Una vez más, la negación de la pandemia del Covid-19 y la importancia de la vacuna, una idea que en Brasil se ha extendido como la pólvora, auspiciada por el propio Bolsonaro, ha hecho que Monseñor Walmor Oliveira de Azevedo se pronuncie. En un video publicado este lunes 11 de enero, el presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil - CNBB, ha definido la pandemia Covid-19 como "un desierto que todos nosotros, la familia humana, estamos atravesando, una travesía difícil y angustiosa", recordando que oficialmente ya hay más de "200.000 muertos en Brasil, familias en duelo".

Desde el comienzo de la pandemia, la muerte se ha convertido en algo cercano a todos los brasileños. Según Monseñor Walmor, "cada uno de nosotros ha vivido o conoce a alguien que ha perdido su vida por la pandemia”. Ante esta realidad, insiste en que "para superar esta travesía tenemos que caminar juntos", algo cada vez más complicado en un país donde la división se ha convertido en política de Estado.

El presidente de la CNBB recuerda que "la ciencia nos ofrece diferentes vacunas, fruto de muchas investigaciones", rebatiendo así la postura del presidente del país, que una y otra vez no solo niega su eficacia, sino que llega a hacer chistes con ello, demostrando así su falta de respeto por el trabajo de los científicos y por los enfermos y fallecidos. Junto con esto, recuerda que "muchos países ya han iniciado campañas de inmunización y están avanzando en la lucha contra este virus, que es invisible pero letal". En Brasil, el ministro de sanidad, en visita a Manaos, decía este mismo lunes que la vacuna en Brasil comenzará en el día D y la hora H, convirtiéndose en meme nacional y una prueba más, si es que hacía falta, de que el gobierno está sin ningún plan concreto de vacunación.

Ante esa situación, el arzobispo de Belo Horizonte - MG, advierte que "no podemos quedarnos atrás", destacando en su declaración que "es urgente que exijamos rapidez a nuestros gobernantes para el inicio de la campaña de vacunación". En un país donde las noticias falsas inundan las redes sociales y las aplicaciones de mensajería, Monseñor Walmor insiste en que "no podemos ser engañados por noticias falsas", una práctica entre grupos de apoyadores a Bolsonaro, que provocó meses atrás la prisión de algunos de los responsables de algunas webs dedicadas a crear noticias falsas.

Desde grupos negacionistas, cada vez más numerosos en Brasil, se quiere transmitir a la sociedad la idea de que las vacunas pueden causar graves consecuencias en la salud de la población, cuando en realidad, como nos recuerda el presidente de la CNBB, "las vacunas, antes de que lleguen a la población, son ampliamente probadas por varios equipos de científicos independientes, sin compromisos ideológicos de partido". Muchos se preguntan lo que hay detrás de todo esto, pues ante el pedido de que el presidente de la República mostrase su cartilla de vacunación, éste emitió un decreto que declara esa cartilla como secreto de estado para los próximos cien años.

No podemos olvidar, como nos recuerda el Arzobispo de Belo Horizonte, que "gracias a las vacunas, la humanidad ha superado enfermedades y pandemias a lo largo de su historia", subrayando que "los riesgos de ser vacunado son infinitamente menores que las amenazas de la enfermedad que mata a más personas cada día". Ante la situación de la sanidad pública, cada vez más amenazada en el país, una realidad que se ha agravado aún más en esta época de pandemia, Monseñor Walmor hace un llamamiento a la población brasileña para que "insista a los poderes públicos para que refuercen el Sistema Único de Salud (SUS), para que cada persona, rica o pobre, tenga derecho a ser vacunada".

"La vacuna nos ayuda a superar el Covid-19", insiste el presidente de la CNBB. En vista de ello, advierte que "la pandemia será aún más peligrosa si prevalece la desinformación, manteniendo a la gente alejada de la vacuna". Para superar la pandemia, Monseñor Walmor hace una petición a todos los brasileños, diciendo: "convenza a su familia y amigos de la importancia de la vacuna, evite compartir noticias falsas que busquen desacreditar la investigación científica". Junto con eso, hace un llamado a "ser más corresponsables unos por los otros", recordando que "es un deber ciudadano, y especialmente un compromiso de aquellos que profesan la fe cristiana".