el 14 de noviembre, ha sido el tema de reflexión del Seminario de la Jornada Mundial de los Pobres, organizado por la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB). La Iglesia en Brasil ha elegido como tema de la Jornada "¿Sientes compasión?", y como lema "Siempre tendreis a los pobres entre vosotros", llamando a comprender la urgencia de reducir las desigualdades.

El presidente de la CNBB se refirió a la Jornada Mundial de los Pobres como "una oportunidad para potenciar nuestros corazones, reconociendo la presencia de los pobres entre nosotros, en escenarios que nos avergüenzan y nos señalan un largo camino para hacer valer la fraternidad universal". Según Mons. Walmor Oliveira de Azevedo, "la indiferencia hacia los pobres es un veneno que enferma el alma humana”.

El arzobispo de Belo Horizonte hizo un llamado a reconocer en el pobre la presencia de un hermano, a contribuir con políticas públicas que favorezcan la urgente superación de tantos escenarios vergonzosos de exclusión y desigualdad social, a buscar respuestas para la construcción de una sociedad más justa y solidaria, a compartir el sufrimiento de cada pobre con mucha empatía y solidaridad, a compartir y no conformarse con dar limosna.

Luiz Carlos Susin

Fray Luiz Carlos Susin reflexionó sobre la pobreza desde el punto de vista de la pobreza real y la respuesta adecuada a la misma. Ante la naturalización de la pobreza, es necesario entender la pobreza como producto de la sociedad, como algo social que forma parte de la historia de la sociedad. Ante esto, la sociedad se enfrenta al reto de resolver los desequilibrios que causa la pobreza, algo que en algunas sociedades se ha hecho, poniendo el ejemplo del Año Jubilar en Israel.

Según el fraile capuchino, "necesitamos sentimientos, necesitamos acceder al sufrimiento de los pobres, exponiéndonos a ese sufrimiento”. Este sentimiento, conocido como compasión, se pregunta si es un sentimiento verdaderamente universal, cuestión que se plantea ante la "cruel indiferencia que no se sensibiliza" presente en las personas.

La compasión, según el religioso, "no se aprende con la racionalidad sino con la sensibilidad, no se aprende con la cabeza, se aprende exponiéndose a los demás, en ejercicios que son un proceso de iniciación". De hecho, "la compasión, la hospitalidad y la generosidad son el alma de toda religión. Una religión que no tuviera esta alma sería vana, y posiblemente sería una ideología de tipo escapista”. El religioso reflexionó sobre la capacidad de hacer renuncias, de entender la compasión como un sentimiento que nos une, como un acto de libertad.

Maria Inés Ribeiro

La hermana María Inés Ribeiro vio el seminario como una oportunidad para "hacer crecer en nosotros esta sensibilidad y esta compasión". La presidenta de la Conferencia de Religiosos de Brasil (CRB), reflexionó sobre la Evangelii Gaudium, donde aparece el esfuerzo del Papa Francisco por "retomar el Vaticano II y dar un nuevo rumbo a la Iglesia, para mostrarnos a los cristianos el camino del Evangelio".

La religiosa reflexionó sobre la importancia de la economía solidaria, de la agroecología, de la unión de las personas, de la sensibilidad y del compartir, de la acogida. Mostró su alegría por la solidaridad y el trabajo concreto en favor de los pobres, experiencias que se presentaron a lo largo del Seminario. En estas realidades, la palabra más fuerte, según la presidenta de la CRB, es acoger, destacando cinco verbos que el Papa Francisco pone en Evangelii Gaudium: primerear, implicarse, acompañar, fructificar y celebrar.

Por último, Sor María Inés bendijo al Papa Francisco por proclamar la Jornada Mundial de los Pobres, "para sensibilizarnos cada vez más, para que crezcamos en compasión, y no sólo celebremos, sino que compartamos concretamente con nuestros hermanos, porque no es sólo dar, sino que es solidaridad, escucha e implicación".

Seminario Día Mundial de los Pobres

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